En la agenda de trabajo del Consejo de Defensa Provincial (CDP) bien compleja desde que comenzara en Villa Clara la incidencia del COVID-19 existió este domingo un espacio para dedicarlo a las madres. No fue un día común.
Despojados de la tensión que usualmente caracteriza sus jornadas de trabajo, los principales dirigentes del CDP, junto a representantes de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), aprovecharon este segundo domingo de mayo, Día de las Madres, para visitar a mujeres cuyos familiares estuvieron relacionadas con la lucha armada.
Pudiera pensarse aquí en actos protocolares o frívolos recorridos, pero cada intercambio estuvo bien lejos de eso. Y mucho lo agradecieron las madres visitadas.
El solo hecho de no olvidar lo que sus familiares hicieron por el país o que no pase por alto un día especial ya resulta suficiente para que el detalle sea bien recibido. Pero en este específico momento, el valor de una visita, luego de tanto aislamiento y soledad, cobra un sentido aún mayor. Por otra parte, cada dirigente tuvo la oportunidad de charlar, tomar café, hacer una pausa para compartir momentos de sensibilidad que las tareas de rigor a veces no permiten.
Yudí Rodríguez Hernández, presidenta del CDP, llegó junto a Dilkis Ponce Expósito, al frente del Consejo de Defensa Municipal en Santa Clara, y de Juan Alberto Machado González, al frente de la ACRC en Villa Clara, al consejo popular Camilo Cienfuegos (conocido como Pastorita) para intercambiar con los familiares de Juan Francisco Aro, una de las víctimas de las explosiones del vapor La Coubre, el 4 de marzo de 1960.
Allí, en uno de sus sillones, Grisel Aro Cabrera, su hija, recordó episodios de la trayectoria de su padre: en la clandestinidad en Vega Alta o en la columna de Camilo. También tuvo tiempo para desempolvar algunas fotos y recordar la belleza física de Juan Francisco y de su madre Roselia Cabrera Llano, a quien los invitados pudieron ver con más de 90 años.
«Es el mejor homenaje que podemos hacerles hoy a nuestros combatientes dijo Yudí Rodríguez Hernández en medio de la charla con Grisel, además de poder compartir contigo que, a la vez, eres madre ».
En medio de un entretenido diálogo sobre la genealogía de los Cabrera y la calidad del retrato en la mitad del siglo pasado transcurrió la mañana en casa de Grisel. Temas similares trataron, seguramente, Alberto López Díaz y Osnay Miguel Colina, miembros del CDP que llegaron a otros hogares con intereses similares, luego de dedicar unos minutos a rendir homenaje a Celia Sánchez Manduley en el aniversario de su nacimiento este 9 de mayo.
Si parecieran gestos menores, solo habría que escuchar a Grisel para entender lo contrario: «Es un día muy especial para mí porque aún tengo a mi madre con vida. Fue un momento para recordar su juventud con historias y fotos. Agradezco mucho la visita ».