La epopeya hidrológica en Villa Clara

Aunque las intensas lluvias de la tormenta tropical Eta causaron estragos casi en todo el territorio villaclareño, la infraestructura hidráulica de la provincia no reporta daños.

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Presa Palmarito, en Villa Clara, Cuba.
La presa Palmarito vertió gastos máximos de alrededor de 600 metros cúbicos por segundo. (Foto: Elizabeth Quintana Aparicio)
Mónica Sardiña Molina
Mónica Sardiña Molina
@monicasm97
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15 Noviembre 2020

Después de ocho meses de pandemia, continuas agresiones económicas con sello «revuelto y brutal », y tensiones polí­ticas en todo el mundo, pensamos que las elecciones presidenciales en Estados Unidos serí­an el último brote de incertidumbre del 2020. Entonces apareció «Eta », con una trayectoria caprichosa y la promesa de no alejarse del mar Caribe sin hacer escala en la mayor de las Antillas. ¡Y qué escala!

El 28. ° evento meteorológico de la actual temporada ciclónica atravesó la isla el pasado 8 de noviembre. Aunque la jornada transcurrió con relativa calma para los villaclareños, durante la noche del dí­a 9 y la madrugada del 10, intensas lluvias asociadas a una banda de alimentación de la tormenta tropical perturbaron la normalidad.

La furia de las aguas

Según Lisardo González Saavedra, subdelegado adjunto de Recursos Hidráulicos en Villa Clara, entre las 8:00 p.m. y las 6:00 a.m., los pluviómetros de Santa Clara y Placetas marcaron acumulados superiores a los 100 milí­metros. Manicaragua reportó una media de 297,8; y en varias localidades de la provincia incluidos puntos de la zona montañosa los registros sobrepasaron los 400 milí­metros. Todos los í­ndices superan la media histórica del mes de noviembre.

Para Tomás Dí­az Pérez, director nacional de Diseño y Servicios Ingenieros de la OSDE Gestión Integral de Aguas Terrestres, varios factores transformaron el lí­quido vital en amenaza. «â€œEta” llegó al final del perí­odo lluvioso con suelos saturados y considerables reservas acuí­feras. Además, las precipitaciones intensas y persistentes nos obligaron a evacuar grandes volúmenes de agua en poco tiempo ».

Presa Alacranes, en Villa Clara.
«Alacranes » es el tercer embalse de Cuba en cuanto a capacidad de almacenamiento. Para aliviar sus aguas, sin provocar grandes daños a las comunidades aledañas, los especialistas extremaron las precauciones. (Foto: Alfredo Garcí­a Pimentel)

Con el escurrimiento desde las montañas y el crecimiento de los cauces, entre las 10:00 a.m. y las 5:00 p.m. del pasado martes, la situación hidrológica se tornó alarmante. Ocho de las 12 presas alcanzaron su capacidad máxima y resultó imprescindible el vertimiento en nueve embalses.

González Saavedra explica que los operarios y especialistas de Recursos Hidráulicos asumieron un reto doble: aliviar grandes volúmenes del lí­quido acumulado para preservar la seguridad constructiva de las presas, y disminuir los riesgos de inundaciones en comunidades aledañas a las corrientes de agua, sobre todo en los municipios de Sagua la Grande, Encrucijada y Santo Domingo.

«Respecto al desbordamiento de los rí­os, el mayor problema fue en la cuenca de Sagua la Chica informó. Si bien las aguas mantuvieron niveles inferiores a los alcanzados durante la tormenta subtropical Alberto, sí­ hubo afectaciones, especí­ficamente en la comunidad de El Santo. Pero los pobladores de la zona ya estaban evacuados y no tuvimos que lamentar la pérdida de vidas humanas ».

Emergencia en Palmarito

En materia de recursos hidráulicos el daño más significativo recayó sobre la interrupción del tránsito en la Autopista Nacional durante casi 24 horas; pues, como resultado de las operaciones en la presa Palmarito, las aguas sobrepasaron el puente del rí­o Sagua la Grande en el kilómetro 254 de la ví­a.

Tramo de la Autopista Nacional inundado durante la tormenta tropical Eta.
El llenado súbito de la presa Palmarito y el vertimiento de sus aguas sobre el cauce del rí­o Sagua la Grande interrumpieron, en el km 254, la ví­a de comunicación más importante del paí­s durante casi 24 horas. (Foto:  Luis Evidio Martí­nez)

El escurrimiento desde las montañas y las continuas lluvias sobre 70 000 000 de metros cúbicos ya acumulados llenaron súbitamente el embalse. «La eficiencia de los operadores permitió minimizar el peligro y mantener el volumen total de 80 000 000 de metros cúbicos para afrontar el perí­odo seco que recién comienza », detalló Juan José Medina Soca, director de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Villa Clara.

«Muchas personas ven las presas como un peligro. Por el contrario, estas permiten retener grandes cantidades de agua, regular el lí­quido que se vierte y reutilizar el que queda almacenado. Si el embalse no hubiera estado ahí­, la inundación de la Autopista se habrí­a prolongado mucho más de un dí­a », sentenció Lisardo González Saavedra.

Buenas noticias

El subdelegado adjunto de Recursos Hidráulicos en Villa Clara anuncia con beneplácito que no ocurrieron afectaciones en la infraestructura de la provincia. Las presas, las plantas potabilizadoras y las estaciones de bombeo presentan buenas condiciones técnicas.

Presa La Quinta, en Villa Clara.
Todaví­a persiste el monitoreo de las aguas vertidas desde las presas La Quinta (en la imagen) y Minerva, para mitigar las inundaciones en la comunidad de El Santo. (Foto: Osmary Torres Vega)

«Solamente tuvimos interrupciones en el suministro de agua a la ciudad de Santa Clara, porque los residuos arrastrados desde la montaña enturbian las aguas y afectan la calidad del lí­quido vital que ofrecemos a la población. Los compañeros de Acueducto y Alcantarillado trabajan para resolver este problema lo más pronto posible », expuso.

El directivo asegura que la extensión de las lluvias por casi toda la geografí­a villaclareña dejó las cuencas superficiales en estado favorable. A inicios del perí­odo seco en Cuba, la provincia recuperó alrededor de   60 000 000 de metros cúbicos de agua. Excepto Hanabanilla y Palma Sola, todos los embalses se encuentran a plenitud de sus capacidades, para un 87,7 % de llenado.

Aunque las mayores precipitaciones cayeron en la zona montañosa, la presa ubicada en esa región no completó su capacidad. Sin embargo, recibió 30 000 000 de metros cúbicos y alcanzó el 67,7 % del volumen total. Así­, garantiza el abasto a la población y la generación de energí­a eléctrica.

Rí­o Sagua, en Villa Clara.
Tras las lluvias intensas y los vertimientos de las presas, el cauce del rí­o Sagua la Grande se mantiene estable. (Foto: José Miguel Pérez Dib)

Luego de una estancia poco grata cerca del territorio cubano, la tormenta tropical Eta continuó su movimiento al norte. Los especialistas de Recursos Hidráulicos en Villa Clara mantienen el monitoreo de los cauces próximos a las comunidades de El Santo, Pavón y el municipio de Santo Domingo, en comunicación permanente con las autoridades del Partido y el Gobierno en dichos territorios.

Reducir los peligros, preservar las reservas acuí­feras y usar racionalmente las reservas hí­dricas constituyen máximas para los trabajadores de Recursos Hidráulicos. Ni «Eta » ni el resto del alfabeto griego podrán abatir el desvelo de especialistas y las manos diestras de operarios, que se ocultan detrás de cada metro cúbico almacenado.

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