

Más de 1 millón de metros cuadrados de gasas quirúrgicas ha producido la Empresa Textil Desembarco del Granma, en Santa Clara, en los últimos dos meses, con destino a instituciones de la Salud.
María de los íngeles García Hernández, directora técnica y de mantenimiento industrial de esa entidad, informó a Vanguardia que a pesar de la actual situación epidemiológica y de afrontar dificultades a principios del 2020 con las piezas de repuesto y el personal de esa planta, el ritmo productivo tiende a incrementarse, con montos diarios superiores a los 50 000 m ² de un renglón que sustituye importaciones.
Durante esa etapa, también elaboraron 68 000 m ² de tejido para nasobucos de centros asistenciales, así como 90 200 m ² de tela para piyamas de hospitales que atienden a personas enfermas con la COVID-19 y 75 000 m ² para batas sanitarias.

Otro encargo al que no han renunciado lo constituyen los hilos de coser Ariadna, dirigidos fundamentalmente a la Empresa de Confecciones PUNTEX, en La Habana, y los talleres de confecciones textiles.
García Hernández precisó que en estos momentos laboran en la fábrica unos 390 trabajadores y el resto permanece en su hogar para prevenir la epidemia, al formar parte de los grupos vulnerables por su avanzada edad, padecer de alguna enfermedad o ser madre con niños pequeños. Otros están acogidos a la modalidad de trabajo a distancia.
Para garantizar las producciones teniendo en cuenta que la mayoría de los obreros proceden de seis municipios, además de Santa Clara, fue protegido el transporte, con un estricto control de las medidas higiénico-sanitarias establecidas para su traslado.

En esa industria, alta consumidora de energía, las estrategias aplicadas le han permitido enmarcarse en su plan. Entre las acciones emprendidas para alcanzar ese objetivo se encuentran: el acomodo de la carga, la paralización en el horario pico diurno y nocturno de equipos no priorizados sin producción continua, la sustitución de luminarias convencionales por lámparas LED, y el control diario del consumo y demanda por áreas.
En la «Desembarco del Granma » concluyeron los compromisos asociados a la COVID-19, y ahora emprenden la producción de tejidos para el uniforme escolar y militar, y la ropa de trabajo del sector agrícola. Sin embargo, como afirmó su directora técnica y de mantenimiento industrial, existe la voluntad de asumir cualquier otra encomienda si fuera necesario.