Cuidar el medio ambiente es proteger la salud

Respecto a la Estrategia ambiental territorial de 2016-20 resalta que fue un perí­odo complejo en función de garantizar el uso racional de los recursos naturales y la conservación de los ecosistemas, en busca de la sostenibilidad del desarrollo.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
Dra. María del Carmen Velasco Gómez: «Lograr una disciplina ambiental por parte de todos, necesidad del momento». (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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29 Mayo 2021

Una percepción de la Dra. Marí­a del Carmen Velasco Gómez, delegada del Ministerio de Ciencia, Tecnologí­a y Medio Ambiente (Citma) en Villa Clara, resulta clave para entender la necesidad de ver el medio ambiente como plataforma dirigida a proteger la salud.

Algo vital en una etapa muy compleja desde el punto de vista sanitario, a pocos dí­as de celebrar el 5 de Junio, con un llamado a contribuir con el entorno en su dí­a mundial.

En conferencia de prensa se abordaron los principales resultados del perí­odo estratégico 2016-2020, los detalles del Macroprograma de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y los retos para el nuevo ciclo 2021-2030.

Sobresale en los últimos tiempos el aporte de la comunidad cientí­fica en el enfrentamiento a la COVID-19, sin descuidar el dengue y las arbovirosis.

En este sentido,  habrá que seguir insistiendo en  el trabajo comunitario, el mano a mano imprescindible para contribuir a un cambio sanitario que interiorice cada individuo.

Respecto a la Estrategia ambiental territorial de 2016-20, resalta que fue un perí­odo complejo en función de garantizar el uso racional de los recursos naturales y la conservación de los ecosistemas, en busca de la sostenibilidad del desarrollo.

Disminuir la contaminación,  en aras de mejorar la calidad ambiental,  e implementar acciones dirigidas al enfrentamiento al cambio climático son parte de los objetivos de trabajo. Tanto el Citma como el resto de los actores incluyen necesariamente la valoración de los costos.

En materia de conservación y mejoramiento de los suelos falta mucho camino por recorrer, y se demanda mayor dinamismo por parte de la Agricultura.

No todos los municipios han desplegado los polí­gonos como segmentos destinados a probar tecnologí­as y enseñar métodos encaminados al mejoramiento de la tierra. Buenas prácticas aparecen en Albarrán, La Herradura, y los establecidos en la zona montañosa de Villa Clara, que constituyen ejemplos para Cuba; sin embargo, municipios como Corralillo, Ranchuelo y Placetas tendrán que arreciar en este propósito.

El í­ndice de boscosidad y la reforestación también demandan acciones en un perí­odo caracterizado por la ocurrencia de fenómenos meteorológicos y el incremento de incendios forestales, entre otras causas.

Punto de primer orden ha sido el trabajo con los desechos peligrosos a partir de la evaluación exhaustiva de las regulaciones ambientales, aunque no se avanza en la situación de los residuales sólidos, que prosigue como talón de Aquiles en el panorama sanitario villaclareño, sobre todo en la capital provincial.

Desde otro ángulo satisface el fortalecimiento de las 11 áreas protegidas administradas por la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, el Centro de Estudios y Servicios Ambientales (Cesam) y la Delegación Territorial de Gaviota.

La zona de montaña está incluida entre las prioridades ambientales de Villa Clara. (Foto: Tomada de Internet)

Villa Clara tiene entre sus objetivos de prioridad ambiental la zona costera, las montañas y las cuencas donde se necesita restaurar los ecosistemas, y que los habitantes naturales y las instituciones comprendan la importancia de incorporarse a este propósito con su conducta responsable y acciones que lo demuestren.

La protección de la capa de ozono deviene otro de los aspectos esenciales, y tampoco se descuida el otorgamiento de las licencias ambientales bajo la rigurosidad de lo establecido en relación con  la producción de alimentos, los programas hidráulicos, constructivos y del turismo, entre otros.

Desde la aprobación del Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida) se evidencian múltiples acciones cumplimentadas, con destaque para los nueve estudios concluidos por la provincia en torno a los peligros, vulnerabilidades y riesgos (PVR) relativos a inundaciones por intensas lluvias, por penetraciones del mar, afectaciones por fuertes vientos, incendios en áreas rurales, deslizamientos de terreno y riesgo de sequí­a.  

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