Universidad Médica de Villa Clara abre sus puertas a Abdala

Dos generaciones de enfermerí­a expresan su satisfacción con el candidato vacunal Abdala en el Dí­a Internacional de la especialidad.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Muy organizado el proceso en la Universidad Médica con el cumplimiento de cada paso establecido. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
1948
12 Mayo 2021

Cuando el mundo celebra este 12 de mayo el Dí­a Internacional de la Enfermerí­a llegan regalos especiales para este sector. Así­ lo considera  Bárbara Reguera Yera, licenciada en la profesión y especialista materno-infantil de I Grado, quien resulta una de las villaclareñas que recibirá el candidato vacunal Abdala.

Y es que la Universidad Médica de la provincia abre sus puertas a esta intervención sanitaria en grupos poblacionales y territorios de riesgo para aplicarla a todo su personal y a los estudiantes vinculados a las diversas disciplinas por los continuos riesgos expuestos en medio de una pandemia terrible.

Bárbara Reguera Yera, enfermera por vocación, está a punto de recibir el candidato vacunal Abdala. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Para Bárbara es su historia de dos décadas en el servicio de Neonatologí­a del hospital ginecobstétrico docente Mariana Grajales, de la capital provincial, a lo que se suma un quinquenio en su actual desempeño en la facultad de Tecnologí­a de la Salud del complejo médico universitario.

Recuerda el evento ocurrido en el Hogar de Ancianos número 3 como una de las experiencias profesionales inolvidables. Estaba laborando con los estudiantes y la jefa de la carrera le solicitó que se incorporara a la atención de las personas que egresaban del hospital militar Manuel Fajardo Rivero en la etapa poscovid.

«Aplicamos el multioficio. Fuimos pantristas, asistentes y enfermeras trabajando 24 horas con ellos. Algunos podí­an auxiliarse por sí­ solos, pero a otros era necesario bañarlos, darles los alimentos, estar pendiente de sus medicamentos, y logramos el objetivo.

Bárbara Reguera es sincera. No niega que al principio sintió un poco de temor ante un virus implacable, pero de inmediato la profesión se impuso. «Por algo somos enfermeras, cumplimos las medidas establecidas en los protocolos, y todo se desarrolló de manera exitosa ».

En el centro de aislamiento habilitado, entonces, en la escuela especial Rolando Pérez Quintosa, permaneció unos dos meses y medio. Allí­ le sorprendió un Dí­a de las Madres, otro dedicado a la Enfermerí­a en los que no pudo recibir el afecto directo de sus seres queridos. Fueron también muchas jornadas de sábados y domingos destinadas a la atención humanitaria, de trabajar 24 horas y luego partir hacia el hogar al resultar pacientes ya negativos que se encontraban en proceso de rehabilitación.

«Como era lógico, en mi casa existí­a preocupación, me alertaban en el cumplimiento de lo estipulado, pero mis familiares resultaron un estí­mulo, esa fuerza de apoyo necesaria como impulso a fin de seguir adelante ».

Ahora Bárbara está a punto de recibir el candidato vacunal Abdala de manera voluntaria. «Nadie me obliga, porque confí­o en el talento de nuestros cientí­ficos a través de la historia, y ese es mi mayor aval ».

Además de sus trabajadores y estudiantes, el centro médico universitario de Villa Clara también acoge a quienes integran el Servicio Integrado de Urgencia Médica (SIUM). (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Un hito indiscutible así­ lo considera, algo grande que repercute en la humanidad con la luz de Fidel, que siempre apostó por el enorme caudal y la confianza en esa ciencia nuestra.

«Labor ardua en tan poco tiempo en el logro de estos candidatos vacunales. Encomiable, para resumirlo en una sola palabra ».

La juventud opina

Danay Rojas Mena está a un paso de graduarse como enfermera. Estudia el quinto año de la licenciatura en la Universidad Médica, y para ella constituye un privilegio figurar entre las primeras que recibe esta intervención sanitaria.

A pesar de su juventud, ya tuvo la experiencia directa de trabajar en zona roja con portadores del SARS-CoV-2 en el hospital militar Manuel Fajardo Rivero, algo que para ella no se vive en múltiples ocasiones y constituye de esas vivencias aleccionadoras y únicas.

La estudiante Danay Rojas Mena confí­a plenamente en la intervención sanitaria como aporte innegable de la ciencia cubana. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

Allí­ permaneció 14 dí­as, además de cumplir una semana de aislamiento en el sitio establecido y otra posteriormente en casa.

«Trabajamos en cualquier institución sanitaria que reclame nuestra cooperación. Así­ hemos rotado por hospitales y consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia con lecciones básicas en nuestro aprendizaje, y ahora apoyamos a nuestras enfermeras en el proceso actual para el que ha sido designada nuestra Universidad.

«Dirí­a que confí­o plenamente en este candidato vacunal, porque forma parte indiscutible de los aportes de la innegable ciencia cubana ».

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