
Ha pasado el tiempo, tantos como 46 años de duro bregar en el afán de convertir a la Salud en pilar del pueblo. Una etapa de logros, también de incomprensiones, pero que, sin duda, conforman un camino en beneficio de la colectividad de esta provincia central cubana.

Ello se le reconoce al Dr. Isidoro Francisco Padilla Magdaleno tras ser liberado por reposición de sus funciones como director del hospital universitario Arnaldo Milián Castro, al que un día arribó con los bríos de un especialista en Ortopedia y Traumatología luego de su desempeño en la institución que hoy lleva el nombre de Celestino Hernández Robau.
Y en este último día al frente de «Milián Castro » le llegó el reconocimiento de Personalidad Distinguida, conferido por el Partido y el Gobierno de la provincia, para quienes gozan del mérito público y dignifican a nuestro pueblo.
Así lo hizo saber Yaritza Moya Caballero, secretaria del Consejo de Gobierno en Villa Clara, quien destacó la trayectoria caracterizada por el distingo profesional, por su exigencia individual y con sus subordinados en el cumplimiento de la disciplina y principios éticos.
El distintivo fue entregado por Yudí Rodríguez Hernández, presidenta del Consejo de Defensa Provincial, y Alberto López Díaz, su vicepresidente, y a las muestras que dan fe de la labor se unieron la Dirección Provincial de Salud, por parte de la Dra. Gretza Sánchez Padrón, y la del Sindicato del ramo, encabezado por la Dra. Moraima Claro Rodríguez.
Para guiar los destinos del hospital Arnaldo Milián Castro fue designado el Dr. Luis Monteagudo Lima, de fundamentada experiencia y quien ejercía como vicedirector del Cardiocentro Ernesto Che Guevara de Villa Clara.
Hay momentos en que la voz tiende a cuartearse producto de tantas emociones. Le ocurrió al Dr. Padilla al improvisar las palabras con las que dejó la gratitud al esfuerzo de los 60 cuadros directivos del centro como artífices de los resultados del hospital que el próximo 8 de octubre cumplirá tres décadas de su puesta en marcha.

decir del orador, sin ellos y el resto de los servicios, con casi 2400 trabajadores, nunca verían la realidad cada empeño logrado.
«Hoy me retiro como cuadro, pero mi acción y mi pensamiento siguen al lado de ustedes, y cada vez que se necesiten mis esfuerzos ahí estarán », afirmó.