
El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba se recrudece cada día, pero eso no amilana a los cubanos. Así lo demuestran tres valiosas experiencias de productores del campo villaclareño que sustituyen importaciones y contribuyen a evitarle al país erogaciones de dinero por la compra de café y de pienso.
Con hombres y mujeres dispuestos a sobreponerse a las dificultades y seguir adelante en la construcción del socialismo, dialogó la miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en Villa Clara, Yudí Rodríguez Hernández, en un recorrido que incluyó la finca de un joven cosechero de tabaco de la zona de Tahón, en las cercanías de Zulueta.
Noel Rolando Benítez Fernández tiene 33 años, fue miembro del equipo nacional de espada que ganó la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de 2006 en Cartagena de Indias, y desde hace algunos años se ha convertido en un cosechero de excelencia.
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De campeón de espada a cortador de tabaco |
Hoy, junto a su padre, Pablo Miguel Benítez Bravo a quien agradece buena parte de lo aprendido sobre la aromática hoja, tiene sembradas 15 hectáreas de tabaco tapado, la mayor cantidad en toda Cuba, y espera alcanzar una cosecha excelente, dada la calidad de la hoja.
«La producción debe oscilar en unos 45 000 cujes de tabaco, y en una hectárea experimento con un segundo corte, que pudiera tener resultados similares al primero ».
Todos sus trabajadores son de la zona de Tahón, y la atención que reciben en cuanto a alimentación y salario es muy buena, lo que hace que la productividad sea alta.
Este joven campesino comparte su tiempo con sus responsabilidades como delegado del Poder Popular y presidente del consejo popular; de ahí que se haya convertido en un ejemplo digno de seguir.
Con posterioridad, la comitiva que encabezó Rodríguez Hernández, junto al delegado de la Agricultura, el ingeniero Héctor Torna Martínez, visitó al productor Amado Santana Medina, de 76 años, quien tiene sembradas cuatro hectáreas de café en su pequeña finca, en Levisa, distante unos cinco kilómetros del poblado de General Carrillo.

Allí, el veterano campesino alcanza una tonelada del aromático grano por cada hectárea. Un rendimiento por encima de la media de los otros cosecheros de la zona, quienes apenas rebasan las 0,27 toneladas.
Sembrados en el llano, sus cafetos son de las variedades robusta y arábica, y se mantienen en excelente estado vegetativo y de floración gracias a las atenciones culturales que a diario aplica el laborioso agricultor, lo que le augura otra buena cosecha.
Excepto en época de recolección, Amadito como le conocen trabaja solo, mas su constancia le hace tener bien limpios sus cafetales y sin la perjudicial broca o cualquier otra plaga dañina al cultivo.

Toda su cosecha la vende al Estado, y en breves declaraciones a la prensa manifestó su orgullo por contribuir a sustituir importaciones: «Beneficio mi economía familiar, pero también ayudo al país », afirmó.
El periplo terminó en la granja porcina Texico, en las inmediaciones de Caibarién, donde los cerdos se alimentan con pienso líquido elaborado a partir de los desechos que generan 21 hoteles de la cayería norte de la provincia.
Esta experiencia posibilita cebar unos 4000 cerdos, y las mejoras tecnológicas que ahora se ejecutan permitirán incrementar dichas cifras en el futuro inmediato.
En horas de la tarde tuvo lugar una reunión a la cual se incorporó el gobernador de Villa Clara, Alberto López Díaz para valorar la atención que reciben los pobladores de la zona del Plan Turquino-Bamburanao. En el análisis realizado salieron a relucir deficiencias en sectores de importancia como Comercio, Salud y Educación, así como los avances en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la zona.

Resultó una jornada provechosa que ratificó la voluntad de los villaclareños de salir adelante y enfrentar con trabajo, esfuerzo y sudor el duro bloqueo que intenta asfixiar económicamente al país y subvertir el orden político escogido de manera soberana por nuestro pueblo, desde el 1.o de enero de 1959.