
Las 115 unidades gastronómicas de Villa Clara incorporadas al Sistema de Atención a la Familia (SAF), que ofrecen almuerzo y comida a 8538 asistenciados sociales ancianos, personas con discapacidad, bajos ingresos, casos sociales o sin familiares obligados en condiciones de prestar ayuda, reajustaron el precio de los alimentos con destino a ese grupo etario, a partir del 1 º. de enero.
Antonio Yoel Martínez Ramírez, director de Ventas y Servicios Gastronómicos del Grupo Empresarial de Comercio, al frente de esa actividad, informó a Vanguardia que el tema ha suscitado inconformidades, al dejar de subsidiarse los alimentos que tradicionalmente allí se ofertaban, tras el incremento de la cuantía de las prestaciones de la Asistencia Social, como parte de la Tarea Ordenamiento, lo que permite a la mayoría de estas personas asumir el pago de ese servicio.
Manifestó que aplican alternativas para que los acogidos al SAF puedan optar por todo el menú dispuesto para el almuerzo o comida, o por lo que en verdad deseen consumir, pues el objetivo es preservar el programa y asegurar un adecuado balance nutricional.
Precisó que estas dependencias disponen de un monto en efectivo, con facultades para comprar especias y condimentos a productores privados autorizados, lo que eleva la calidad de las ofertas.

Entre las unidades que han puesto en práctica iniciativas para hacer más asequible el servicio, se encuentra el comedor Rodolfo de las Casas, en Santa Clara.
Su administrador, Jerry Lester Flores Fuentes, expresó que aquí atienden diariamente unas 200 personas; mientras otras dejaron de concurrir, al estar en desacuerdo con las nuevas decisiones.
Para hacerlos más económicos, alternan platos fuertes con otros alimentos, a fin de no encarecer su costo, con una tarifa aproximada entre 7.00 y 8.00 pesos, para que los precios de almuerzo y comida no rebasen los 14.00 o 16.00 pesos diarios.
El «Rodolfo de las Casas » cuenta con servicio de cantina a domicilio, a cargo de sus trabajadores, quienes, además de cumplir con su oficio, se han convertido en mensajeros, para acercar los alimentos a encamados, asistenciados y ancianos del consejo popular Centro, y las barriadas de Vigía Sur y Dobarganes.
También, en la unidad Mi Barrio, de Condado Norte, José Gabriel Ruiz González dijo sentirse incómodo con el precio de la ración de mortadela frita; sin embargo, mostró satisfacción por la calidad de la comida y la esmerada atención del personal que allí labora, criterio que comparten otros abuelos.
Martínez Ramírez señaló que actualmente se realiza un análisis por parte de los trabajadores sociales y Comercio para evaluar la situación de cada censado, pues nadie quedará desamparado. A medida que disminuyan los precios mayoristas de los proveedores, aseguró, será posible proceder al reajuste de las nuevas tarifas del SAF.