
La alimentación en Villa Clara durante esta difícil etapa de incansable batalla contra la pandemia de la COVID-19, conlleva redoblar esfuerzos y sacar iniciativas debajo de la manga cual magos milagrosos. Aunque, en realidad, la verdadera magia radica en el trabajo constante de decenas de hombres y mujeres de diferentes entidades.
En un recorrido de trabajo encabezado por Yudí Rodríguez Hernández, presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP), por los municipios de Caibarién, Remedios, Camajuaní y Santa Clara, se constató el empeño de directivos y trabajadores de la industria pesquera y alimentaria para mantener la producción destinada al pueblo, así como la exportación.
Pudo observarse cómo a pesar de limitaciones existentes con la materia prima, los volúmenes productivos han ido creciendo gracias a la diversificación de productos para lograr mantener los renglones básicos, y con una mirada al abastecimiento de la población, fundamentalmente.
En la industria pesquera la cadena productiva se desenvuelve como el mecanismo de un reloj. Cada persona en su puesto de trabajo y concentrados disciplinadamente en su labor, posibilita que la oferta se mantengan lo más posible en los puntos de venta.
De la Unidad Empresarial Básica Villamar, perteneciente a la Epicai (Empresa Pesquera Industrial de Caibarién), salen a diario variedades de croquetas, masas, hamburguesas, chorizo de pescado, picadillo condimentado, entre otros. Su destino se encamina al mercado interno en divisa y en moneda nacional, y para la exportación.
Para Juan Carlos Ceballos Jiménez, trabajador con más de 20 años de experiencia, producir alimentos para el pueblo constituye una actividad de gran importancia en los momentos actuales.
«Es muy significativo nuestra labor, por la situación que tiene el país y mundo por causa de la pandemia. Nosotros no hemos dejado de trabajar, entramos desde las 7:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde. Cumplimos con las medidas sanitarias, y hasta ahora no ha habido problemas », manifiesta.
Igual entusiasmo se respira en UEB Induvilla, de Pescavilla, en Santa Clara, en la que se elaboran productos muy demandados por el pueblo con ejemplares de agua dulce como pez gato, claria y tenca. Esta última constituye una joya preciada para le exportación, pues su vejiga natatoria es altamente demandada en el continente asiático.

En la UEB Empacadora Osvaldo Herrera, del consejo popular Vega de Palma, de Camajuaní, perteneciente a la empresa cárnica de Villa Clara, sus trabajadores se mantienen en permanente actividad.
Su directora, Yamirka Torres Granela, explica pormenores de la industria en la actualidad.
«Se confeccionó una estrategia a nivel nacional de realizar deshuese total, con lo cual logramos sobrecumplir la producción de carnes y conservas con más de 400 toneladas, y logramos hacer más de 60 t de croquetas.
«A pesar de haber trabajado con el 60% de la materia prima que recibimos habitualmente, no dejamos de elaborar croquetas, mortadella tradicional y roja, gracias a formulaciones nuevas que se están aplicando en estos momentos », dijo.

Por su parte, la fábrica de conserva Los Atrevidos, de San Juan de los Remedios, se han ido cumpliendo los indicadores del plan de venta, por lo cual los trabajadores han obtenido estimulación salarial todos los meses. Ahora se elaboran productos derivados del tomate, como la salsa de pizza, puré, salsa Vita Nuova y sopa, con diversos destinos.

También, la planta de helado Las Tres Marías, de Camajuaní, cuenta con una novedosa tecnología y un personal altamente calificado. Con una capacidad de 800 galones diarios buscan alternativas para mantener ese nivel de fabricación, como el uso de frutas naturales con las que se harán las primeras pruebas en breve tiempo.
Asimismo, la Embotelladora Central (antigua Coca Cola), de la Empresa de Bebidas y Refrescos Villa Clara, trabaja sin descanso para satisfacer la demanda cada vez más alta de la población, y sobre todo para los venideros meses de calor.
La panadería Boulevard 2, de la Cadena del Pan, presentó variadas iniciativas en la confección del demandado producto. Entre ellos llamó la atención el pan de moringa y remolacha, confeccionado con calidad por los jóvenes trabajadores del local.
Sobre el desempeño de los trabajadores de las fábricas visitadas, comentó la presidenta del CDP:
«En los colectivos hay un deseo de hacer con los recursos que tenemos dentro del país. Creo que es una manera de crecerse ante la situación de crisis económica que vive el mundo e impacta sobre la economía cubana, arreciada por el bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos.
«Hay que seguir diversificando e incrementando la producción, para que también haya posibilidad de que la gente pueda escoger de acuerdo a las posibilidades adquisitivas que tengan.
