COVID-19: Otra historia para reflexionar

Yoania Quintero Ramos, presidenta del Tribunal Municipal Popular de Ranchuelo, resultó positiva al coronavirus al quinto dí­a de haber sido contacto de su hermana y su cuñado.

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Yoania Quintero Ramos, paciente recuperada de la COVID-19.
Yoania Quintero Ramos, paciente villaclareña recuperada de la COVID-19. (Foto: Cortesía de la entrevistada)
Alina Fundora (estudiante de Periodismo)
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19 Marzo 2021

«Contagiarse de COVID-19 es una experiencia triste, tensa, que deja, sobre todo, secuelas psí­quicas. Con pocos o muchos sí­ntomas te vas y no sabes si vas a volver, ni con qué secuelas regresarás ».

Yoania Quintero Ramos, presidenta del Tribunal Municipal Popular de Ranchuelo, resultó positiva al coranavirus al quinto dí­a de haber sido contacto de su hermana y su cuñado.

Yoania Quintero Ramos, paciente villaclareña recuperada de la COVID-19.
Yoania Quintero Ramos agradece la entrega del personal médico que veló por su salud. (Foto: Cortesí­a de la entrevistada)

«Me llevaron para el hotel Rivierita,  en Santa Clara. No presenté sí­ntomas, solo congestión nasal y dolor ocular leves, y algún dolor de cabeza ocasional. Sin embargo, es caracterí­stico en mí­ presentar este tipo de afecciones respiratorias, por procesos alérgicos fundamentalmente. Al dí­a siguiente comencé el tratamiento con el Interferón y los retrovirales, que no me ocasionaron reacciones adversas. Y 48 horas después dí­a de estar allí­ me hicieron un PCR que resultó negativo. Estuve tres dí­as ingresada con una carga viral baja ».

La mayor satisfacción para Yoania fue comprobar que las personas con quienes mantuvo contacto, incluso  sus hijos, que dormí­an a su lado, resultaron negativos a la COVID-19.

Mantiene una opinión firme sobre el personal médico que estuvo pendiente de su vida y su salud. Se siente inmensamente agradecida.

«Es una dedicación extrema, aun bajo el riesgo de contagiarse. Estaban al tanto de todo: los medicamentos, la alimentación, si te sentí­as mal, si presentabas sí­ntomas diferentes ».

En cuanto a la polí­tica penal, aclara que todos aquellos que incumplan con las medidas higiénico-sanitarias serán tratados con rigor.

Luego de contar que la congestión nasal y los dolores oculares fueron sí­ntomas que todaví­a permanecen, añadió :

«Hay casos peores. Mi hermana es más joven, tiene 25 años, ha tenido pérdida de memoria, caí­da del cabello y en un momento presentó dificultades en un oí­do ».

Sin duda, esta vivencia marcó su vida y la hace valorar la pandemia desde otra perspectiva.

«Fue una experiencia triste por lo que encierra la enfermedad propiamente, pero a la vez me siento alegre, porque creo que Cuba es el único paí­s en el mundo que ha enfrentado la enfermedad de esta manera. Las personas no saben. Hay un alto nivel de indisciplina en la población. Es como que sabemos que está ahí­, pero esperamos que no nos toque, que no nos contagiemos. Tenemos que cuidarnos, incluso, las personas que ya lo tuvimos porque podemos contagiarnos nuevamente.

«Hoy lo que puede detener el virus es un cumplimiento estricto de las medidas higiénico-sanitarias ».

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