Para quienes acuden regularmente a la red de pescaderías de Villa Clara en busca de alimentos derivados de la acuicultura, el incremento de las tarifas de los productos que habitualmente adquirían a precios más asequibles para acompañar el almuerzo o la comida, ha suscitado opiniones desfavorables.
A fin de conocer detalles sobre el tema que centra por estos días la vox populi, Vanguardia dialogó con directivos de la empresa pesquera Pescavilla.
En intercambio con Nancy Alfonso Mora, directora económica de esa entidad, la especialista precisó que para la formación de precios mayoristas y minoristas, como parte de la Tarea Ordenamiento, elaboraron un expediente con la certificación de los precios base, de acuerdo con la Resolución 256 del Ministerio de Finanzas y Precios.
«De esta forma, trabajamos con el costo de los alimentos que normalmente se expenden en la red comercial, y los conciliamos con el Grupo Empresarial de Comercio.
«Para la formación de precios minoristas de los productos ofertados en las 26 pescaderías de la provincia, se tuvieron en cuenta los precios base certificados al momento de confeccionar el expediente, los cuales se multiplicaron por el índice correspondiente a la actividad que desarrolla Pescavilla según aparece inscrita en el clasificador de actividades económicas, equivalente a 4.31. Asimismo, se consideró el compromiso tributario, que este año es de un 10 %, entre otras valoraciones, análisis y cálculos, a tono con las legislaciones vigentes.
«De igual manera, iniciamos la conciliación de precios con clientes como Turismo, las cadenas de tiendas, Gaviota y otras entidades con las que comercializamos nuestros productos.
«Como parte del reordenamiento de la actividad, recibimos también las nuevas tarifas de los proveedores de materias primas, para elaborar las fichas de costo reales, que deberán ajustarse en los primeros meses de implementación de la Tarea Ordenamiento, además de realizar otras precisiones que condujeron a la rectificación de precios de un grupo de surtidos tradicionales ».
En relación con el reajuste de las tarifas explicó Alfonso Mora, de 80 productos en el listado de los precios minoristas, se adecuaron 18, con un índice aproximado de 3.10, y no de 4.31, como corresponde a esa entidad.
También modificaron otros precios de artículos procedentes de entidades de la pesca de plataforma, y se mantiene el precio centralizado por el Ministerio de Finanzas y Precios del filete de claria, la croqueta criolla y el picadillo de pescado.
No obstante, René Peña Carrazana, director general de Pescavilla, insistió en que esa empresa debe pagar servicios necesarios que también se han multiplicado, como electricidad, teléfono, combustible, y el uso del agua en estaciones y áreas en explotación monitoreadas por Recursos Hidráulicos, así como la Licencia de Pesca, que abonarán por primera vez, tal como establece la Ley de Pesca.
Igualmente, precisó que se han encarecido las materias primas, como la harina de trigo y de arroz componentes indispensables para elaborar la croqueta criolla y la masa de croqueta, el picadillo de pollo MDM (masa desmenuzada mecánicamente) de importación, los condimentos que compran a productores privados y los envases.
Pescavilla sigue de cerca los estados de opinión del pueblo, y para mantener el contacto con los clientes habilitó el teléfono 42216411 al 14, extensión 106, y el correo electrónico p.mando@pescavilla.alinet.cu, a través de los cuales se recibirán las opiniones y se ofrecerá oportuna respuesta.
Los desafíos de la industria
La Unidad Empresarial de Base (UEB) Induvilla, de Santa Clara, dedicada a la elaboración de alimentos derivados de la acuicultura, también enfrenta grandes desafíos para asegurar un nivel de entrega en todas las pescaderías, sin descuidar la calidad.
El 2021 no comenzó bien explicó su director, Roberto Osenes Veitía, debido a la disminución de la captura, como sucede en esta etapa del año, durante la cual los peces bajan al fondo de los estanques en busca de temperaturas más cálidas.
«En los próximos meses se incrementarán los niveles de captura de la tenca y la claria, lo que permitirá aumentar las producciones de filetes, ruedas y tronchos », expuso.
Aunque las pescaderías han permanecido abiertas todo el tiempo, las ofertas se han visto reducidas a croquetas criollas, masa de croqueta y embutidos, y han tenido que renunciar por ahora a las albóndigas y hamburguesas, ante el déficit de extensores como la soya, con la esperanza de recuperarse a partir de marzo.
Ante el alza de los precios, para hacer más asequibles los embutidos introdujeron varios formatos de gramaje, además de incorporar la tripa sintética, que le aporta mejor presentación al producto, en una industria aquejada de una alta obsolescencia tecnológica.
La tarea que tiene por delante Pescavilla es ardua, en busca de más ingresos; pero para ello deberá aplicar alternativas que le permitan crecer en producciones con destino a la población y otros clientes, el fomento de alevines por parte de productores privados, autoabastecerse de condimentos, incorporar a la actividad más espejos de agua subutilizados y mejorar otros con nuevas inversiones, todos previstos en el plan de desarrollo.
Sin embargo, como enfatizó la directora económica, Alfonso Mora, apenas dan los primeros pasos en la implementación de la nueva política de precios y otros procesos derivados de la Tarea Ordenamiento, cuyos primeros seis meses de puesta en marcha serán determinantes para rectificar lo que sea necesario, sin descuidar el avance de Pescavilla como empresa estatal socialista ni su razón de ser en función del pueblo.