
La vida transcurría sin contratiempos en Camajuaní hasta que aparecieron los primeros casos confirmados con la COVID-19, y se elevó la tasa de incidencia por cantidad de habitantes.
Ante la complejidad de la situación, a partir del 16 de abril el Consejo de Defensa Provincial decidió establecer la cuarentena limitada o restringida en los consejos populares Camajuaní 2 y la CPA 26 de Julio, del «José María Pérez ».
El aislamiento necesario demandó asegurar la entrega de alimentos y medicinas a sus pobladores, a fin de evitar la salida innecesaria de sus viviendas.
En el recorrido efectuado este martes por Yudí Rodríguez Hernández, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, acompañada por autoridades de esa localidad y Salud, un equipo de periodistas constató el funcionamiento de estas comunidades en cuarentena.

A la entrada de la tierra de valles y parrandas, el punto de control sanitario anunciaba la llegada a una zona donde el silencio hace pensar que el tiempo se detuvo.
En la carretera, una hilera de vehículos esperaba por la fumigación de sus neumáticos con solución clorada; mientras sus tripulantes aguardaban por la toma de la temperatura con un termómetro digital.
Además del personal sanitario, allí cumplían sus funciones integrantes del Grupo Municipal de Operación y Socorro de la Cruz Roja, entre los que se encontraban en la primera línea de contención Osvaldo Díaz Reyes y Alexander Roque Marín.
CPA 26 de Julio: Territorio vedado
En la cooperativa de producción agropecuaria (CPA) 26 de Julio, del consejo popular José María Pérez, nadie entra ni sale. Un cordón de seguridad limita el movimiento libre de sus moradores.
Relata José Luis Pérez Miranda, presidente del Consejo de Defensa activado en la Casa de la Cultura Gualberto Báez del batey fuera de la cuarentena, que la alarma se hizo notar cuando detectaron numerosos casos sospechosos; de ellos, seis positivos.
«De inmediato, todos coincidieron en la necesidad de cumplir con esta encomienda. No faltan los alimentos ni las medicinas, y recibimos donaciones de productos del agro procedentes de la CCS José Antonio Echeverría. También hemos entregado módulos de pescado y otros artículos sin costo alguno ».
Tras rebasar la barrera de seguridad, periodistas, camarógrafos y fotógrafos, debidamente protegidos, procedimos a conocer las interioridades de un consejo popular en cuarentena.
Una radiobase situada en un caney mantenía actualizados a los vecinos acerca del comportamiento de la epidemia en la provincia y el país.
Mercedes Martínez Sánchez dependienta de la tienda El Fe, residente en la cooperativa se encarga de distribuir los productos de la canasta básica, con la ayuda de su esposo, Lázaro Concepción González, mientras el joven Lázaro Sánchez Díaz asumió el oficio de mensajero.

En tanto, Dámaris Ruiz Méndez ofrece el teléfono comunitario para que no falte la comunicación con los familiares, siempre cumpliendo las medidas higiénico-sanitarias vigentes. Cuenta, además, con tarjetas de recarga nauta para móviles. Al indagar sobre la cuarentena, insistió en que ha sido una dura etapa, pero están saliendo del mal momento.
Aquí, miembros de la Policía Nacional Revolucionaria y el Minint, con diez postas fijas, realizan guardias rotativas para garantizar la disciplina.
Durante nuestra travesía, encontramos a dos muchachas del grupo de los valientes, encargadas de la pesquisa activa.
«Buenos días, ¿cómo se siente?, ¿presenta algún malestar, fiebre, tos, dolor de garganta? Cuídese mucho. Hasta luego ».
Frases que la doctora Suleidy Martínez Machado y la enfermera Lidianys Gómez Miranda no se cansan de repetir, con palabras dulces y convincentes.
Así, llegaron a la casa de Misbel Miranda Ventura y su hijo Misrel contactos de Genoveva ílvarez Céspedes, la esposa contagiada con la enfermedad, que estará de regreso por estos días.
Las jóvenes ya hacen historia en estos parajes, y esperan por el levantamiento de la cuarentena si no se detectan otros casos. Sin embargo, mostraron su disposición a seguir en la línea de combate contra el nuevo coronavirus.
El aplauso a las 9:00 de la noche para el personal de la Salud se hace sentir aquí con fuerza, dirigido también a los estudiantes de carreras de técnico medio de ese sector dedicados a la pesquisa activa.
A pesar del difícil trance, el entusiasmo por rememorar en casa el Primero de Mayo mantiene atareados a todos en el adorno de fachadas y calles, con la esperanza de volver a juntarse en otro desfile proletario.
Camajuaní 2: El segundo foco
En la cabecera municipal, el consejo popular Camajuaní 2 disparó las alarmas en abril, al confirmarse la presencia de 11 personas aquejadas con la virosis al COVID-19.
Aquí también impera el silencio característico de una zona en cuarentena, donde más de 3000 personas permanecen en sus hogares hasta que cese la etapa de aislamiento, en una de las barriadas de su tipo con mayor densidad poblacional del país.
Al momento de nuestra visita, en los límites con Camajuaní 2, un camión de la Dirección Municipal de Comercio y Gastronomía descargaba insumos para los vecinos; mientras que el tractorista Samuel Hernández Nobrega, de la CCS Miguel íngel Pedroso, de Las Breas, en el Crucero Carmita, procedía a la entrega de un donativo de viandas y tomates para el hogar de ancianos y el círculo infantil ubicados en esa área restringida.

«Es lo menos que podemos hacer. Tenemos una obligación permanente con los ancianos y niños », expresó emocionado.
El presidente del Consejo de Defensa Camajuaní 2, Yoel Bello Manso, se refirió al rigor con que trabajan para que las personas no tengan que salir de sus viviendas.
«Los camiones cargados con provisiones llegan hasta la línea que limita esta barriada con el resto de Camajuaní. Otros vehículos procedentes de su interior se encargan de su traslado. Asimismo, un grupo de jóvenes se encarga de pagar la chequera a los pensionados ».
Explica cómo algunas industrias situadas en esa área tuvieron que parar momentáneamente, como el combinado de ron Cubanacán, la Planta ílamo, unidades de la Gastronomía y el banco. Este último fue reubicado, para que continuara la prestación de servicios imprescindibles.
Consejo Popular Mata-Vaquerito: En vigilia permanente
En Cifuentes tampoco el consejo popular Mata-Vaquerito ha bajado la guardia en un poblado donde fueron confirmados ocho casos con la COVID-19.
Las calles vacías en Mata evidencian el cumplimieto de las medidas orientadas por las autoridades locales, donde no encontré ningún niño expuesto al peligro de contagio.
En recorrido por esa comunidad, una carreta móvil acercaba a sus pobladores viandas, verduras y frutales procedentes de la Empresa de Acopio. Una experiencia no vista en otros municipios villaclareños.

Yoerky Ramírez Mesa, feliz con la iniciativa, se encargaba de venderlos a sus coterráneos. Entre los agradecidos estaba la futura docente Dachel Puyol Escobar, estudiante de 5o. año en la sede pedagógica Félix Varela, de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas, cuya práctica le parece oportuna en tiempos en que urge ayudar a las familias.
Las medidas adoptadas en Camajuaní y Cifuentes ante la proliferación de un enemigo común, son ejemplos de lo que se debe hacer para desterrar la COVID-19. Ambas experiencias preparan a la provincia para afrontar cualquier emergencia sanitaria o climática, y proteger al pueblo
El no reporte hasta la fecha de nuevos casos con la enfermedad demuestra que el distanciamiento social es una de las claves para ganarle la batalla a la epidemia.