
Cuando Luisa Antuniano Díaz supo que debía ser aislada bajo vigilancia médica por haber hecho contacto con personas cercanas a un caso positivo de Covid-19 en el poblado de Manacas, municipio de Santo Domingo, sintió «un dolor tan grande como si se hubiera muerto mi madre ».
Ya su hijo se encontraba recluido en uno de los centros de aislamiento del territorio por igual causa, por lo que la infausta noticia echaba más leña a la hoguera de la angustia y las preocupaciones.
«Él me llamó para decirme que iban a llevarme, lo sentí llorando. Fue tan grande el impacto que convulsioné dos veces, nunca esperé que estaría aquí », manifestó con cierto pesar la conocida trabajadora de los «amarillos » en el territorio manaquense.

No obstante, Luisa y su hijo reciben las mejores atenciones, al igual que las casi 70 personas internadas en los centros de aislamiento del municipio dominicano. Para tal fin se habilitaron el Motel Cacique (El Laguito) y el Instituto Politécnico de Agronomía (IPA) Martín Torres, donde se mantienen hasta cumplir los 14 días de vigilancia médica.
Ambos lugares se dispusieron para los contactos de los sospechosos, quienes, a su vez, mantuvieron contacto directo con la persona diagnosticada con resultado positivo a la COVID-19, en el municipio. Allí los internados cuentan con alimentación, productos de aseo, una limpieza e higiene encomiables y atención primaria de salud permanente.
El motel dispone de una capacidad de 29 camas, mientras en el IPA son unas 80. Para garantizar su funcionamiento y seguridad se encuentran allí representantes del Partido y el Gobierno, con el apoyo del Ministerio del Interior, entre otros factores. Los inmuebles poseen el equipamiento médico necesario y la asistencia de un personal de salud capacitado, además de implementarse los protocolos ante cualquier paciente con síntomas.

Como en casa
En el centro de aislamiento del Motel Cacique el silencio y la tranquilidad reinan en cada habitación. Los recluidos saben la importancia y necesidad de mantenerse allí por el bien de su salud y los demás, aunque también desean concluir los días de vigilancia sin ningún sobresalto.

Los jóvenes Elvis Leiff Gálvez Antuniano y Osvery Fernández Mena se encuentran entre los «aislados ». Comparten una de las habitaciones, donde conversan y se mantienen al tanto de la situación de sus coterráneos.
«Cuando me anunciaron que era sospechoso sentí preocupación por toda la familia y los vecinos del barrio. Ahora cumplo con la medida de aislamiento y me he sentido bien, sin ningún problema. Estoy seguro de que vamos a salir bien de esto, sobre todo, gracias a las atenciones de los médicos y el personal administrativo », manifestó Elvis Leiff.
Mientras, Osvery expresó: «Me siento bien atendido, en perfectas condiciones de salud, al igual que mis familiares y amistades que nos encontramos aquí. Soy el hijo del compañero que dio positivo con quien he estado en comunicación. Él se siente bien, y agradecido con la Revolución cubana ».
Muchos son los protagonistas en esta humana tarea de atender a las personas sospechosas y contactos con algún positivo de la Covid-19, pero la labor de los médicos y enfermeras resulta imprescindible.
La doctora Ailadi Mollineda Valerón es una de los tantos valientes que día a día dan lo mejor de sí en el centro de aislamiento Motel Cacique.
«Los pacientes se han portado bien, con mucha disciplina. El personal de apoyo ha sido muy bueno, cada vez que necesitamos de ellos nos complacen de inmediato. La Federación de Mujeres Cubanas (FMC), el Partido, el Gobierno, han dado el paso al frente en todas las cosas que necesitan los pacientes.
«En la medida de lo posible se han ido garantizando los nasobucos, las batas sanitarias. Los pacientes se pesquisan dos veces al día en la mañana y en la tarde, cada doce horas, y se toma la temperatura y la presión cuatro veces durante la jornada, aunque hay quienes lo necesitan más por padecer cardiopatía, hipertensión. Todo el que tenga secreción nasal o catarro se remite a atención sanitaria de inmediato », explicó.
También, el galeno Niuber Justiz Paz, ubicado en el IPA, manifiesta que «mi trabajo ha sido en conjunto con las autoridades, como una tarea multidisciplinaria en la que todos los factores aportan en la lucha contra el coronavirus. En estos momentos en que los internos no tienen síntomas, los revisamos dos veces al día para comprobar su temperatura, tensión arterial, a los diabéticos se les hace la glicemia y, dependiendo de la patología que tengan, se les hace diferentes chequeos ».

Cabe señalar que en el municipio también se ha atendido a 61 personas arribadas del exterior, de ellos 45 de Estados Unidos, y el resto de Guyana, México, Rusia, entre otras naciones. Todos fueron puestos en cuarentena en sus hogares, y han recibido una atención permanente de las autoridades municipales.
Segundo Urbano Angulo y su esposa Ledis Díaz Peña son dos de los «arribados » que se mantienen en su vivienda cumpliendo con las medidas establecidas.
«Cumplimos con la disciplina correspondiente. Diariamente nos visitan los compañeros de Salud y las organizaciones de masas, todos preocupados. Se nos ha facilitado un módulo con viandas, frutas, granos y huevos, entre otros productos para pasar los 14 días. De manera general la atención ha sido muy buena y nos sentimos contentos », expresó.

Así el territorio dominicano mantiene una pelea permanente contra el nuevo coronavirus, y la victoria solo podrá alcanzarse con el apoyo de todos y por el bien de todo el pueblo.
Sin dejar ni un cabo suelto
Según el doctor Linier Manuel León Pérez, director de la Sectorial Municipal de Salud de Santo Domingo, dentro del plan de enfrentamiento al coronavirus en Santo Domingo se realizan pesquisas a un 65 a 67 por ciento en las tres áreas de salud ubicadas en la cabecera municipal, Manacas y Cascajal, de poco más de 49 000 habitantes.

Para ello están incorporados trabajadores de los policlínicos, grupos básicos de trabajo, el personal de las oficinas, así como el acompañamiento de 145 estudiantes de la carrera de Medicina, para un total aproximado de 250 personas.
«Se realizan las pesquisas como lo indicó la dirección de la provincia, tanto por manzana como por universo de población y viviendas, para hacer con calidad esta tarea. También, les damos seguimientos a las pesquisas con la vicedirección de asistencia médica, máxima responsable de esa actividad, la cual se controla sobre las tres de la tarde para luego del cierre, pasar la información a la provincia », argumenta.
Según León Pérez, desde que comenzó la implementación del plan de medidas para el enfrentamiento al coronavirus se ajustaron al plan nacional las características del territorio. Ahora en la fase pre-epidémica los tres policlínicos tienen implementadas consultas de atención a las infecciones respiratorias agudas (IRA), con el personal médico y de enfermería con toda la capacitación, además de los materiales, medicamentos e insumos en relación con la situación, para dar un enfrentamiento efectivo a la enfermedad.
«Contamos con una Casa de Abuelos que ya está cerrada por las circunstancias, pero seguimos prestando servicio a los ancianos a través de mensajería y llevándoseles su alimentación, igual ocurre con el hogar de ancianos », concluye.

Luisa y la esperanza
Luisa toma la merienda, esta vez compuesta por dulces y rodajas de piña. Antes de despedirnos, un destello en sus ojos revela el optimismo que subyace dentro de sí, como en todos sus compañeros.
«Me he sentido buena y sana, y la atención maravillosa, hay un director que hay que darle las felicitaciones más grandes de todos nosotros, unos médicos especiales y una enfermera. El trato que nos han dado ha sido el mejor y nosotros agradecemos a esta Revolución que nos ha traído para aquí porque si nos dejan allá en Manacas nos morimos.
«Y quiero decirle al pueblo de Manacas, que no se preocupen por nosotros, pues pronto estaremos de regreso ».