
La producción de azúcar orgánica destinada a mercados foráneos comenzó en el ingenio Carlos Baliño, de Santo Domingo, única entidad cubana que fabrica ese tipo de endulzante extraído a partir de plantaciones cañeras que mantienen parámetros certificados al no emplear componentes químicos durante los períodos de fomento y desarrollo de la gramínea.

En la contienda previa la industria procesó unas 2154 toneladas de crudo convencional, y luego de un proceso de limpieza se reactivaron las máquinas para recibir unas 53 490 toneladas de materia prima de cultivo ecológico durante un mes y medio de actividad fabril de tipo ecológico.
La caña que utilizan desde del pasado martes procede de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) Bermejal, Pita, Ricardo González y Rodrigo, precisó Jorge Luis Hernández Fernández, jefe del laboratorio del central villaclareño.
El pasado año terminaron 5658 t de azúcar orgánica, una experiencia industrial que data de 2001, cuando aquí comenzaron la fabricación de un edulcorante confiable que gana en aceptación de ventas para el mercado europeo, añadió.
En la campaña anterior, con probadas medidas higiénico-sanitarias en la contención de brotes de la COVID-19, así como de parámetros de inocuidad del alimento, concluyeron unas 11 000 toneladas de azúcar, entre ecológica y convencional. En la actual zafra fabricarán aquí, con similares características, unas 14 555 toneladas, dijo Hernández Fernández.
El ingenio dominicano cuenta con unas 1125 hectáreas de caña con beneficio de sistemas eléctricos de riego de agua, y en la superficie convencional se obtienen rendimientos de 40 t/ha, considerados bajos. En suelos sometidos a fertilizantes ecológicos y bioplaguicidas, de los cuales se extrae la materia prima para procesar azúcar orgánica, las utilidades por campo resultan inferiores, según notifican datos del sector.