Enmendar las brechas con responsabilidad colectiva

El arribo de viajeros que incumplen los protocolos sanitarios y transmiten el nuevo coronavirus complica la situación epidemiológica en Villa Clara. No sea usted un caso positivo más.

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Joven con nasobuco en bicicleta.
Prevenir el contagio de la COVID-19 impone nuevos estilos de vida que vinieron para quedarse. (Foto: Carolina Vilches Monzón)
Mónica Sardiña Molina e Idalia Vázquez Zerquera
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27 Noviembre 2020

A partir del actual escenario que vive la provincia, ante la llegada de viajeros procedentes de distintas latitudes, el incremento de casos importados y el número de sospechosos contactos de los arribantes, de nuevo se activaron en Villa Clara los Grupos de Trabajo Temporal   provincial y municipales para cortar la trasmisión de la enfermedad.

Mujer con su hijo pequeño,
El uso del nasobuco resulta obligatorio en todos los espacios públicos, excepto durante la práctica de ejercicios en áreas deportivas al aire libre.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)

En reiteradas ocasiones, las autoridades del territorio han exhortado a la población a acatar lo establecido, actuar con disciplina y cumplir de manera estricta las medidas higiénico-sanitarias, para evitar la propagación del virus, a fin de preservar la vida de los villaclareños, garantizar la estabilidad epidemiológica de la provincia, sin detener las actividades económicas y sociales.

Pues, como expresó Yudí­ Rodrí­guez Hernández, primera secretaria del Partido en el territorio: «Si no se adopta todo lo dispuesto por el Grupo Temporal Nacional para la etapa de nueva normalidad, se puede correr el riesgo de volver a caer en casos de mayor complejidad ».

Entonces, es el momento de apelar a la responsabilidad institucional, ciudadana y colectiva, y al combate abierto contra las indisciplinas, pues la implementación del plan aprobado para la actual etapa, depende de la participación activa de toda la sociedad, las organizaciones de masas, y las entidades estatales y privadas.

Responsabilidad también para los viajeros  

El arribo de personas procedentes del exterior que incumplen lo dispuesto a su entrada al paí­s complejiza el actual panorama en Villa Clara. Desde el pasado martes se reactivó el Grupo de Trabajo Temporal, y fueron convocadas las organizaciones polí­ticas y de masas, las entidades de la economí­a y los servicios, y las direcciones de Salud, para, unidos, desterrar nuevamente la COVID-19 del territorio.

Según precisó Gretza Sánchez Padrón, directora provincial de Salud, en los últimos 20 dí­as, a partir de la apertura de los aeropuertos, se ha incrementado el número de arribantes a los municipios villaclareños, lo que ha elevado el riesgo.

El aeropuerto Abel Santamarí­a reinició las operaciones comerciales el pasado 19 de noviembre. De acuerdo con su director, Omar Andrés Gil Ramos, a la provincia llegan, mayoritariamente, cubanos residentes en el exterior que viajan desde Cancún (México) y Nassau (Bahamas).

Avión llega al aeropuerto internacional Abel Santamarí­a de Santa Clara.
Desde el pasado 19 de noviembre, el aeropuerto Abel Santamarí­a recibe pasajeros que arriban en vuelos comerciales de las aerolí­neas Viva Aerobus y Bahamas Air. (Foto: Carolina Vilches Monzón)

Para reforzar los protocolos de bioseguridad en el aeródromo, quedaron establecidas tres lí­neas de vigilancia. La primera comienza en el avión, cuando la autoridad de Salud recoge la documentación del vuelo y expone como requerimientos que todos los pasajeros presenten la tarjeta de sanidad, usen correctamente la mascarilla y se sometan a un PCR. Así­ lo explicó Odalys Gutiérrez Quintana, responsable del control sanitario internacional.

En el salón de inmigración radica el segundo nivel de vigilancia. Mediante un escáner se mide la temperatura a todos los arribados, se les solicita la declaración de sanidad que expone el estado de salud y la dirección donde residen o permanecerán, y se procede a la toma de muestras para el examen de PCR.

La tercera lí­nea, ubicada en el salón de aduana, comprende otra termometrí­a, la entrega de la tarjeta de advertencia a cada pasajero y la exigencia verbal de mantener un estricto confinamiento domiciliario, junto a sus familiares más cercanos, hasta que se confirme el resultado negativo del segundo PCR, que se realiza cinco dí­as después del arribo al paí­s. El personal del control sanitario internacional procederá al aislamiento inmediato de las personas con sintomatologí­a asociada al nuevo coronavirus.

Tarjeta de advertencia sanitaria que reciben los viajeros al entrar a Cuba.
La  tarjeta  de advertencia que se entrega en el aeropuerto a cada viajero.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)

La doctora Gretza Sánchez Padrón aclaró que a los extranjeros de visita en el paí­s no se les realiza el segundo PCR, porque, generalmente, permanecen menos de cinco dí­as en el territorio nacional. No obstante, reciben el seguimiento diario de un equipo de Salud, tanto en hoteles como en casas de renta.

Entre las medidas adoptadas para la protección de viajeros y trabajadores, Gil Ramos hizo hincapié en la capacitación de todo el personal. Aseguró la disponibilidad de nasobucos, máscaras o espejuelos, sobrebata, guantes y soluciones hidroalcohólicas o cloradas. Además, resaltó la señalización de todos los espacios y la designación de personas preparadas para conducir a los pasajeros por las diferentes áreas de la terminal.

Granilen Fonte Ayala, coordinadora general del aeropuerto Abel Santamarí­a, se refirió a la limitación de la entrada de familiares a las instalaciones aeroportuarias, como otra precaución encaminada a eliminar brechas en el contagio de la COVID-19.

La adopción de una elevada cultura de bioseguridad y el uso adecuado de todos los medios de protección por parte de los trabajadores impiden que la enfermedad se aloje en sus viviendas, como un miembro más de la familia. Desgraciadamente, no todos los arribantes asumen esta conducta responsable.

De deberes y obligaciones

Según declaraciones de Lisnay Mederos Torres, fiscal jefa de la provincia, la advertencia escrita que se entrega a cada recién llegado tiene carácter vinculante, porque informa al viajero que se encuentra bajo vigilancia epidemiológica y que debe presentarse él o un miembro de su familia en el área de salud correspondiente antes de las 48 horas posteriores a su llegada.

« ¿Qué significa tener vigilancia epidemiológica? Reportarse en su consultorio médico, no salir de la vivienda hasta que se obtenga el resultado del segundo PCR, evitar contacto con otras personas, declarar al médico de la familia si tiene algún sí­ntoma y continuar la vigilancia clí­nica hasta diez dí­as después de su llegada », expuso Mederos Torres.

Ancianos villaclareños,
Las personas mayores de 60 años con padecimientos crónicos son el grupo etario más vulnerable a las complicaciones del nuevo coronavirus.  (Foto: Carolina Vilches Monzón)

La fiscal jefa afirmó que si un viajero viola las normas sanitarias y, como resultado de su actuar, contagia a otras personas con el virus, incurre en un delito de propagación de epidemias (reflejado en el artí­culo 187.1 del Código Penal Cubano), y será procesado con todo el rigor de la ley. De los 287 procesos penales desarrollados desde los primeros meses de la pandemia, 93 corresponden a este delito.

Garantí­as para los aislados  

Ante una situación epidemiológica puntual en algún lugar, se van a aplicar las garantí­as salariales y la seguridad social a todas aquellas personas que estén afectadas, así­ como el tratamiento especial para familias aisladas en sus domicilios, según declaró la primera secretaria del Partido en la provincia.

En cuanto al seguimiento docente de los estudiantes confinados en sus hogares, Liem OFarrill Mons, director provincial de Educación, orientó la autopreparación, a través de los libros de texto, las teleclases, el portal Cuba Educa y demás métodos provechosos para familiares y educandos. Una vez superado el aislamiento, los escolares retoman las clases y se equilibran con el resto del grupo.

Santo Domingo en el vórtice de la epidemia    

Debido al incremento del número de casos positivos y de personas sospechosas en el municipio de Santo Domingo, el Grupo Temporal de Trabajo Provincial, de conjunto con su homólogo municipal, los criterios de Salud Pública y los protocolos establecidos, decidió decretar el régimen de cuarentena para la barriada conocida como Puerto Escondido, perteneciente al consejo popular 26 de Julio, donde se desarrolla un evento.

Anciano residente en el municipio de Santo Domingo.
Benito León López, residente en el municipio de Santo Domingo, se refirió a la responsabilidad que tienen que asumir los viajeros. (Foto: Idalia Vázquez Zerquera)

Se trata de un viajero procedente de Texas, Estados Unidos, con quien tuvieron contacto los demás enfermos, y luego de un estudio, 10 ciudadanos de Santo Domingo, contactos directos del caso importado, resultaron positivos, la mayorí­a son familiares cercanos, así­ como el chofer que lo trasladó desde el aeropuerto hasta su casa.

Todos se encuentran ingresados en el Hospital Militar Comandante Manuel Fajardo, de Villa Clara, donde reciben atenciones especializadas.

También, hay varios centros docentes implicados, donde fueron cerradas las aulas o los grados en los que algunos niños son contactos o sospechosos. Se trata del instituto preuniversitario Carlos Chasalle; el anexo de la escuela primaria David Dí­az Guadarrama; la secundaria básica Pedro Julio Marcelo, y el politécnico Martí­n Torres.

En un reciente encuentro en Santo Domingo, presidido por Yudí­ Rodrí­guez Hernández, primera secretaria del Partido en Villa Clara, y por miembros del Grupo Temporal de Trabajo de la provincia, se conoció que la mayor parte de los contactos se concentran en Puerto Escondido, y abarca 121 viviendas y 335 personas.

También se tomaron decisiones para actuar con rapidez, evitar nuevos contagios, e identificar contactos hasta la cuarta y quinta generaciones. Se organizaron las fuerzas que intervienen en la tarea y los mensajeros, para proceder a la entrega de alimentos y productos de primera necesidad en ese radio de acción, asegurar los servicios de Salud, y mantener la restricción de movimiento.

Parte de los contactos de los casos confirmados se concentran en otra parte de la localidad. Se delimitó el área donde reside cada una de las familias, y en la medida en que estén los resultados del PCR, se dará un tratamiento individual a los casos, con limitaciones de movimiento.    

De igual forma, se intensifica la pesquisa activa para detectar enfermos con IRA, en escuelas y entidades estatales y no estatales.

Joven estudiante de Santo Domingo.
A Lisbet Céspedes Rodrí­guez le preocupa que algunos dominicanos anden sin nasobuco por lugares públicos.  (Foto: Idalia Vázquez Zerquera)

En Santo Domingo, la actual situación epidemiológica preocupa a sus pobladores, al constituir una amenaza para la salud de la comunidad.

El anciano Benito León López, catalogó la situación de delicada, y considera que hubo irresponsabilidad por parte del viajero y sus familiares, quienes festejaron el encuentro antes de que se tuvieran los resultados del quinto dí­a.

La estudiante de 9.o grado, Lisbet Céspedes Rodrí­guez, tampoco entiende por qué algunos lugareños no usan el nasobuco, y le inquieta que las personas hagan caso omiso a las soluciones de hipoclorito para el lavado de las manos a la entrada de las instituciones. La joven envió un mensaje a su generación, de no confiarse y cumplir las medidas dictadas, mucho más cuando la COVID-19 afecta el municipio y hay que extremar la vigilancia.

Marina ílvarez Triana reflexiona por un instante, y con voz firme alega que el viajero violó los protocolos establecidos, sin pensar que con su actuar podrí­a trasmitir la enfermedad al pueblo de Santo Domingo.

La también trabajadora del Asilo de Ancianos siente la amenaza bien de cerca, porque su familia vive en Puerto Escondido, y tanto su mamá como hermana, están enfermas. Aconsejó a los visitantes del exterior que se cuiden, que protejan a la familia y allegados, y que se queden en casa hasta confirmar que no constituyen un peligro.  

Ante el panorama epidemiológico en el municipio, Bárbara López Pérez, asesora jurí­dica del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, informó a Vanguardia  que se procederá a la suspensión de las actividades y la exoneración de pagos de los trabajadores por cuenta propia (TCP) que resulten positivos a la COVID-19.

Pobladora de Santo Domingo.
Marina ílvarez Triana siente temor por la salud de su familia residente en Puerto Escondido. (Foto: Idalia Vázquez Zerquera)

También, en esta modalidad de trabajo, se suspende el ejercicio de las actividades de los instructores de gimnasia de musculación, operador de equipos de recreación, servicios de belleza, y otras que generan concentración de personas.      

Las cafeterí­as particulares en la cabecera municipal comercializarán los alimentos solo para llevar, y deberán cumplir las medidas higiénico-sanitarias en los locales que continúen la prestación de servicios.

Asimismo, se aplicarán todas las garantí­as salariales y de seguridad social relacionadas con la prevención y enfrentamiento a la pandemia, previstas en el Decreto No. 6/2020, el cual refiere que los trabajadores que por disposición de la autoridad sanitaria estatal se encuentren en aislamiento preventivo, con ingreso domiciliario y restricción de movimiento durante catorce dí­as o por el tiempo que esta disponga, reciben el ciento por ciento del salario básico durante el perí­odo en que se acredite tal condición.

Frente a un horizonte que se dibuja incierto, de nada sirve conocer y repetir las medidas sanitarias sin asumirlas conscientemente. Más que la inmunidad a la COVID-19, urge una vacuna contra la irresponsabilidad, porque ni añoranza, ni negocios, ni celebraciones están por encima del derecho a la vida.

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