
El lote cañero se revitaliza al vincular el fomento de plantaciones que garantizan materia prima a los ingenios con despliegues agropecuarios, procesos decisivos en el desarrollo azucarero y el autoabastecimiento de alimentos a trabajadores del sector y sus familiares.

Las relaciones de producción existieron antes, pero en adelante las unidades agrícolas villaclareñas, al igual que en todo el país, son responsables de la dieta que se consume en las dependencias del ramo. También aportarán cosechas, así como carne bovina y leche a industrias estatales encargadas de sustituir importaciones según las entregas normadas a la población.
Amado Cordero López, director de Atención a Productores en la Empresa Azucarera Villa Clara, destacó a Vanguardia que el Ministerio del Comercio Interior (Mincin) eliminó, por decisión del país ante la carencia de financiamiento y limitación de importaciones, determinadas asignaciones de alimentos que antes recibían de manera planificada.
En adelante las entidades agroindustriales y de servicios de la provincia recibirán azúcar y sal normadas, añadió. Por tal razón, sin desatender las responsabilidades en las plantaciones cañeras, las 101 unidades estatales y aquellas integradas al movimiento campesino y cooperativo del sector están inmersas en la explotación eficiente de suelos dedicados a la obtención de viandas, granos, frutas y vegetales.
Dijo que tienen el compromiso, con independencia del autoabastecimiento y las ventas a trabajadores, de entregar 106 toneladas de arroz a los azucareros de Granma y Guantánamo, territorios que no cosechan el cereal.

También organizan módulos pecuarios para la crianza de ganado ovino-caprino, porcino, cunícula, así como el fomento avícola con el propósito de conseguir carne y huevos con destino a comedores, bateyes y comunidades, precisó. Impulsarán, asimismo, la elaboración de dulces caseros, conservas de frutas y vegetales, y la obtención de grasa comestible extraída del cerdo y de plantas oleaginosas.
Tienen en explotación 11 de esas instalaciones y laboran en otras 58 unidades con la finalidad de tener, en saludo al 26 de Julio, 82 habilitadas con animales y superficies de cultivos varios en fomento y cosechas. En las mañanas los trabajadores y campesinos atenderán las plantaciones cañeras, y en las tardes y fines de semana se vincularán al desarrollo agropecuario, principio que rige desde el lote en producción.

Las simientes agámicas y botánicas para la agricultura son seleccionadas en áreas específicas de los bancos de semillas de caña, así como en centros de investigaciones y biofábricas del Minag, encargadas, además, de asesoramientos técnicos.
La agricultura se asumirá, en lo fundamental, con rotación de cultivos y el empleo de la tracción animal, indispensable para el ahorro de combustible. En diferentes áreas de siembra, por sus cercanía a los bancos de semillas, se contará con riego de agua, y uso de biofertilizantes y bioplaguicidas, como ocurre en la UBPC Bermejal, en Santo Domingo; el último de los módulos inaugurado la pasada semana, recalcó el directivo.


Cordero López apuntó que existen 51 convenios porcinos que reciben un 30 % de pienso industrial, mientras el suministro restante se logra a partir de derivados cañeros y residuos de cosechas. También, con similares fines, siembran y explotan la morera, moringa y Tithonia, plantas que aportan proteínas a los animales y se emplean en la crianza de bovinos destinados a aportes de carne y leche para el autoabastecimiento y las ventas estatales contratadas.
A partir del desarrollo y cantidad de trabajadores que laboran en el lote cañero, el módulo agropecuario será decisivo para garantizar la alimentación de más de 65 000 azucareros y sus familiares. Es un rumbo productivo que Villa Clara está obligada a considerar, en busca de otras potencialidades para el autoabastecimiento local y la sustitución de importaciones.