
La llegada a las 100 000 toneladas métricas de azúcar, primera provincia del país en alcanzar esa cifra, impulsa a los trabajadores villaclareños a redoblar energías para conseguir, con eficiencia económica, los volúmenes de crudo y refino, así como de derivados, asignados al mayor productor cubano.
El territorio, a pesar de las limitaciones de recursos materiales y las adversidades que dejaron las lluvias de diciembre y enero pasados, consigue un 60 % de la cifra prevista, ascendente a unas 177 000 toneladas.
En ese propósito trascienden los empeños trazados por los ingenios Héctor Rodríguez (Sagua la Grande), puntero en la emulación nacional; Heriberto Duquesne (Remedios) e Ifraín Alfonso (Ranchuelo), también abanderados en los ritmos de elaboración por jornada.
Aunque el primer escalón hacia el cumplimiento se alcanza con unos 20 días de atraso en el cronograma, según Andrés Durán Fundora, director de la Empresa Azucarera, en lo que resta de mes fabricarán unas 19 000 toneladas, y en abril terminarán otras 57 000, con lo cual completarán el programa de elaboración.
Afirmó que hasta la fecha emplearon un 50 % de la materia prima del balance existente en las plantaciones, y aun cuando se cortaron las mejores áreas, disponen ahora de retoños con menores rendimientos agrícolas. Serán las industrias las encargadas de dar una adecuada respuesta, de acuerdo con la estabilización fabril, para extraer mayor cantidad de azúcar por tonelada de caña y festejar, a principios de mayo, con los convenios satisfechos.
Durán Fundora destacó las cualidades del taller de eficiencia efectuado días atrás en el «Héctor Rodríguez », entidad de avanzada que muele por encima del 80 % de su norma potencial y fabrica más de 400 t por jornada, con rendimientos fabriles en correspondencia con el pago a los cosecheros según la calidad de la caña y los incentivos salariales a los trabajadores vinculados a la industria.
Ponderó también los esfuerzos de los sistemas agroindustriales de los centrales Heriberto Duquesne, Abel Santamaría (Encrucijada), Quintín Bandera (Corralillo), Panchito Gómez Toro (Quemado de Gí¼ines) y Carlos Baliño (Santo Domingo), así como de las tres refinerías de la provincia.
En tal sentido, encomió que estén próximos a completar las primeras 40 000 toneladas de refino, de unas 122 000 planificadas, volumen dedicado a la canasta familiar y la exportación.
En ese rubro destacan los resultados del «Chiquitico Fabregat » (Remedios), que labora con biomasa y no utiliza petróleo en sus faenas; el «Quintín Bandera » lo hace a partir de su azúcar crudo y energía, y se mantienen excelentes niveles de producción en el «George Washington » (Santo Domingo), entidad que reclama mayor rapidez en la extracción de sus terminados para evitar acumulaciones en almacenes.
Durante el período, los ingenios aportan más de 100 megawatts diarios al Sistema Eléctrico Nacional y se autoabastecen de electricidad en horarios pico, con lo cual evitan que el sector sea una carga para el país.
En cuanto a los derivados, resaltó que todavía hay atrasos en la entrega de alimento animal, pero con la estabilidad de los ingenios existe una recuperación, tal como muestra el «Héctor Rodríguez », que en una jornada productiva entregó unas 53 toneladas de miel-urea-bagacillo, récord en la historia de esa entidad.
De Villa Clara, la mayor productora de azúcar, el país espera lo mejor en una zafra que, como en otras labores agroindustriales y fabriles, demanda consagración dijo por último Durán Fundora, quien alabó cómo se satisfacen con eficiencia los compromisos establecidos con el sector.