
El empleo de la urea para disminuir la multiplicación del patógeno causante de la Sigatoka negra deviene positivo método aplicado en empresas villaclareñas.
Esta experiencia se generaliza en entidades de Quemado de Gúines y en tierras santaclareñas del Yabú, con cobertura total de sus áreas, y garantiza una marcada reducción del agente infeccioso.

A ello se une la utilización del CBQ-AgroG como biofertilizante creado en el Centro de Bioactivos Químicos (CBQ) y suministrado a varias entidades del territorio a partir de su amplia demanda.
Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS), la GEOMINERA del Centro y personas naturales también reciben el producto que reporta ingresos para el CBQ.
El uso indiscriminado químicos para la protección y fertilización de cultivos agrícolas incide en el desequilibrio ecológico y ambiental. Con la aplic ación del CBQ-AgroG quedan demostrados los resultados estimulantes en el crecimiento y rendimiento de las plantaciones.
Ello se ha comprobado en estudios realizados con el arroz, los frijoles y algunos vegetales, mientras llama la atención que constituye un microorganismo biológico elaborado a partir de materias primas locales, dirigido a mejorar los procesos químicos, físicos y biológicos del suelo.

A la vez proporciona nutrientes que intervienen en el desarrollo de las plantas, reduce el efecto nocivo de plagas y enfermedades, y mejora la fertilidad como apoyo al programa alimentario que no se puede descuidar.
El empleo de la urea, de acuerdo con las proporciones establecidas, se aplica sobre el suelo y aporta nitrógeno a las plantas, lo que facilita una excelente coloración verde en las hojas.
La Sigatoka negra, causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis, constituye la principal enfermedad en plátanos y bananos a escala mundial e, incluso, incide en la dañina madurez prematura del fruto.
Según cálculos conservadores, interviene en la pérdida de más del 50 % del rendimiento en el mundo, mientras las pérdidas son calculadas en unos 2500 millones de dólares anuales.
Estos resultados constituyen aportes de Villa Clara para celebrar el Día de la Ciencia Cubana, el 15 de enero.