
El amor a los niños ha marcado la vida de esta educadora. Se llama Eneida García íguila. Está próxima a cumplir los 80 años y tuvo el privilegio de ser la directora fundadora del primer círculo infantil construido por la Revolución en la antigua provincia de Las Villas, el «Hermanos Díaz », situado en la calle 4 ª. y D, en el reparto Vigía, Santa Clara.
También Eneida, o Mami Eneida, fue fundadora de los hogares de niños sin amparo familiar, responsabilidad que, como directora, asumió por 15 años consecutivos hasta su jubilación en el 2005.
En ambos proyectos puso todas sus energías, y en los dos estuvo la mano de la eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Vilma Espín Guillois, y la impronta de Fidel, artífice de una Revolución dentro de otra: la de la emancipación de la mujer y su igualdad de derechos.
Hoy, cuando se conmemoran 60 años de la creación de los círculos infantiles, Eneida se convierte en una testigo de excepción, y sus vivencias son verdaderas clases de pedagogía y amor para las nuevas generaciones de educadoras, quienes tienen en ella un ejemplo a imitar y una fuente de sabiduría que no debiera desaprovecharse en función del futuro.
En el primer curso de directoras de círculos infantiles
El 14 de septiembre de 1959, Eneida cumplió 18 años. Recién se había graduado de Bachiller y atrás habían quedado los años infantiles pasados en el Hogar del Niño y en la Escuela de las Hermanas Cuesta.

La Revolución le abría las puertas al futuro y de inmediato aprovechó la oportunidad al vincularse a las nacientes actividades en función de la emancipación de la mujer. Todavía recuerda su incorporación al Movimiento Femenino en Santa Clara que dirigían Haydée Leal e Isela Leonor Pantoja Tamayo, Chela, la hermana de Olo, el guerrillero que acompañaría al Che a Bolivia.
Un año después, en 1960, ya creada la Federación de Mujeres Cubanas, fue seleccionada para pasar un curso de directoras de lo que serían luego los círculos infantiles, una hermosa labor que le fuera asignada a la naciente organización femenina.
En diciembre de 1960 estaba Eneida en La Habana, en una casona situada en la calle E, en el Vedado. De aquellas vivencias son este testimonio suyo, que tituló: «Una Revolución en la Revolución », escrito en 1997, al conmemorarse el aniversario 36 de los círculos infantiles:
«Con gran emotividad rememoro ese primer encuentro entre compañeras de todos los rincones del país, con diferencias marcadas, pero con un interés común: amor a la Revolución y los niños.
«De la breve estancia en la calle E recuerdo como el primer día la visita de Fidel, el cual decide trasladarnos para el reparto Siboney (antigua zona residencial, abandonada por sus dueños). (…) de Fidel, lo que más me impresionó fue la pasión con que nos hablaba y alentaba de los planes futuros, su gran optimismo, el mismo que lo ha caracterizado siempre y convertido en uno de los grandes estadistas del mundo. A partir de ese hecho nos convertíamos en las primeras becadas de la Revolución ».

Eneida en sus Memorias rememora los días de Girón, esos que también cumplen ahora las seis décadas: «De todos los momentos, el más tenso fue la invasión a Girón, en abril de ese propio año (1961). Se nos interrogó a todas y se nos plantea: “Quien decida regresar a sus hogares, puede hacerlo, las que se queden, deben asumir todos los riesgosâ€.
«Se impuso un breve silencio, seguido de una respuesta al unísono: ¡Viva la Revolución! Todas nos quedamos. Nos incorporamos a las Milicias Nacionales Revolucionarias. A partir de Girón, nos graduamos de revolucionarias verdaderas y tomamos conciencia de lo que defendíamos ».
El 1 º. de julio de 1961, en avanzado estado de gestación, se gradúa de directora: «Concluido el curso regresamos a nuestras respectivas provincias con un orden escalafonario, acorde con los resultados obtenidos (en su caso fue el número 3 de Las Villas) y nos incorporamos a pie de obra a la construcción de los círculos infantiles no concluidos aún.
«Personalmente, por encontrarme en fecha de parto muy próximo, pues realicé el curso embarazada, me incorporé a la Dirección de Trabajo en la administración de los nuevos círculos infantiles en construcción ».
Directora del Círculo Infantil Hermanos Díaz González
El 8 de febrero de 1962 se inaugura el «Hermanos Díaz González », nombre que recibe el primer círculo infantil creado por la Revolución en Las Villas, en recordación a los hermanitos Catalina y Lázaro, asesinados por las bombas de la tiranía durante la Batalla de Santa Clara.
Eneida, con 21 años aún por cumplir, asume como directora: «Son imborrables mis impresiones de esa fecha: niños desnutridos, con las barrigas hinchadas de parásitos, madres que en su mayoría trabajaban como domésticas en casas pudientes, analfabetismo. Se inició una batalla grandiosa: la elevación del nivel escolar desde las aulas nocturnas del propio círculo infantil, del personal que atendía a los niños.

«No fue así por mucho tiempo, pues nuestra labor se fue perfeccionando en la medida en que también avanzaba el desarrollo de la nuestra revolución y su consolidación. Pero en esa primera etapa, la acción fue dirigida esencialmente a la salud de los niños y a su cuidado.
«Se define la estructura del organismo y se crea la Dirección Provincial de Círculos Infantiles, dirigida nacionalmente por la compañera Clementina Serra, como una secretaría de la Federación de Mujeres Cubanas.
«Significativa fue la campaña del enemigo con la población referida a la privación de la Patria Potestad, cuestión esta que la combativos, en diálogo directo con las mujeres, en las tabaquerías y centros laborales donde se comenzaba a incorporar la mujer al trabajo, a fin de que enviaran sus hijos a los círculos infantiles.
«Con el perfeccionamiento de la actividad educativa se hacía necesario preparar a un personal más calificado e idóneo para a tarea: surgen las Escuelas de Educadoras de Círculos Infantiles en 1970. Y en 1971 se crea la estructura que daría respuesta a nuevas exigencias: el Instituto de la Infancia ».
Otras tareas y recomendaciones al relevo
Eneida cumpliría otras muchas responsabilidades, siempre vinculadas a los niños y su educación. Estuvo en la Dirección Provincial de Círculos Infantiles y del Instituto de la Infancia; en 1971, formó parte del secretariado provincial del Sindicato de la Educación, atendiendo al organismo de los círculos infantiles.
De 1983 a 1987 se desempeñó como inspectora de Actividades Extraescolares y Becas y de 1987 a 1990 fungió como directora del círculo infantil Muñeca Negra.

A partir de ese propio 1990 y hasta su jubilación, en 2005, por espacio de 15 años, dirigió el Hogar sin Amparo Familiar # 2 en Santa Clara, siendo Mami Eneida para todos sus niños, a quienes amó como a sus propias hijas y nietos.

Al solicitarle algunas recomendaciones a las nuevas generaciones, esta veterana educadora santaclareña afirmó: «Amar a la Revolución y a los niños sobre todas las cosas. Convertirse en protagonistas de su propia obra, como lo fueron aquellas compañeras.
«Ser creadoras incansables, eliminando la rutina y los esquemas. Ser entusiastas y optimistas como nos enseñó Fidel ».