
Con seis décadas dedicadas a las finanzas, la santaclareña Nelia Cano Santana dijo adiós a su ininterrumpido quehacer en el sistema bancario villaclareño, para disfrutar de una merecida jubilación.
La trabajadora, con una vasta experiencia en la actividad, recuerda cuando en 1962, poco tiempo después de la nacionalización de la banca cubana por el Gobierno revolucionario, comenzó su vida laboral como auxiliar de Contabilidad en la entonces agencia bancaria 112702, de Santa Clara actual 4331, al lado de la tienda El Encanto, donde alcanzó el técnico medio en Contabilidad y ocupó distintas responsabilidades, hasta pasar a la Dirección Provincial del Banco de Crédito y Comercio (Bandec).

«Fueron los años de fogueo de la Revolución, de cambios y transformaciones, y de muchas inversiones en el sector industrial. Una etapa en la que el banco tuvo un gran protagonismo », refiere emocionada, al pasar revista a su juventud, en la que eran habituales las movilizaciones al corte y siembra de caña, y obras en construcción.
Insiste en que no fue fácil desprenderse del trabajo, y luego de pensarlo varias veces, ante su vulnerabilidad como adulto mayor en tiempos en que la COVID-19 obliga a quedarse en casa, con el alma angustiada, pero resignada ante su nuevo estatus, decidió dedicarse al descanso, sin saber que a sus espaldas sus compañeros preparaban una emotiva despedida.
La también militante del Partido Comunista de Cuba, con 78 años de edad, que al momento de jubilarse laboraba en el Departamento de Protección, mereció el agasajo de quienes por muchos años han seguido sus pasos como ejemplo de consagración y compromiso, como expresó Emelina Báez Abrahantes, directora provincial de Bandec.
Nelia no recibió el adiós definitivo, sino la invitación a volver a desandar los pasillos de Bandec, para trasmitir su sabia a las nuevas generaciones de bancarios, en momentos en que el país implementa la Tarea Ordenamiento, en cuyo proceso esa institución desempeña un alto rol en el reordenamiento de la economía cubana.