
El reto de asumir el seguimiento de pacientes sospechosos, contactos de las personas afectadas o los propios enfermos por el COVID-19 en el hospital Comandante Manuel (Piti) Fajardo, de Villa Clara, demuestra efectividad al constatarse la mejoría de todos durante la estancia en la institución.
«Ningún paciente ha mostrado indicadores clínicos de empeoramiento respecto al momento en que ingresaron », confirma el Dr. Jorge Eduardo Berrio íguila, director del centro.
En la actualidad, se mantienen 42 hospitalizados; de ellos, 21 resultan casos sospechosos, 19 son contactos y dos pacientes confirmados.

«Se han adoptado las medidas pertinentes para evitar que el equipo del centro pueda enfermar; a la vez, se garantiza una óptima calidad en la atención a los pacientes, para lo que contamos con los medicamentos e insumos necesarios », precisa el también especialista de primer grado en Neurología Clínica.
Un personal sumamente calificado asume la atención y el cuidado de los hospitalizados, de acuerdo con el plan de preparación diseñado para enfrentar el padecimiento. Una parte de los especialistas se capacitó en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), de la capital cubana, y a su retorno replicaron los conocimientos en la institución.
Para el colectivo del «Manuel Fajardo », en el centro de Cuba, resulta gratificante establecer un sistema de trabajo integrado con el resto de las unidades de Salud de la provincia sobre todo al funcionar servicios que anteriormente no tenían, como la terapia infantil y la neonatología y contar con una alta cooperación del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHE), entre otros, lo que garantiza eficientes resultados.
La institución está preparada para enfrentar nuevas contiendas en caso que resulte necesario, apoyada en el propio funcionamiento del sistema de Salud, junto a trabajadores con excelentes valores, que han demostrado el arraigo humanista y su gran consagración.
El Dr. Berrio íguila agradece que le hayan dado a la institución la misión de asumir esta compleja tarea, y a la vez, confirma un compromiso: cumplir bien el objetivo encomendado por el pueblo de Cuba.
Desde que comenzó el impacto del coronavirus, el hospital militar villaclareño ha ingresado a 79 personas en las diferentes categorías, incluidos siete extranjeros y nueve niños, con 37 altas entre los atendidos.
Para Jorge Eduardo Berrio, uno de los detalles más significativos de este período lo constituye la atención a los infantes. En la actualidad se mantienen tres, entre sospechosos y contactos; mas la dedicación hacia ellos es algo extremadamente sensible. «Qué reconfortante resulta comunicarles a los padres que su hijo no está afectado, entonces viene el agradecimiento, y no hay nada más que decir, porque el momento lo encierra todo », finalizó el experto.
(Cámara: Carlos Rodríguez Torres)