Aliento industrial de los lugareños

Los residentes en Sagua la Grande hacen una zafra incomparable en relación con otras contiendas, y sitúan al ingenio entre los abanderados cubanos en eficiencia y producción de azúcar. El paí­s también reclama de esos esfuerzos.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
El ingenio Héctor Rodríguez, en Sitiecitos, figura entre los más destacados del país en las últimas semanas. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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25 Marzo 2020

Una diferencia marcó la primera semana de febrero pasado. Los indicadores de eficiencia agroindustrial de los azucareros del ingenio Héctor Rodrí­guez se dispararon de manera positiva y comenzaron a descontar atrasos productivos.

Las paralizaciones precedentes, por lluvias y falta de combustible, trajeron otros incentivos con el ajuste de maquinarias y recibo de materia prima de calidad proveniente de campos de Encrucijada y Camajuaní­, según afirman.

Aseguramientos estables de materia prima desde Encrucijada y  Camajuaní­ garantizan molidas altas y estables, así­ como la elevación  del rendimiento fabril.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

También los incentivos salariales, de acuerdo con los resultados fabriles, animan a óptimos propósitos. Desde un lustro atrás, al menos, no se  alcanzan las metas previstas en la elaboración de crudo y derivados. Ahora vislumbran otros rumbos, cuando el central de Sitiecito se ubica durante las últimas semanas entre los mejores del paí­s.

Julio César Finalet Domí­nguez, al frente del desempeño de la
industria de Sitiecitos, ratifica el camino eficiente hacia el
cumplimiento del plan de producción azucarera.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

Julio César Finalet Domí­nguez, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB), afirmó que por jornada muelen por encima del 80 % de la norma potencial y consiguen cifras superiores a las 400 toneladas de azúcar. El rendimiento industrial rebasa lo planificado.

Estudios de factibilidad demuestran que cuando el procesamiento de caña tiene cifras altas y estables, el provecho fabril cantidad de azúcar contra total de materia prima triturada se proyecta hacia arriba y los costos de producción disminuyen. El recibo de caña de otros centrales aledaños, añadió, combinada con la existente en las plantaciones costeras del ingenio, facilita mejores í­ndices industriales.

A mediados de la pasada semana acumulaban el empleo de unas 220 252 toneladas de caña, válidas en la terminación de 20 347 t de un crudo con calidad exportable.

El rendimiento, un parámetro fundamental, rebasa 10.4 %, por encima del cálculo hecho, a pesar de que en muchas ocasiones reciben materia prima quedada, sin las condiciones idóneas para la molida. Eso deja excedentes de miel y bagazo.

En las plantaciones y el ingenio dijo «desean cumplir el plan de azúcar, superior a las 30 400 toneladas, y aportar otras 7000 t a lo establecido. Aunque la zafra arrancó a principios de diciembre, con tres dí­as de antelación y después tuvo atrasos por causas objetivas, las deudas de producción se acortan y en cualquier momento desaparecen. La eficiencia marca el rumbo fabril », precisó.  

Los mantenimientos programados son decisivos. Las reparaciones previas a la contienda se hicieron acordes con tiempo y precisiones, y durante ese perí­odo laboraron en el tándem y su lubricación automática.

Ese sistema  en la planta moledora repercute en la disminución del consumo eléctrico y la eficiencia fabril.  Ahí­ también destacan los resultados que obtienen en áreas de generación de vapor, el autoabastecimiento energético y la elaboración de un crudo de calidad, así­ como de derivados que contribuyen a la continuidad industrial del sector y la alimentación animal.

El cultivo con bueyes en los retoños cañeros contribuye a elevar  los rendimientos agrí­colas y disponer de materia prima en la zafra  entrante.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

Ronroneo de maquinarias

Antonio Alberto Padrón Martí­nez (Cejas) lleva más de tres décadas vinculado con la industria azucarera y, desde hace un lustro, funge como jefe de fabricación del antiguo ingenio Santa Teresa, en Sitiecito.

Antonio Alberto (Cejas) Padrón Martí­nez, a la izquierda, en diálogo  con un operador de centrí­fuga para precisar la calidad del grano en  elaboración.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

La conversación hacia el interior del central no se interrumpe, a pesar del ronroneo mecánico de los equipos. Allí­ jamás los operarios están ajenos a la aplicación de medidas higiénico-sanitarias ante el enfrentamiento a la COVID-19, y en tal sentido extreman la vigilancia y prevención epidemiológica con acciones profilácticas situadas a la entrada de la instalación.

Medidas higiénico-sanitarias están presentes en áreas e  instalaciones del sector.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

La exigencia sanitaria en la obtención final del alimento, el crudo, y en contra de cualquier signo de propagación de la pandemia, aun cuando los agroazucareros se empeñan en continuar con su aportación económica al paí­s,  resulta fundamental. En similar sintoní­a también se encuentran las áreas de corte, transportación de la caña e instalaciones administrativas y de servicios, precisó Padrón Martí­nez.

Al abordar particularidades del ingenio, señaló que de las zonas de corte llegan en ocasiones elevadas concentraciones de materias extrañas (tierra) al basculador, propias de la manipulación de las máquinas en terrenos fangosos y con ondulaciones.

Encomió la producción de miel-urea-bagacillo para la alimentación animal, y resaltó la rápida extracción de ese derivado que en un dí­a, de acuerdo con la estabilidad de las molidas, dejó unas 53 t del producto.

Hasta el momento tienen elaborado un 36.4 % de un programa  ascendente a unas 2936 toneladas métricas.

La formación de miel tipo B para alimento animal, en lo esencial debido al procesamiento de caña quedada de otras contiendas en cinturones costeros, tiende a aumentar en almacenes y la extracción muestra lentitud originada por los problemas con el combustible, alertó el director de la UEB.

El directivo encomió la producción de bagazo, vinculado también con el recibo en el basculador de gramí­nea de años anteriores, y dijo que por jornada entregan unas 500 t dirigidas a las refinerí­as Chiquitico Fabregat (Remedios) y Quintí­n Bandera (Corralillo), las cuales en sus funciones industriales no consumen o atenúan la utilización de petróleo.

La producción de bagazo, una garantí­a para el funcionamiento de las  refinerí­as en Remedios y Corralillo.  (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

Del aporte eléctrico, aseguró que no marcha mal, a pesar de dos roturas que  con anterioridad tuvo un generador. Sin embargo, se abastecen con parámetros significativos y suministran energí­a al sistema nacional.

Una favorable respuesta productiva aparece entre jóvenes y experimentados trabajadores, dispuestos a completar el plan de azúcar para el 20 de abril, y llegar a los primeros dí­as del siguiente mes con el aporte adicional que solicitaron, destacó Finalet Domí­nguez.

Al término de la conversación con el directivo, un anónimo mecánico gritó: « ¡Con caña en el basculador y al ritmo que vamos, sin que fallen los equipos, cumpliremos y el tiempo dirá la última palabra! ». No hizo falta preguntar las generales del hombre que así­ se expresó. Un espí­ritu de consagración y de optimismo prima desde el campo hasta la industria. Es el año en que Sagua la Grande, después de un lustro, hace una zafra diferente que enorgullece a los lugareños.

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