
El Ordenamiento Monetario no cayó de sorpresa en la Geominera del Centro. Hace casi 20 años que sus trabajadores y directivos hablan el idioma de la eficiencia, la productividad, la diversificación de producciones y la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos.
Así lo refleja el crecimiento de las ventas en unos 55 000 000 de pesos, entre 2002 y 2019. También aumentó el salario promedio de los trabajadores, que al cierre del pasado año superaba los 2000 pesos.
Sin descuidar los renglones básicos de explotación de oro, zeolita, carbonato de calcio, arena sílice, la geotecnología y la entrega de masa minera a la industria del cemento, la entidad amplía su objeto social con la prestación de servicios mecánicos, eléctricos y de soldadura.

A la producción de detergente, jabón pasta, desodorante, talco industrial y perfumado, fertilizantes órgano-minerales y aditivos para alimento animal, se suma la fabricación de tizas escolares, con el propósito de entregar este año los 60 000 000 de unidades que demandan los ministerios de Educación y Educación Superior. Al respecto, el director general, Argelio Jesús Abad Vigoa, destaca los esfuerzos por sustituir importaciones y establecer precios competitivos.
Doble impacto ejerce la producción local de materiales de la construcción: resulta una fuente de empleo en varios territorios, y aporta bloques, áridos, mosaicos y pintura al Programa Nacional de la Vivienda.
«Contamos con plantas y minindustrias en Caibarién, Sagua la Grande, Placetas, Remedios y la Universidad Central “Marta Abreu†de Las Villas (UCLV). Además, estamos trabajando para recuperar una planta de áridos abandonada en Corralillo y la cantera de Rancho Veloz », expone el director.
Reajustando cuentas
Como empresa estatal socialista, a la Geominera del Centro le sobran condiciones para producir con eficiencia y generar utilidades, pero no está exenta del impacto financiero de la Tarea Ordenamiento. En las nuevas condiciones económicas, los costos de algunos productos y servicios superan los precios autorizados y provocan pérdidas.
«Una operación minera contempla barrenación, voladura, extracción, acarreo y molienda. A las tarifas certificadas en junio de 2019 podemos aplicarle un índice máximo de la media de clase de 3.46; sin embargo, el precio del combustible creció 22 veces, la energía eléctrica 32, los explosivos entre 14 y 16, el alquiler de equipos se elevó en un 21, y el monto de salarios aumentó entre 5 y 6 veces », detalla Abad Vigoa.
«Cuando calculamos los nuevos costos de la masa minera que entregamos a la empresa mixta Cementos Cienfuegos S.A., teníamos una pérdida de 16 pesos por cada tonelada. El grupo temporal de trabajo a nivel nacional nos dio autorización para establecer un precio por acuerdo, lo negociamos en febrero y conseguimos la rentabilidad ».

Una comisión, integrada por los directivos de la empresa, se reúne todas las semanas para actualizar los costos y atender las solicitudes de trabajadores y clientes. «Como resultado de dicha gestión hemos logrado bajar el precio de los productos de mayor demanda en la población y los destinados a la agricultura. Aplicamos índices que aseguren el 10 % de utilidades y, a la vez, se mantengan por debajo de 3.46 », añade Argelio Jesús Abad.
Según Tamara Martínez Pérez, directora económico-financiera de la entidad, al cierre de febrero las utilidades alcanzaron los 4 240 000 pesos y se proyectan unos 10 000 000 al finalizar el primer trimestre. El director general acota que no provienen de la disminución de gastos: «Siempre hemos racionalizado los recursos; la eficiencia se debe al incremento de las producciones y las ventas, no a recortes en los presupuestos de mantenimiento o inversiones ».
La exportación de oro resulta hoy la mayor fuente de ingresos para la Geominera; de ahí la concentración de los esfuerzos en este rubro y la búsqueda de mercados internacionales para colocar otros productos.
De la divisa resultante, el 20 % pasa a la cuenta central del país, otro 25 % lo redistribuye el grupo Empresarial Geominsal y la empresa gestiona el resto. Por cada dólar ingresado, 55 centavos se destinan a la compra de materias primas, recursos e insumos necesarios para mantener la producción.
La polémica salarial
Como a todos los cubanos, a los trabajadores de la Geominera del Centro les resulta difícil aislar el Ordenamiento Monetario de la crisis económica y sanitaria que distorsiona o retrasa el efecto de la mayoría de las medidas y reduce el valor real de los ingresos.
Luego de la «hora cero », el salario medio en la entidad aumentó a 3391 pesos. «Esta cifra representa solo la parte fija (salario escala más pagos adicionales). Pronto retomaremos el pago por resultados por norma y por acuerdo, y al cierre del trimestre distribuiremos el 30 % de las utilidades retenidas. Así, los trabajadores directos a la producción percibirán mayores ingresos », aclara el director adjunto, Jorge Antonio Hernández Pavón.
«Al aplicar la nueva escala salarial, algunos operarios reciben ingresos más bajos que en el 2020 con los sistemas de pago anteriores. Analizamos sus inconformidades y las planteamos al grupo temporal, para que sean debidamente remunerados », señala el director general.

La secretaria del sindicato, María Guedes Fábregas, confirma los esfuerzos de la dirección de la empresa por escuchar cada semana los planteamientos de los trabajadores y corregir cuanto les afecte.
Los geólogos Yania Pedraza Rozón y Claro Vázquez García apoyan la urgencia de los cambios y la intención de convertir el salario en motivación fundamental para el trabajo; pero piden que se consideren los años de experiencia en la profesión, como fuente irrefutable de conocimientos. Asimismo, aspiran a ampliar el margen de 400 pesos entre los ingenieros en Geología y los jefes de proyecto, para estimular la superación y la ocupación de plazas de mayor complejidad.
Sin embargo, la polémica trasciende los marcos laborales. Rafael Veitía Sánchez trabaja como jardinero hace más de diez años. Aunque recibe una pensión y vive con su esposa e hijo, quienes también trabajan, ve mermar su salario frente al desabastecimiento estatal y los elevados precios que imponen cuentapropistas y vendedores ilegales a productos de primera necesidad.
Yacimientos de estrategias
En el proyecto de innovar, diversificar producciones, sustituir importaciones y aumentar ingresos, juega un papel crucial la alianza estratégica con cuatro facultades de la UCLV: Ciencias Agropecuarias, Construcciones, Ingeniería Mecánica e Industrial y Química-Farmacia.
Entre las principales líneas de investigación, Abad Vigoa destaca el uso de minerales como fertilizantes y aditivos de alimento animal, la fabricación de cemento de bajo carbono y de morteros especiales para canales hidráulicos, el desarrollo de productos cosméticos y de higiene, la producción de masa para recubrimiento de electrodos y el empleo de minerales como abrasivos.


La soberanía alimentaria no escapa de las proyecciones de esta empresa para lograr el autoabastecimiento, reducir gastos y mejorar las condiciones de vida de sus empleados. Desde marzo del pasado año desalojaron el marabú de casi cinco caballerías para cosechar arroz, frijoles, yuca, boniato y calabaza, y criar conejos, codornices, gallinas, pollos de ceba, chivos y cerdos.
El autoconsumo de tales productos en el comedor obrero permite precios entre cinco y nueve pesos por el almuerzo y de dos a cuatro pesos por las meriendas. Además, la venta de viandas y vegetales a los trabajadores, a precios más bajos que los del mercado agropecuario, eleva la capacidad de compra del salario.
En el nuevo contexto económico no caben la envidia ni la comparación malsana entre las empresas que explotan todas sus capacidades y las que no. Llegó la hora de ser competitivos y eficientes, no para informes o emulaciones, sino para el pueblo que merece productos y servicios de calidad, un país más soberano y mejores condiciones de vida.