
Un análisis sobre la necesaria eficiencia y la diversificación agropecuaria en el sector campesino y cooperativo de Villa Clara, de acuerdo con los postulados de la Tarea Ordenamiento, mostró las potencialidades que existen para lograr mayores producciones, según se constató durante la celebración de un taller, primero de ese tipo, organizado por la ANAP en la provincia.
En la introducción al encuentro Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), refirió que la provincia tiene resultados productivos, pero en ocasiones los «problemas de ineficiencia están ahí, aunque algunos los vean en el terreno de los precios » de compra y venta de cosechas y en la carencia de insumos de importación.
Afirmó que todo pasa, incluso, por el autoabastecimiento de la familia, en el huerto y la parcela de la casa, lugar donde también se contribuye a la independencia económica y al sostenimiento de alimentos frescos para la comunidad.
Precisó que en el ámbito colectivo e individual la economía se incrementa a partir de las ganancias obtenidas con mayores producciones, con semillas de calidad, aplicación de ciencia y técnica, así como de medios biológicos, según reclaman estos tiempos en los cuales disminuir los costos contribuye a solvencias monetarias.
Experiencias positivas, como las registradas por la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Augusto César Sandino, en Sabanilla, Placetas, fueron vistas con admiración al mantener durante 35 años índices de rentabilidad económica.
Dedicada al cultivo de caña, tienen en explotación 9991,4 ha de superficie con una producción diversificada que muestra en la caña de azúcar el cultivo principal, y obtuvo de junio pasado hasta la fecha favorables registros en ventas de carne y leche con montos que rebasaron las 34,4 t y unos 79 000 litros, respectivamente.
En caña los rendimientos agrícolas son superiores a las 40t/ha, y garantizan el 76 % de los ingresos totales, ascendentes a unos 6 millones 112 000 pesos y los costos apenas llegan a los 38 centavos. También comercializan cultivos varios, al tiempo que responden al abastecimiento de la comunidad y entregaron unos 4000 pesos de anticipo a los 65 socios de la cooperativa. Eso se obtiene con «diversificación agropecuaria », precisó Arturo Sotuyo Sotuyo, el presidente.
Otro de los resultados expuestos correspondió a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS), Domingo Lara, en Guabina, Manicaragua, donde 168 asociados impulsan producciones de leche, carne bovina, tabaco, cultivos varios, frutales y la crianza de cerdos en unas 333,3 ha de fondo de tierra, dijo Aylén Carbonell Izquierdo, la presidenta.
Allí se reordenó el capital humano indirecto a la producción y se creó un centro de elaboración de conservas para aprovechar, con valor agregado, los picos de cosechas de vegetales y hortalizas. Sin embargo, aunque están responsabilizados con los suministros agropecuarios que recibe el restaurante de Mataguá, todavía carecen de un mercado para abastecer con cosechas frescas a la localidad.
De igual forma, añadió Carbonell Izquierdo, amplían áreas para otros cultivos en una zona donde abundó el marabú en suelos que antes se dedicaban a la ganadería estatal.
Aquí Satiesteban Pozo añadió la importancia de la tracción animal como fuente alternativa para las labores agrícolas, y señaló la importancia que reviste para el sector la política de generación de divisas, ahora con mayores posibilidades de llegar de forma directa al productor, lo cual alienta a los campesinos.
También el cosechero César Luis Fernández, de la CCS Tato Madruga, en Encrucijada, dijo que su finca El Paraíso tiene diseminadas la ciencia y la técnica. En los suelos, como productor agroecológico, aplica bioproductos y policultivos intercalados, y la tracción animal, así como el riego de agua por gravedad.
Todo contribuye, sustentó, a disminuir los costos de producciones, entre las que incluye flores, viandas, hortalizas y pequeñas parcelas plantadas de cafetos del tipo Robusta. En su experiencia agrícola explicó cómo elabora bioproductos que luego esparce en las plantaciones para combatir plagas y enfermedades, y declaró que los rendimientos aumentan a partir del esmero y dedicación que impone el hombre sobre los surcos.
Por su parte, Ernesto Morera Bacallao, de la CCS Tomás Niebla, en Hanabanilla, Manicaragua, dio una lección guajira en el terreno económico, y afirmó que «los insumos están caros, pero me pagan bien el quintal de cebolla, y también de tomate. Entonces, yo tengo que aumentar los volúmenes productivos, que en esencia es lo que se anda buscando, eficiencia y productividad para producir más ».
En definitiva, dijo que con mayores siembras y menores costos a partir de semillas certificadas y aplicación de ciencia y técnica, siempre logrará cosechas que, contratadas con la parte estatal, tendrán un mercado seguro, punto de vista que Santiesteban Pozo reconoció como positivo para fortalecer, incluso, las estructuras de producción del sector .
El presidente de la ANAP refirió que en el país existen unas 1300 cooperativas que no pagan el salario mínimo porque carecen de sostenidos ingresos económicos, y apuntó que «se rectificará todo lo que sea justo y se pueda rectificar en materia de precios, pero la principal tarea de los campesinos es producir más y con mayor eficiencia ».