La ciencia en lengua diaria

En las últimas décadas, las investigaciones desarrolladas en Villa Clara se han caracterizado por un enfoque coherente de los problemas socioeconómicos apremiantes de la sociedad, para proyectar soluciones que brinden resultados y eleven la calidad de vida de la población.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Los premios de la Academia a nivel nacional, junto con otros reconocimientos obtenidos por instituciones científicas y universidades, avalan el alto nivel alcanzado en la región central del país. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Osmaira González Consuegra
1870
19 Marzo 2020

Desde hace más de un año, Villa Clara cuenta con una filial de la Academia de Ciencias de Cuba (ACCVC), la primera de su tipo en la nación. Para su constitución, la comunidad cientí­fica cubana reconoció que aquí­ existe una rica historia de las ciencias materializada en acciones concretas de personalidades e instituciones con prestigio nacional e internacional.

Así­, el 11 de enero del 2019 se cortó la cinta del local donde radica la ACCVC. Se ubica en la Facultad de Ingenierí­a Mecánica e Industrial de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas (UCLV). La filial cuenta con 41 miembros; de ellos, 15 académicos y cinco jóvenes asociados, y 17 laboran en la casa de altos estudios villaclareña.

El presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, Dr. Luis Velázquez Pérez, junto a las Dras. Marí­a del Carmen Velasco Gómez, delegada del Citma en Villa Clara, y Osana Molerio Pérez, rectora de la Universidad Central «Marta Abreu » de las Villas, respectivamente, dejaron inaugurada la filial villaclareña. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Funciones de la ACC

La Academia de Ciencias de Cuba (ACC) es una institución oficial del Estado cubano, de naturaleza consultiva y con una proyección e incidencia en todo el territorio nacional. Entre otras funciones se destaca la asesorí­a que brinda al Ministerio de Ciencia, Tecnologí­a y Medio Ambiente, y a otros ministerios y entidades.

Su membresí­a es nominada y seleccionada por la comunidad cientí­fica cubana y tiene carácter multidisciplinario, con una amplia representación de profesionales de todo el paí­s y de alto nivel de especialización en diversos campos del saber cientí­fico.  

A partir de la experiencia acumulada durante muchos años y de los aportes y logros cientí­ficos de sus académicos y jóvenes asociados, la dirigencia de nuestro paí­s en disí­miles oportunidades ha reconocido el importante rol de la ACC, sus capacidades y potencialidades, para continuar desarrollando las importantes responsabilidades que le corresponden.

Desde esa perspectiva, el presidente de la República de Cuba, Miguel Dí­az-Canel Bermúdez, expresó el propósito de convertir esta institución en el «Parlamento de la Ciencia » en nuestro paí­s. Para lograrlo se requiere encarar muchos retos, entre los que se destacan: multiplicar los escenarios de trabajo, promover mayor involucramiento de los académicos y jóvenes asociados de todo el paí­s en las diferentes tareas que corresponden a esa institución, contribuir al desarrollo socioeconómico de las provincias y sus municipios, y mantener una adecuada divulgación de los logros de la ciencia.

La filial cuenta con 41 miembros; de ellos, 15 académicos y cinco jóvenes asociados, y 17 laboran en la casa de altos estudios villaclareña.  (Foto: Cortesí­a de la Academia de Ciencias de Villa Clara)

En lí­nea con lo anterior, en el Reglamento de la ACC, aprobado en el Pleno del 16 de noviembre del 2010, en el apartado de las reglas y procedimientos para el cumplimiento de las funciones, se instrumenta que la Academia debe: «Perfeccionar el sistema de instituciones auspiciadoras, creación de sedes alternativas y/o filiales en los territorios, velando por el rigor y preservando el carácter del papel y objetivos del trabajo de la Academia ».

¿Por qué los primeros?

En las últimas décadas, las investigaciones desarrolladas en Villa Clara se han caracterizado por un enfoque coherente de los problemas socioeconómicos apremiantes de la sociedad, para proyectar soluciones que, desde la ví­a cientí­fica, brinden resultados y eleven la calidad de vida de la población.

Los premios de la Academia a nivel nacional, junto con otros reconocimientos obtenidos por instituciones cientí­ficas y universidades, avalan el alto nivel alcanzado en la región central del paí­s. Basta señalar que desde 1999 resultados de investigación obtenidos en instituciones de esta provincia han logrado  80 premios.

Por otra parte, las instituciones cientí­ficas y universitarias villaclareñas han sido lí­deres de la actuación de importantes personalidades, grupos de investigación, asociaciones y organizaciones que han promovido el desarrollo de la ciencia y la formación de doctores en diferentes áreas del saber. En esta importante tarea los miembros de la Academia están llamados a contribuir a que cada vez se incorporen más jóvenes a los diferentes programas de formación doctoral, propósito que  deviene uno de los objetivos priorizados del trabajo de las filiales con vistas a garantizar el relevo necesario para continuar el avance de la ciencia en el paí­s.

De igual forma, el potencial cientí­fico de Villa Clara participa activamente en diferentes sociedades cientí­ficas que interactúan en cada lugar.  Debe resaltarse que según el Decreto Ley 163, artí­culo 7, la ACC es la que establece las relaciones que corresponden con las sociedades cientí­ficas a los fines de contribuir al desarrollo, coordinación y concertación de las acciones que estas realizan a favor de la ciencia nacional y de proyección internacional.

Objetivos y funciones de la filial

La presencia de una filial de la Academia de Ciencias de Cuba en la central provincia  se corresponde con un reclamo de la comunidad académica, con las estrategias cientí­ficas de desarrollo del centro y de la nación, y propiciará un espacio para potenciar la ciencia y contribuir con ello al desarrollo del paí­s.

Esta acción  se corresponde con el objetivo declarado en el artí­culo 2 del Decreto Ley 163 de 1996, del Consejo de Estado de la República de Cuba, donde se expresa que la Academia debe «contribuir al desarrollo de la ciencia cubana y la divulgación de los avances cientí­ficos nacionales y universales; prestigiar la investigación cientí­fica de excelencia en el paí­s; elevar la ética profesional y la valoración social de la ciencia; así­ como estrechar los ví­nculos de los cientí­ficos y sus organizaciones entre sí­, con la sociedad y el resto del mundo ».

De la misma forma, en el trabajo de esta filial se implementarán las funciones y acciones que permitan alcanzar los objetivos que se relacionan en el artí­culo 3 del Decreto Ley 163, a saber:

  1. Contribuir a la elevación del papel de la ciencia en la cultura nacional y a la difusión del método cientí­fico en la sociedad.
  2. Promover la actividad cientí­fico-técnica realizada por la comunidad cientí­fica, cuyas ideas puedan enriquecer la crí­tica especializada y brindar perspectivas alternativas a la problemática cientí­fico-técnica nacional.
  3. Promover el reconocimiento a cientí­ficos y colectivos destacados, así­ como divulgar y estimular la observancia de los principios de la ética profesional de los cientí­ficos.
  4. Organizar eventos en coordinación con las diferentes sociedades cientí­ficas y promover la participación de los cientí­ficos cubanos en concursos y premios internacionales.

Para cumplir esos objetivos, la filial está capacitada para desarrollar diversas actividades e iniciativas, entre las que se destacan el trabajo ya mencionado para promover la formación temprana de doctores y la realización de sesiones en cada territorio, en el marco del proyecto de «Academia de Puertas Abiertas » que lleva a cabo la sede central como ví­a de acercar la ciencia a nuestro pueblo. Junto con las acciones para cumplimentar los proyectos de acciones que sean aprobados por los plenos de la ACC, la filial está capacitada para emprender iniciativas que los complementen.

Por otra parte, los Estatutos actuales expresan que la Academia y, por tanto, sus filiales, también deben:

  1. e) contribuir a la elevación del nivel cientí­fico-técnico del potencial humano del paí­s, especialmente de las jóvenes generaciones;
  2. f) promover actividades que estimulen las relaciones interdisciplinarias y el impulso al potencial de los territorios de menor desarrollo con la participación de las sociedades cientí­ficas;
  3. i) promover sesiones cientí­ficas de intercambio entre profesionales de especialidades afines, así­ como analizar y evaluar la marcha de la polí­tica cientí­fica, emitiendo las recomendaciones pertinentes;
  4. m) organizar eventos en coordinación con las diferentes sociedades cientí­ficas y promover la participación de los cientí­ficos cubanos en concursos y premios internacionales.

¿Qué nos depara el futuro?

A más de un año de labor, la ACCVC ya acumula frutos. Como filial trabaja acorde con las reglamentaciones que le dieron origen y posee potestades para desarrollar acciones que contribuyan a aglutinar la comunidad cientí­fica de la región, en pos del cumplimiento de los objetivos propuestos.

Durante este tiempo de funcionamiento se ha propuesto elevar la cultura cientí­fica de los villaclareños. Según declaró a Vanguardia su presidente, el Dr. C. Rafael Bello Pérez, han realizado talleres y mesas redondas sobre diversos temas. Una de las sedes de estas actividades ha sido el IPVCE Comandante Ernesto Che Guevara, por la necesidad de contribuir a la formación de jóvenes con inclinaciones hacia las ciencias exactas.

También en la Sala Caturla de la Biblioteca Provincial Martí­, sede alternativa de la filial, se han desarrollado acciones de extensionismo. Entre los temas tratados han estado las matemáticas en las ciencias sociales, la formación doctoral industrial y la importancia de elevar la calidad en la producción azucarera. De tal manera cumplen con el empeño de llevar la ciencia en lengua diaria.

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