
Después de ocho meses de pandemia, continuas agresiones económicas con sello «revuelto y brutal », y tensiones políticas en todo el mundo, pensamos que las elecciones presidenciales en Estados Unidos serían el último brote de incertidumbre del 2020. Entonces apareció «Eta », con una trayectoria caprichosa y la promesa de no alejarse del mar Caribe sin hacer escala en la mayor de las Antillas. ¡Y qué escala!
El 28. ° evento meteorológico de la actual temporada ciclónica atravesó la isla el pasado 8 de noviembre. Aunque la jornada transcurrió con relativa calma para los villaclareños, durante la noche del día 9 y la madrugada del 10, intensas lluvias asociadas a una banda de alimentación de la tormenta tropical perturbaron la normalidad.
La furia de las aguas
Según Lisardo González Saavedra, subdelegado adjunto de Recursos Hidráulicos en Villa Clara, entre las 8:00 p.m. y las 6:00 a.m., los pluviómetros de Santa Clara y Placetas marcaron acumulados superiores a los 100 milímetros. Manicaragua reportó una media de 297,8; y en varias localidades de la provincia incluidos puntos de la zona montañosa los registros sobrepasaron los 400 milímetros. Todos los índices superan la media histórica del mes de noviembre.
Para Tomás Díaz Pérez, director nacional de Diseño y Servicios Ingenieros de la OSDE Gestión Integral de Aguas Terrestres, varios factores transformaron el líquido vital en amenaza. «â€œEta†llegó al final del período lluvioso con suelos saturados y considerables reservas acuíferas. Además, las precipitaciones intensas y persistentes nos obligaron a evacuar grandes volúmenes de agua en poco tiempo ».

Con el escurrimiento desde las montañas y el crecimiento de los cauces, entre las 10:00 a.m. y las 5:00 p.m. del pasado martes, la situación hidrológica se tornó alarmante. Ocho de las 12 presas alcanzaron su capacidad máxima y resultó imprescindible el vertimiento en nueve embalses.
González Saavedra explica que los operarios y especialistas de Recursos Hidráulicos asumieron un reto doble: aliviar grandes volúmenes del líquido acumulado para preservar la seguridad constructiva de las presas, y disminuir los riesgos de inundaciones en comunidades aledañas a las corrientes de agua, sobre todo en los municipios de Sagua la Grande, Encrucijada y Santo Domingo.
«Respecto al desbordamiento de los ríos, el mayor problema fue en la cuenca de Sagua la Chica informó. Si bien las aguas mantuvieron niveles inferiores a los alcanzados durante la tormenta subtropical Alberto, sí hubo afectaciones, específicamente en la comunidad de El Santo. Pero los pobladores de la zona ya estaban evacuados y no tuvimos que lamentar la pérdida de vidas humanas ».
Emergencia en Palmarito
En materia de recursos hidráulicos el daño más significativo recayó sobre la interrupción del tránsito en la Autopista Nacional durante casi 24 horas; pues, como resultado de las operaciones en la presa Palmarito, las aguas sobrepasaron el puente del río Sagua la Grande en el kilómetro 254 de la vía.

El escurrimiento desde las montañas y las continuas lluvias sobre 70 000 000 de metros cúbicos ya acumulados llenaron súbitamente el embalse. «La eficiencia de los operadores permitió minimizar el peligro y mantener el volumen total de 80 000 000 de metros cúbicos para afrontar el período seco que recién comienza », detalló Juan José Medina Soca, director de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Villa Clara.
«Muchas personas ven las presas como un peligro. Por el contrario, estas permiten retener grandes cantidades de agua, regular el líquido que se vierte y reutilizar el que queda almacenado. Si el embalse no hubiera estado ahí, la inundación de la Autopista se habría prolongado mucho más de un día », sentenció Lisardo González Saavedra.
Buenas noticias
El subdelegado adjunto de Recursos Hidráulicos en Villa Clara anuncia con beneplácito que no ocurrieron afectaciones en la infraestructura de la provincia. Las presas, las plantas potabilizadoras y las estaciones de bombeo presentan buenas condiciones técnicas.

«Solamente tuvimos interrupciones en el suministro de agua a la ciudad de Santa Clara, porque los residuos arrastrados desde la montaña enturbian las aguas y afectan la calidad del líquido vital que ofrecemos a la población. Los compañeros de Acueducto y Alcantarillado trabajan para resolver este problema lo más pronto posible », expuso.
El directivo asegura que la extensión de las lluvias por casi toda la geografía villaclareña dejó las cuencas superficiales en estado favorable. A inicios del período seco en Cuba, la provincia recuperó alrededor de 60 000 000 de metros cúbicos de agua. Excepto Hanabanilla y Palma Sola, todos los embalses se encuentran a plenitud de sus capacidades, para un 87,7 % de llenado.
Aunque las mayores precipitaciones cayeron en la zona montañosa, la presa ubicada en esa región no completó su capacidad. Sin embargo, recibió 30 000 000 de metros cúbicos y alcanzó el 67,7 % del volumen total. Así, garantiza el abasto a la población y la generación de energía eléctrica.

Luego de una estancia poco grata cerca del territorio cubano, la tormenta tropical Eta continuó su movimiento al norte. Los especialistas de Recursos Hidráulicos en Villa Clara mantienen el monitoreo de los cauces próximos a las comunidades de El Santo, Pavón y el municipio de Santo Domingo, en comunicación permanente con las autoridades del Partido y el Gobierno en dichos territorios.
Reducir los peligros, preservar las reservas acuíferas y usar racionalmente las reservas hídricas constituyen máximas para los trabajadores de Recursos Hidráulicos. Ni «Eta » ni el resto del alfabeto griego podrán abatir el desvelo de especialistas y las manos diestras de operarios, que se ocultan detrás de cada metro cúbico almacenado.