
Los azucareros villaclareños incorporaron el jueves, con la llegada del «Quintín Bandera » a su complimiento de producción de crudo y refino, el sexto de los ingenios que satisfacen sus metas productivas, y a pesar de las condiciones anormales que provoca el enfrentamiento a la COVID-19 y el flujo húmedo de lluvias, la zafra continúa en el territorio.
La planta fabril de Corralillo hizo 30 000 toneladas de azúcar blanca, y en adelante prevé elaborar otras 15 000, mientras en crudo completó más de 25 060, volumen que permitió a partir del empleo de la biomasa en los terminados autoabastecer el proceso de refinación.
A la provincia, cuando llegaron las lluvias y se espera por un posible oreo en los campos, restan unas 12 800 toneladas para arribar al plan de producción. No obstante, constituye el territorio cubano que más crudo concluye.
En operaciones continuarán los centrales «Heriberto Duquesne » (Remedios), «Héctor Rodríguez » (Sagua la Grande), «Abel Santamaría » (Encrucijada), y el «Carlos Baliño »(Santo Domingo), mientras cerraron sus labores industriales el «Panchito Gómez Toro » (Quemado de Gí¼ines) y la refinería «Chiquitico Fabregat », en Zulueta.
La zafra en Villa Clara, a pesar de la consagración de los azucareros por conseguir las 177 000 toneladas, después de cinco meses de acciones agroindustriales, depende del comportamiento de las precipitaciones.