
No pudo hacerse antes. Las inclemencias del tiempo por la impertinente tormenta tropical Eta, junto a otras situaciones imprevistas, dejaron pendiente el reconocimiento especial a esos villaclareños de la Salud que desafiaron peligros, y demostraron los sentimientos humanos al marchar a otras provincias para aliviar y proteger la vida ante un «huracán » llamado COVID-19.

En esta oportunidad fueron 31, entre médicos, personal de enfermería, estadísticos y técnicos, quienes integraron las brigadas e irrumpieron en Ciego de ívila y en otras provincias donde el panorama sanitario complejo hizo necesarios la pericia, el talento y la solidaridad.
Para Yudí Rodríguez Hernández, presidenta del Consejo de Defensa Provincial (CDP), imperaba el encuentro, a fin de estar más cerca y permitir que las vivencias fluyeran. Así fue.
El marco propició hasta para confesiones personales que por primera vez se hacían públicas. Hubo días en que resultaba imposible conciliar el sueño, mientras la pregunta de cómo salir de la situación propiciada por la pandemia venía una y otra vez; sin embargo, rodearse de personas que miran las adversidades con pupilas optimistas, unido a los colaboradores de múltiples organismos que aportaron a las soluciones, al apoyo incondicional de la ciencia y a la entrega de nuestro personal de la Salud, hicieron que se encontrara el camino.

Lo ocurrido en el Hogar de Ancianos número 3 en Santa Clara, junto a otros eventos reportados, puso en tensión a Villa Clara, pero a la vez desató el caudal de aprendizaje y de retos que lograron vencerse gracias a la valía villaclareña.
Hay experiencias inolvidables: El momento en que la máxima dirección de Salud en Cuba impuso el reto de analizar las pruebas aquí sin tenerlas que enviar al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), en La Habana. Y cuando en el Laboratorio de Biología Molecular (LBM) enfrentaron el primer diagnóstico de COVID-19 realizado en el país y todavía no podían creer que ya la epidemia estaba afectando.
Como recordó su directora, la Dra. Lourdes Sánchez ílvarez, de un día para otro el laborioso colectivo tuvo que asumir el examen de PCR de las cinco provincias centrales, trabajó en turnos de 24 horas con meticulosidad extraordinaria y llegó sobre la marcha a capacitar a 32 especialistas con el récord de haber procesado 120 000 muestras.
Si de recuerdos se trata, están los del Dr. Rodolfo Ramírez ílvarez, representante de la brigada de expertos villaclareños que se trasladó a Ciego de ívila, en medio del rebrote más grande del país, una cadena compleja que conllevó el despliegue de numerosas estrategias a base de mucha disciplina y apoyado en el sistema de trabajo villaclareño que ofrecieron notorios resultados.
La experiencia del Dr. Orlando ílvarez Núñez, director de Salud en Remedios, fue también de suma utilidad para la provincia avileña. Recordó cuando en una tarde noche lo llamaron de la Dirección Provincial de Salud para conocer su disposición de partir a ese terruño.
Pocas horas después marchaba hacia allá con las preocupaciones propias de la familia y de sus hijas, pues padece de hipertensión arterial y diabetes mellitus.
«Estas se fueron conmigo, pero no podía decir que no », y agregó que esta vivencia significó para todo el equipo una misión sin precedentes entre todas las realizadas.

De igual forma el Dr. José Luis Díaz Martel, un joven especialista al frente del Departamento de Epidemiología en Camajuaní, describió la labor realizada en el área que le correspondió, al igual que la enfermera intensivista Rosana Trujillo Gálvez, del hospital Arnaldo Milián Castro, y el Dr. Lázaro Jiménez Domínguez, jefe de Medicina Interna en la referida institución, quien reforzó la idea de que el mayor compromiso de un médico es, por encima de todos, el deber sagrado con la humanidad que aguarda y no admite espera.
Cada una de las anécdotas expuestas y los resultados del trabajo valieron para que Yudí Rodríguez Hernández ratificara el principio de que «la medicina villaclareña tiene un prestigio ganado ».
Como parte del reconocimiento a cada integrante les llegó el Sello del Valiente, instituido por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTS), y cuya entrega resultó la primera realizada en una provincia como parte de la Jornada de Homenaje al Trabajador de la rama en Villa Clara, que se extiende hasta el 3 de Diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana.

A su vez el Dr. Rodolfo Ramírez entregó a Gretza Sánchez Padrón, directora de Salud en Villa Clara, el diploma de reconocimiento (y agradecimiento) del Consejo de Defensa avileño, por las acciones realizadas por los expertos villaclareños de cara a la pandemia.
Canciones muy cubanas que se llevan muy adentro, como La bayamesa y El necio constituyeron los regalos de Anaili Pérez y Yoandy Guerra (el Indio) para los homenajeados.
Milaxy Sánchez Armas, vicegobernadora de la provincia, y otros dirigentes compartieron esta jornada sabatina, que incluyó el tributo a Ernesto Che Guevara en el Complejo Monumentario que lleva su nombre, y a los combatientes del Mausoleo del Frente de Las Villas. Un homenaje de recordación de estos valientes que hoy inspiran respeto.