
Son dos turnos de 12 horas cada uno, lo que equivale a estar haciendo pan las 24 horas y los 7 días ininterrumpidos de la semana.
Así trabajan siempre en la panadería de especialidades Boulevard II, en Santa Clara, perteneciente a la Cadena Cubana del Pan y ubicada en la céntrica esquina de Boulevard y Plácido, pero ahora, en tiempos de coronavirus, el esfuerzo es mayor, pues las circunstancias lo exigen.

William Morfa es uno de los fundadores y labora como expendedor de pan desde hace 23 años. Refiere que llega a las 7:00 a.m. y concluye su jornada a las 5:00 de la tarde: «Aquí sí se trabaja. Mucho más cuando la gente necesita acopiar comida para enfrentar la epidemia de la COVID-19 ».

De pequeña estatura, William es diligente y agencioso. Ahora protegido doblemente: no solo por el mostrador habitual, sino por un segundo, que separa la mercancía de los clientes a más de dos metros de distancia. Una medida preventiva que tomó el administrador, Orly Matos Matos, cuando el nuevo coronavirus era aún para los santaclareños un asunto bien lejano:
«Sabía que iba a hacer falta, al igual que asegurarme de que mis empleados se desinfecten los zapatos antes de entrar a trabajar. Son precauciones que no sobran; al contrario, aseguran mayor confianza y protección ».
Cientos de citadinos acuden a diario, sobre todo en el horario diurno, por lo que se aprovecha la noche para adelantar lo más posible, sin que se deje de vender pan en sus diversas variedades.
Con el tiempo, la panadería de especialidades Boulevard II ha venido ampliando los surtidos e incrementando la cuantía de sus producciones. El llamado pan baguete, a $5.00 pesos MN la unidad, está entre los más codiciados, junto al suave, el pan para bocaditos y el integral para diabéticos. Se adicionan el integral suave, el de corteza dura y el pan de empellas.


Ahora se incorporan las torticas y las masas para pizzas, modalidades que han tenido buena aceptación.
Para Orly Matos mantener el ritmo productivo en la panadería que administra resulta una preocupación constante: «La clave del éxito está en prever. Son tiempos difíciles y el pan siempre será de gran alivio para las familias. Por eso, no dejaremos de hacerlo con la calidad que nos distingue ».