Después del susto, ¡la vida!

Expertos villaclareños logran reinsertar a la cotidianidad a un paciente con un aneurisma aórtico abdominal que pudo resultar fatal. Un regalo de la ciencia al ya próximo Dí­a de la Medicina Latinoamericana.

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Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
5504
28 Noviembre 2020

Aneurisma aórtico abdominal del paciente Carlos de León Bení­tez.
Observe el enorme ensanchamiento en la aorta que presentaba el paciente. (Foto: Cortesí­a del Dr. Luis Felipe Vega)

El protagonista de esta historia fumaba una cajetilla de cigarros o más al dí­a, en dependencia del grado de ansiedad y las tensiones provocadas por la cotidianidad, Pero todo no quedaba en su afinidad marcada por la nicotina porque registraba, además, una presión arterial inestable (HTA) con cifras relativamente altas, aunque para Carlos Alberto de León Bení­tez no era motivo de preocupación debido a que, según sus confesiones, se adaptó a vivir con esos niveles.

Operado de la cervical en 2009, le aparecí­an, de vez en cuando, ciertos dolores en otras partes del cuerpo sobre todo en la región lumbar, en los hombros y la espalda,   que asociaba a rezagos de esta intervención y a los que también  se acostumbró como parte del diario.

Mas el acontecer de Carlos dio un giro diametral en este noviembre de 2020 a partir de un encuentro con el Dr. Rolando Fuentes Morales, especialista en medicina interna, quien gracias a su visión experimentada lo vio algo delgado y con un vientre pronunciado que no se correspondí­a con la complexión anatómica, por lo que indicó un chequeo de rutina.

Así­ comenzó este capí­tulo, y cuando el Dr. Alexander Vázquez Roque, especialista en imagenologí­a, procedí­a al ultrasonido, detectó una irregularidad que llamó su atención. Pulsó una y otra vez, pero no quedaban dudas: Aparecí­a un ensanchamiento en la arteria aorta abdominal reclamante de seguimiento inmediato.

No habí­a opción. Luego de varios estudios y juntas médicas se determinó el proceder intervencionista en uno de los salones del Cardiocentro Ernesto Che Guevara, de Villa Clara, ya que por sus caracterí­sticas peligraba la vida y exigí­a una praxis inmediata.

Sábado de tensión

Lo que debe conocer

Un aneurisma  es la dilatación o ensanchamiento anormal de las paredes de la arteria aorta, la principal del organismo que transporta sangre oxigenada desde el corazón hacia otras partes del cuerpo. Si esta irregularidad crece puede romperse y provocar un sangrado peligroso e incluso la muerte.

En el caso de los  aneurismas aparecen los torácicos (AAT) que ocurren en la parte del vaso sanguí­neo que pasa por el pecho, y los abdominales (AAA) localizados en esa región.

Predominan en el sexo masculino a partir de la sexta década de vida con una prevalencia de tres veces mayor sobre las mujeres, y cuando confluyan uno o más factores de riesgo.

Para Juan Bautista de León Bení­tez, el hermano de Carlos, los minutos de aquel sábado 21 de noviembre parecí­an horas, junto a la impaciencia del resto de la familia. Se decidí­a el todo por el todo luego de que un equipo de multidisciplinas integrado por expertos del hospital universitario Celestino Hernández Robau, radiólogos, cirujanos vasculares e intervencionistas, anestesiólogos, y cardiólogos del propio Cardiocentro corroboraron el diagnóstico. A través del angiotac, o estudio mí­nimamente invasivo de los vasos del organismo, se precisa el aneurisma yuxtarrenal muy próximo a las arterias renales, cuya posición complejizaba los procederes.

El equipo contó con la colaboración del profesor Rubén Moro Rodrí­guez, prestigioso cirujano vascular, en tanto el Dr. Luis Felipe Vega Fleites, especializado en cardiologí­a intervencionista, subrayó que desde que se hizo el diagnóstico a la realización del proceder medió el tiempo justo para determinar, mediante tecnologí­as especí­ficas, los diámetros de la aorta y del aneurisma, a fin de encontrar el dispositivo requerido.

«En este caso fue necesario implantar una prótesis o malla para recanalizar los vasos a través de un stent o dispositivo de metal y evitar afectaciones en las arterias renales, lo que provocarí­a un infarto agudo con desenlace fatal », argumenta el especialista.

El proceso se realizó a partir de una incisión pequeña próxima a la ingle para encontrar la arteria femoral, colocar el propio stent, extraer la sección dañada de la aorta, y realizar el resto de los pasos destinados a reparar el aneurisma.

Intervención quirúrgica de un aneurisma aórtico abdominal en el Cardiocentro Ernesto Che Guevara, de Villa Clara.
En pleno proceso intervencionista, que se extendió durante una hora y treinta minutos en los salones del Cardiocentro villaclareño. (Foto: Cortesí­a del Dr. Luis Felipe Vega)

«Este paciente demandó un estudio en el que sobresalió la inteligencia colectiva y el empleo de prótesis sumamente costosas en otros paí­ses, valoradas en unos 13 000 dólares por su implante, además de que se requirió el traslado del dispositivo especí­fico desde el hospital William Soler, de la capital cubana, con la participación del Dr. Juan Carlos Ramiro Novoa, de la prestigiosa institución, quien se mantuvo durante la realización del proceder », precisa Vega Fleites.

Una hora y 30 minutos, aproximadamente  duró el acto, y resultó significativo que en apenas 14 dí­as el aneurisma habí­a incrementado su volumen en un 30 %, lo que ya anunciaba un curso letal que  hubiera conducido a un notorio sangramiento, anemia y shock.

Dr. Luis Felipe Vega Fleites, a  su modo de ver, ¿cuáles son los factores que inciden en la aparición de los aneurismas abdominales de la aorta?

Dr. Luis Felipe Vega Fleites.
«Se desconoce la causa exacta de esta afección provocada por el debilitamiento en la pared de la arteria, mas no son descartables los antecedentes familiares, el hábito de fumar y la presión arterial descompensada y sin terapéutica adecuada durante varios años », precisa el Dr. Luis Felipe Vega Fleites. (Foto: Ricardo R. González)

Una HTA no controlada, el hábito de fumar que desestabiliza la pared arterial, los antecedentes familiares, junto a otras incidencias desconocidas, y a las propias caracterí­sticas de la arteria aorta que al no tener demasiada capa muscular tiende a dilatarse a esa altura.

¿Causan sí­ntomas?

Por lo general trascurren asintomáticos. Depende del tipo de aneurisma ya que algunos pueden crecer de manera solapada hasta crear un cuadro más agudo. Existen dos variantes: el torácico, que obedece, por lo general a una causa congénita, y el abdominal, que responde a factores adquiridos debido a las propias caracterí­sticas de la aorta que inducen a la dilatación.  

¿Pueden prevenirse?

En efecto, mediante el control de los factores de riesgo, como en el caso de la HTA y la diabetes mellitus que acompañan de por vida, pero el hábito de fumar si está en las manos de cada persona, por lo que aconsejamos que si no quieren pasar por un mal momento como el de Carlitos que hagan una vida más sana alejada del humo, con medida en la dieta y ejercitación fí­sica encaminada a evitar la obesidad.

Ya en casa

Mediaron 48 horas a partir de que concluyera el proceso intervencionista y la recuperación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para que Carlos de León recibiera el egreso. Su médico cataloga la evolución de muy satisfactoria y sin contratiempo alguno, por lo que se reinsertará a la sociedad de manera progresiva y en unos 30 dí­as volverá a impartir sus clases en la Facultad de Ingenierí­a Eléctrica de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas.

Paciente Carlos de León Benitéz en su hogar luego de ser operado de un aneurisma aórtico abdominal.
Luego del mal rato, Carlos Alberto de León Bení­tez ya en casa junto a su familia, en proceso de recuperación. (Foto: Ricardo R. González)

Quien lo vea, no le parecerá que está operado, presenta su dinamismo habitual, y lo más importante, reflexiona a favor de modificaciones en su vida.

«El Carlos actual es otro, yo volví­ a nacer. Mi sistema de vida tiene que cambiar, y utilizo el eslogan del coronavirus de vivir bajo la nueva normalidad ».

Agradecimiento familiar

Juan Bautista de León Bení­tez, también profesor de la UCLV, quiso dejar su gratitud para todo el equipo que atendió a su hermano.

«Nuestro eterno agradecimiento a los doctores: Juan Carlos Ramiro Novoa, especialista del cardiocentro Wiliam Soler, de La Habana, y Luis Felipe Vega Fleites, del Cardiocentro Ernesto Che Guevara, de Villa Clara, que junto al conocido Dr. Rubén Moro Rodrí­guez, cirujano vascular de esta última institución, practicaron una novedosa cirugí­a con resultados exitosos para mi hermano.

Hago extensivo este reconocimiento a los médicos, personal de enfermerí­a, paramédicos, técnicos, ingenieros, pantristas, y al cuerpo de seguridad y protección de este prestigioso centro dirigido por el Dr. Jesús Satorre Ygualada.

Todos hicieron posible el novedoso resultado, e incluyo también al personal de la sala de terapia intensiva B. Ello es muestra de la calidad de nuestra medicina cubana y de por qué el Cardiocentro Ernesto Che Guevara es colectivo vanguardia en nuestro paí­s. A todos muchas gracias ».

De su etapa anterior declara que no experimentaba sí­ntomas mayores, solo algunas molestias en la región lumbar, próximas a los riñones, sumado a digestiones irregulares y cansancio, sobre todo al caminar. «A veces en dos o tres cuadras tení­a que parar o sentarme, y seguí­a achacándoselo a la cervical ».

En sus 59 años no quisiera recordar el dí­a en que le hablaron de la opción intervencionista como única salida posible. «Se me unió el cielo con la tierra, y detesto pensar en eso ».

Lo que sí­ da rienda suelta a su agradecimiento al equipo que participó en el caso, porque «cada uno posee el brillo de una estrella. He tenido la dicha de criarme en un ambiente médico, aunque sin vocación para estudiar la carrera y por ello me incliné hacia la ingenierí­a.

«Muchos de los que me salvaron fueron compañeros o alumnos de mi padre y de mi tí­o, Juan B. León Villa y Joseí­to… (Un paréntesis y rompe en lágrimas). Los dos fallecieron de un AAA en tiempos en que el desarrollo cientí­fico y tecnológico no habí­a adquirido el nivel actual; pero condicionado a este avance hay que destacar el factor humano e intelectual de la ciencia cubana ».

¿Y tu futuro?

Extraño mucho el aula, a mis alumnos y deseo que 2020 se vaya pronto. El mañana será de aportes y cuidados. Cigarro y otros vicios se fueron definitivamente, dalo por hecho, y escrí­belo con confianza, porque después de un susto…, me quedo con la vida.

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