

Con el propósito de garantizar la sustitución de importaciones de sacos de polipropileno para envasar producciones de sectores priorizados, la empresa textil Luis Augusto Turcios Lima, de Santa Clara, conocida como SAREX, mantiene activa su novedosa maquinaria.
Yoanka Martínez González, directora de Producción de esa fábrica perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Ligera (GEMPIL), informó a Vanguardia que cerraron el mes de mayo con 16 000 000 de unidades, con destino a sectores priorizados como: Azcuba, la Agricultura, la Industria Alimentaria y la Empresa de la Sal, aunque pequeños lotes se comercializan con la Empresa de Producciones Varias PROVARI, para el embalaje de carbón vegetal.
Precisó que a pesar de la actual situación epidemiológica que enfrenta el país, esa entidad mantiene su habitual ritmo productivo, sin dejar de cumplir las medidas higiénico-sanitarias establecidas, con una fuerza laboral integrada por 271 obreros. Los trabajadores que por su edad o padecimiento resultan vulnerables al nuevo coronavirus, permanecen en sus casas.
Martínez González expresó que la materia prima de los primeros ocho meses del año está asegurada, mientras que el resto se encuentra en proceso de contratación para garantizar las producciones hasta diciembre.
También anunció la reanudación en agosto de la confección de frazadas de piso, dirigidas fundamentalmente al sector educacional.
Para la permanencia de los turnos de trabajo en tejeduría y el área de la extrusora cuentan con cinco ómnibus, parte de ellos contratados.


En una industria de alto riesgo por la constante entrada y salida de camiones autorizados procedentes de otras provincias, encargados de transportar la mercancía hacia su destino final, no se descuida la pesquisa activa, tanto en los trabajadores como en los visitantes, así como la desinfección de vehículos. De igual forma, acercaron el área comercial a los clientes para evitar la entrada de personas ajenas a esa entidad a la fábrica y los almacenes.
La «Luis Augusto Turcios Lima » forma parte de las entidades villaclareñas altas consumidoras de energía, y en tiempos que demandan el ahorro de electricidad desaceleran la velocidad de las máquinas en horario pico y desplazan la impresión de rótulos de sacos para la madrugada y la mañana, entre otras acciones que favorecen este empeño.