Diario de un arribado (+Video)

Félix Santos Garcí­a cuenta el proceso de traslado al paí­s, luego de haber estado prestando servicios académicos en una universidad dominicana.

En funcionamiento sistema de aislamiento para viajeros

Compartir

Yinet Jiménez Hernández
Yinet Jiménez Hernández
6101
29 Marzo 2020

Nada como estar en casa estos dí­as donde la COVID-19 ha jugado sucio con nuestra resistencia emocional. Lo saben quienes estuvieron lejos mientras las aerolí­neas suspendí­an los vuelos y una avalancha de compatriotas imploraban, desesperados, un avión que los trajera de vuelta a la patria.  

Félix Santos Garcí­a, Maite Ruiz Garcí­a y Raúl Alberto Pérez, profesores de la Universidad Central  «Marta Abreu » de Las Villas.
Félix Santos Garcí­a (al centro), su esposa Maite Ruiz Garcí­a y Raúl Alberto Pérez Bermúdez se encontraba de misión académica en República Dominicana.(Foto: Cortesí­a del entrevistado)

Todaví­a Félix Santos Garcí­a está como en shock, y mientras cuenta las peripecias de un viaje con enemigos invisibles, puedo notarle saltos en el estómago. Dice que todo comenzó el 21 de enero cuando partió a República Dominicana con su esposa y un colega de trabajo.

En aquel entonces el coronavirus sonaba como a pelí­cula apocalí­ptica.

Tardaron dos meses para que estos profesores de la Facultad de Ingenierí­a Mecánica e Industrial, de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas, sintieran la presión de la COVID-19 en tierra extranjera.

Primeros casos en República Dominicana

«Las actividades docentes fueron suspendidas y nosotros, los profesores, pasamos a trabajar desde nuestros apartamentos. Con los dí­as comenzó un incremento progresivo de los enfermos y, también, de las medidas del gobierno dominicano. Solo salimos al mercado a acopiar lo que necesitábamos, pues tení­amos hasta una plataforma para clases virtuales para interactuar con los alumnos ».

«Desde el primer momento nos mantuvimos prácticamente incomunicados, trabajando por Internet durante una semana. Sí­, al principio fue una posibilidad quedarnos. Nos habí­amos comunicado con las autoridades universitarias y ellas nos habrí­an garantizado los exámenes de la COVID-19 ».

Crece el peligro

Félix Santos Maité Ruiz y Raúl Alberto Pérez, profesores de la UCLV.
Regresar a Cuba fue la decisión de Félix Santos, quien  también es profesor del Centro de Estudios Energéticos y Tecnologí­as Ambientales, de la UCLV.  (Foto: Cortesí­a del entrevistado)

«Pero, en esos dí­as Copa nos confirmó que nuestros boletos aéreos de regreso, para el 24 de abril, estaban cancelados. Tení­amos mucha incertidumbre.  En tanto, crecieron exponencialmente los casos y llamamos a la embajada para iniciar el proceso de regresar a Cuba lo antes posible ».

El vuelo a Cuba

«Volamos apresuradamente a Santiago de Cuba en una pequeña aeronave para 19 cubanos. No sabí­amos cómo iba a ser todo una vez estando en nuestra isla, si nos pondrí­an en cuarentena en el propio Santiago.

«Lo importante era salir de República Dominicana y estar en casa. El lunes pasado tomamos el avión y a la 6:00 a.m. ya estábamos pisando suelo cubano ».

El aeropuerto y el traslado

«En el aeropuerto las autoridades sanitarias estaban esperándonos para examinarnos y trasladarnos a nuestras provincias. Vinimos en un ómnibus por todo el paí­s. No podí­amos ni bajarnos en las paradas para evitar la transmisión en caso de que existiera algún contagiado.

«Estuvimos muchí­simas horas en el camino, cansados, alterados... Horas sin estirar las piernas en una guagua. La incertidumbre de algún positivo a pocos metros. La tensión del viaje.

«Llegamos a Villa Clara y sentimos que los médicos gentilmente estaban para apoyarnos psicológicamente a todos los pasajeros.

«Puedo decir que estoy muy orgulloso de mi provincia ».

Aislamiento en el hotel Riviera. Tercer dí­a*

«Llevo tres dí­as encerrado. ¿Qué quisiera yo? Abrir mis cortinas, conversar con mi compañero de al lado, el profesor Raúl Alberto Pérez Bermúdez, decano de la Facultad. Pero, no. Nos comunicamos por clave de morse: dos golpes en la pared significa abrir Whatsapp para conversar un rato.  

«Ha sido una situación que nadie desea, pero muy interesante. Cuando llegué aquí­ encontré a un amigo de la infancia. Lo primero que querí­a era darme un abrazo. (Sonrí­e). Nos sentimos mal si no lo hacemos porque es un problema cultural.

«Lo más importante ahora es tener mucha disciplina. A mis estudiantes, decirles que busquen en estos dí­as una actividad que los ayude: leer, hacer ejercicios, interactuar por las redes sociales… Señores, estos dí­as estén con sus familias… solo quédense en casa ».  

*La entrevista al profesor Félix Santos fue realizada al tercer dí­a de su aislamiento, por ví­a telefónica para evitar cualquier tipo de contacto con los arribados.

Comentar