
La siembra de caña en el período de primavera cerró en Villa Clara con un atraso de un 25 %, de acuerdo con un volumen ascendente a unas 11 200 hectáreas planificadas, hecho que obliga a contrarrestar los incumplimientos ocasionados por la carencia de combustible y las lluvias en los primeros meses del año.
Al comenzar en julio la campaña de frío, hay plantadas 8400 ha, y por etapas se adicionarán las dejadas de ejecutar, dijo Andrés Durán Fundora, director de la Empresa Azucarera.

Añadió que el sector, a pesar de los arrastres negativos registrados de enero a mayo, tiene el propósito de llegar a las 19 300 incluidas en el calendario anual para detener los decrecimientos cañeros en el territorio mayor productor de crudo del país.

Durante el pasado mes las diez unidades productoras de la provincia lograron un saldo positivo y rebasaron el compromiso de siembra de unas 3632 ha, cifra muy cercana a lo programado en junio y agosto, con lo cual se irán descontando las deudas precedentes, refirió.
El alistamiento de tierra, la calidad de la semilla empleada, la siembra a tres trozos de caña para conseguir mayores pronósticos de germinación, la población en las cepas por campo y el incremento de los rendimientos agrícolas figuran entre las acciones sistemáticas que acometen.
Durán Fundora acotó que, según la eficacia alcanzada en la plantación, el herbicida residual aplicado en las siembras atenuará la expansión de malas hierbas y dará posibilidades a reglamentar un seguimiento estable en las atenciones culturales a los cañaverales.
En septiembre-octubre las faenas se concentrarán en áreas de secano, y en los dos últimos meses el mayor esfuerzo y la maquinaria se volcarán hacia la costa norte, zonas con riego de agua, lo que garantiza la humedad en los suelos y permite conseguir el volumen anual propuesto, recalcó.