Bolsillos a la expectativa de los altibajos del Comercio

El ordenamiento monetario se nos presenta como una modificación sin precedentes, no solo por la devaluación del peso cubano, sino por las medidas encaminadas a distribuir las riquezas de manera más equitativa, descentralizar la actividad económica, eliminar subsidios y gratuidades injustificadas, y acercar la economí­a nacional a los estándares mundiales.

Antes del anuncio de la Tarea Ordenamiento, el perfeccionamiento del Comercio en Cuba allanaba las bases para la transformación de estructuras y mentalidades que tiene lugar desde el 1.^o de enero del presente año.

En el 2020, el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) emprendió el saneamiento financiero de las empresas, y el reordenamiento de la gastronomí­a, los servicios personales y técnicos, la venta de mercancí­as y el alojamiento. Trabajó en la clasificación de los establecimientos comerciales y en la categorización de las unidades gastronómicas. Avanzó en la superación de los trabajadores para elevar la calidad y la competitividad de los servicios, y abrió nuevas oportunidades para el comercio electrónico.

Después de la hora cero, ¿qué?

Con el anuncio de la «hora cero », el pasado 10 de diciembre comenzó una carrera contra el tiempo para Eduardo Marí­n Ibarrí­a, especialista de Precios del Grupo Empresarial de Comercio Villa Clara. «Formar los precios minoristas en tan poco tiempo nos pone contra la pared, porque dependemos de los precios mayoristas para determinar los nuevos. Cualquier atraso o imprecisión en las fichas de productores y proveedores atenta contra nuestro trabajo ».

A la hora de elaborar un plato, la situación se complica, pues intervienen productos de proveedores diversos: cárnicos, lácteos, agrí­colas, del mar, entre otros. La tarifa final se deriva de la suma de todos los costos, que no siempre resultan coherentes.

En el caso de los servicios de alojamiento, Marí­n Ibarrí­a acotó que los importes crecen cuatro veces, debido a costos fijos muy elevados, independientemente de la venta de habitaciones.

«Además de la certificación de precios mayoristas, se toman en cuenta los gastos de salario, electricidad, agua y otros servicios, según las condiciones y el confort de cada establecimiento, así­ como el margen de utilidades que garantiza la rentabilidad de las empresas », añadió en diálogo con Vanguardia Yusimy Rodrí­guez Morales, directora económica del Grupo Empresarial de Comercio Villa Clara.

Sobre este margen de ganancias, la especialista aclaró que el Ministerio de Finanzas y Precios establece í­ndices máximos. Los empresarios tienen la facultad de contratar proveedores cuyos precios mayoristas resulten más baratos, para establecer una tarifa inferior; pero nunca deben superar la cifra fijada: «No podemos permitir que para aumentar la utilidad, recaigan tarifas abusivas sobre la población ».

Dada la premura de la restructuración, los funcionarios de Comercio priorizaron los precios de los establecimientos que garantizan las 627 kilocalorí­as del consumo diario fuera del hogar: el Sistema de Atención a la Familia (SAF), la merienda escolar y la red de gastronomí­a popular, con unidades de tercera categorí­a; aunque no han dejado de trabajar en el resto de las áreas de la entidad.

Si bien la Tarea Ordenamiento contiene la eliminación gradual de subsidios excesivos y gratuidades indebidas, la ministra del ramo, Betsy Dí­az Velázquez, ha hecho hincapié reiteradamente en la decisión de centralizar y subsidiar precios de alimentos a grupos poblacionales sensibles.

Según Yoel Romero Hernández, director comercial del Grupo Empresarial de Comercio Villa Clara, este principio beneficia en el territorio a 106 209 personas con dietas médicas, 51 300 niños de cero a seis años y 17 137 menores con bajo peso. Aclaró que estos últimos reciben un módulo gratuito y a los pacientes con dieta de colesterol se les subsidia la leche, pero no el pescado. Asimismo, Yusimy Rodrí­guez y Eduardo Marí­n ratifican que se analizará cada caso y se brindará la debida atención a las familias vulnerables, siempre bajo la premisa de subsidiar personas en lugar de productos.  

«Para llevar a cabo todas las transformaciones, mantenemos comunicación permanente con el Mincin, el Consejo de la Administración Provincial, y las direcciones provinciales de Finanzas y Precios, y de Economí­a y Planificación. Asesoramos a los empresarios e intendentes de los territorios y capacitamos a nuestros trabajadores, no solo para que implementen la Tarea Ordenamiento, sino para que brinden información oportuna al pueblo. Además, permanecemos atentos a los criterios de la población, para revisar y corregir cuanto sea necesario », acotó Rodrí­guez Morales.

El dilema calidad-precio

A estas alturas ninguna autoridad está ajena a las crí­ticas mil veces replicadas sobre precios elevados sin el debido respaldo de variedad y calidad en los servicios. «Trabajamos con í­ndices y precios mayoristas nuevos, pero los proveedores no cambian la cali ­dad de sus productos, y eso afecta directamente a los consumidores », reconoció Marí­n Ibarrí­a.

«Ahora chocamos con el pan en ­fatiza el funcionario, que subió a un peso sin mejorar su estado. El valor de los cárnicos se multiplica por cinco, y seguimos comiendo la misma mortadella o el mismo picadillo. No podemos bajar la pizza de los 15 pesos, porque el queso, que antes oscilaba entre los 18 y los 20 pesos el kilogramo, ahora cuesta 51.43, y al ser fundido afecta la cali ­dad de este plato tan demandado. El pueblo se queja con toda razón ».

Por su parte, Yusimy Rodrí­guez Morales distingue las dos caras de la moneda. Al desabastecimiento objetivo resultante de la crisis económica mundial y del recio bloqueo, añade las violaciones de la inocuidad ali ­mentaria, el irrespeto hacia los de ­ ­rechos del consumidor, y la desinformación sobre los productos y servicios. Esta reportera suma a la lista el manejo irresponsable de los recursos y la tristemente célebre corrupción.

«El paí­s ha hecho un esfuerzo inmenso durante años y ahora nos toca ponerlo en práctica; probar, cambiar y ajustar hasta que funcio ­ne como todos esperamos. Es hora de ser creativos, de que actúen en igualdad de condiciones los mode ­los de gestión estatal y no estatal, de desatar trabas y desarrollar al máximo las fuerzas productivas. Apelamos a la autogestión de los territorios, a los proyectos de desarrollo local, al aprovechamiento de las capacidades productivas y al encadenamiento con todos los actores económicos », aseveró.

Capacitación no ha faltado; los canales de comunicación siguen abiertos, el pueblo continúa exigiendo sus derechos y la revisión no tiene por qué detenerse. Si de incrementos se trata, multipliquemos la empatí­a, la mesura y la coherencia con los principios humanistas de la Revolución, para distribuir con equidad lo poquito que tenemos y lo que seamos capaces de generar a partir de ahora.