
En tiempos de pandemia la producción de alimentos se convierte en una tarea de primerísimo orden. De ahí la prioridad que el Gobierno de Villa Clara le brinda a esa labor, como se apreció en el recorrido que el gobernador Alberto López Díaz hizo por lugares productivos del municipio de Caibarién, acompañado de Carlos Amaury Figueredo Yumar, miembro del Buró Provincial del Partido, y Héctor Luis Torna Martínez, delegado de la Agricultura.
El amplio periplo abarcó el polo productivo de Dolores, y los centros porcinos de Texico y Charco Hondo; todos con el objetivo de impulsar el programa alimentario y apoyar las gestiones de la agricultura villaclareña.

El primer lugar visitado está a dos kilómetros y medio de Caibarién, cercano al entronque que da inicio al pedraplén hacia Cayo Santa María. Allí se desbrozan 750 hectáreas de tierras ociosas cubiertas de marabú para sembrar matas de coco; un rubro en el que Villa Clara ocupa el segundo lugar del país en producción, por detrás de Baracoa.

Según la explicación del delegado de la Agricultura, ingeniero Héctor Torna Martínez, se aceleran los trabajos de alistamiento de la tierra, y una parte de las posturas serán traídas de la Ciudad Primada de Cuba, y la otra, de la propia localidad. Para la obtención del preciado aceite de coco y la utilización de su fibra se pretende instalar en el municipio una minindustria procedente de Sri Lanka, uno de los países mayores productores del mundo.
En dicho lugar, el gobernador gestionó otros dos buldóceres y una motoniveladora para impulsar el alistamiento de las tierras.

Luego la comitiva recorrió el polo productivo de Dolores, un emporio de 1300 hectáreas sembrado de malanga, plátano burro y macho, yuca, maíz, calabaza y frijoles, entre otros cultivos, y donde ninguna tierra permanece baldía.
Con posterioridad, y dada la importancia de la producción de carne de cerdo, bien escasa en estos momentos, el gobernador López Díaz chequeó el programa de rehabilitación y ampliación del centro porcino de Texico, ahora sin el acostumbrado sancocho proveniente de la cayería norte, pero enfrascado en un programa de modernización y mejora de sus condiciones de trabajo en aras de elevar la productividad.
Finalmente fue visitado el centro porcino de Charco Hondo para estimular su rehabilitación, pues se pretende recobre su esplendor, tras sufrir el deterioro del período especial.
En cada lugar el gobernador brindó alternativas y propuso soluciones para impulsar tan importantes obras que tributan al programa alimentario de la provincia y el país.
También López Díaz controló el uso que se le viene dando al dinero aportado a través del 1 % de la contribución de la producción local y criticó la lentitud en las dos obras relacionadas con el programa porcino.
De regreso hacia Santa Clara, y unos cuatro kilómetros antes de llegar al poblado de Vueltas, se hizo un alto para departir con el campesino Delvis Pérez Rodríguez, del Movimiento Productivo de los 90, quien estaba en compañía de Belkis Arroyo Rafuls, presidenta de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia.

Delvis, desde su finca El Júcaro, ha entregado a Acopio unas siete toneladas de calabaza, una de malanga y una cifra mayor de col, y espera en los próximos días hacer su contribución a los centros de aislamiento del municipio.
Y como el nuevo coronavirus no podía soslayarse, en varios lugares la comitiva paró en los puntos de control de sanidad, donde los vehículos quedaron debidamente desinfestados y se nos tomó a todos la temperatura.
