
Un necesario impulso a la siembra de caña en Villa Clara ocupará las principales labores de los agrícolas del sector ante los atrasos de 1 166,34 hectáreas (ha) dejadas de plantar al concluir los tres primeros meses de año 2021, cifra que representa un 33,8% del programa previsto para el período.
Los esfuerzos humanos y materiales, con independencia de disminuir los déficits acumulados con anterioridad, estarán concentrados en satisfacer las 1 480,5 ha que se incluyen en el plan del actual mes y terminar el cuatrimestre con las cuantías propuestas, principalmente en la costa norte.

Allí se ubican los mayores volúmenes de plantación y existen posibilidades de riego a partir de sistemas de canales que se benefician del agua almacenada en la presa Alacranes, en Sagua la Grande, dijo Amado Cordero López, director de Atención a Productores en la Empresa Azucarera.
El 89,3% de los suelos está en proceso de roturación. A pesar de las carencias de combustibles, piezas de repuesto y neumáticos, así como de enfrentamiento a la COVID-19, en todas las unidades productoras se reclama incrementar el alistamiento de los terrenos, en especial en zonas de los ingenios Héctor Rodríguez (Sagua la Grande), Perucho Figueredo (Encrucijada), Panchito Gómez Toro (Quemado de Gí¼ines), y José María Pérez (Camajuaní), territorios que revelan elevadas insatisfacciones en relación con el total de superficies incluidas para el año.

De acuerdo con un gráfico presentado por el ingeniero agrónomo Julio ívalos Clavelo, la siembra de caña hasta la fecha tiene un comportamiento similar a lo alcanzado durante el último lustro.
La preparación de tierra no tiene igual correspondencia y cuantifica retrocesos que, sin revertir el comportamiento, incidirán en el propósito de los azucareros villaclareños de alcanzar las 18 586,68 ha del calendario anual, precisó el especialista.
De ese monto unas 10 850,44 ha pertenecen a la campaña de primavera puntualizó Cordero López, período que junto a la temporada invernal requiere de insistentes observaciones en la selección y calidad de la semilla por áreas específicas, así como de oportunas labores de siembra y atención a los cultivos en fomento para incrementar los rendimientos agrícolas, muy por debajo de lo ansiado en algunas unidades productoras del sector.