
El aprovechamiento de las tierras pertenecientes al fondo agropecuario de los azucareros villaclareños continúa en ritmo ascendente con la plantación de cultivos varios, entre los que incluyen aquellos de ciclo corto.

Sin abandonar la siembra de caña, con atrasos, y las atenciones culturales a la gramínea, apenas una semana atrás el programa de plantación de viandas, granos y hortalizas rebasó un 8 %, superficie que ubica al sector con unas 2393,5 hectáreas en fomento. No obstante, algunas entidades del ramo incumplen sus compromisos.
También las cosechas durante el período, todavía insuficientes ante los reclamos del país para disminuir las importaciones de alimentos tras el azote mundial de la COVID-19, superan las 4745,8 toneladas acopiadas, válidas para un 31 % por encima del volumen previsto.
Esas acciones están consideradas una garantía inminente en los programas de autoabastecimiento municipales y en las ofertas de alimentos a comunidades y bateyes en los cuales residen unos 80 000 trabajadores y campesinos, así como los familiares de las fuerzas vinculadas a labores cañeras, industriales y de prestaciones de servicios.
En los últimos meses, y hasta julio, se alistaron tierras con el empleo de maquinaria agrícola y tracción animal. De igual forma, propagan y asisten siembras de plátano, yuca, boniato, oleaginosas como el ajonjolí, además de frijol caupí. Del primero de los cultivos restan por plantar unas 438,4 ha, mientras en yuca y hortalizas con superficies en existencia y desarrollo aspiran a mayores fomentos.
El programa de frutales, ascendente a unas 52.9 ha de nuevos sembrados, tiene discretos avances. Las cosechas sobrepasan las 210.6 toneladas, representativas de un 88 % de cumplimiento.

Los módulos pecuarios en lotes cañeros, con crías de ovino-caprino, cerdos, conejos y gallinas, están entre las prioridades de reforzamiento de la dieta diaria a los agroindustriales y ventas a trabajadores.
El encargo estatal, válido en la sustitución de importaciones, acumuló en el período unos 458 400 litros de leche dirigidos a industrias villaclareñas. A mataderos enviaron unas 219, 9 t de carne vacuna, pero la porcina está por debajo de los cálculos formulados.