
Los vegueros villaclareños, a punto de concluir la recolección de hojas, estiman dejar atrás aquellos registros históricos de las últimas dos décadas cuando los resultados en siembras, acopios y calidad del tabaco desplazaron al territorio de una ubicación privilegiada entre los mejores del país.
A pesar de los contratiempos que en noviembre pasado trajeron las lluvias asociadas a la tormenta tropical Eta con daños en las primeras plantaciones de octubre, semilleros y tierra en movimiento, el compromiso de siembra tuvo un corrimiento y se llegó a las 1494 hectáreas de cultivo, un volumen no registrado en años anteriores.

De ese monto destacan las 103 ha de tapado para la obtención de capas destinadas a la hechura de habanos y tercios de exportación en los cuales, luego de iniciar los acopios, superan lo planificado en calidad y se alcanza un volumen momentáneo de 17 toneladas, dijo a Vanguardia Antonio Subit Pérez, director general de La Estrella, perteneciente al Grupo Empresarial Tabacuba.
Esa entidad aspira en Villa Clara a recolectar, después de cerrar la campaña, unas 1486 t en vegueríos de sol en palo, ensartado y tapado incluidos en territorios asistidos en las Unidades Empresariales de Base (UEB) Potrero Grande y Gí¼inía de Miranda (Manicaragua), Placetas, Santa Clara y Camajuaní.
La política empresarial reside en aumentar los rendimientos agrícolas, a pesar de limitaciones en recursos materiales necesarios para el fomento tabacalero, y no crecer en superficie. De ahí, subrayó, que en el caso del tapado distingan diferenciación de insumos para aquellos cosecheros que logren cantidades superiores al 17 % de capas dirigidas a la exportación.
También los agricultores que fomentan plantaciones a sol y disponen de excelentes suelos para el cultivo, así como de garantías de sistemas de riego de agua y no tengan reiteradas y abultadas deudas bancarias, continuarán en labores tabacaleras de un sector que se reorienta de acuerdo con la Tarea Ordenamiento y apuesta por aumentar los rendimientos y mantener en campañas venideras unas 1500 ha aproximadas de superficie, puntualizó el directivo.
Antes La Estrella figuró entre las entidades cubanas de peores resultados agrícolas y económicos, situación que comenzó a cambiar desde el pasado año y continuará en ascenso a partir del desarrollo diferenciado que tendrán agricultores incorporados a seis proyectos tecnológicos, no vistos con anterioridad en la provincia.

La selección de vegueros y áreas de cultivo contarán con novedosos sistemas de riego por goteo, casa de beneficio controlado para los acopios de hojas y variedades específicas seleccionadas para territorios del centro del país.
Sin cerrar labores de cosecha, y cuando ya comienzan acopios y beneficios de las ramas del tapado, en los cuatro primeros meses del año obtuvieron saldos favorables con unos 9 500 000 pesos en utilidades, y la productividad del trabajo llegó al 121 % de ejecución. De similar modo se labora por sostener gastos planificados por debajo de los parámetros, informó Subit Pérez.
Cosecheros jóvenes son los abanderados de una tradición de vegueríos de calidad. «En Placetas son sorprendentes los crecimientos de calidad y rendimientos de las superficies de tapado, y no estamos lejos de conseguir 28 t de hojas en ese tipo de cultivo. En ese territorio durante el año entrante se montará una escogida para procesar las ramas procedentes de otros municipios », destacó.
En tal sentido Keily Miguel Barrios Carballo, especialista principal de beneficio en la entidad, aseguró que en la actualidad tienen acopiadas 22 t de tabaco tapado, y el 14 % clasifica como capa con rangos para la exportación. No obstante, resaltó, prevén llegar a un 20 %, calidad no registrada antes en la provincia.
Vegas con empaques
En las cercanías de Santa Clara, hacia el este, hay detalles de casas de beneficio de tabaco que obligan a tender la vista hacia el bajío cercano a la carretera. Allí está la finca en usufructo que atiende el joven Yudenys Cabello Silverio, considerado entre los mejores cosecheros de la provincia.
Hijo de campesino y observador de las labores agrícolas que asumen los integrantes de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Ramón Pando Ferrer, dejó a un lado los trajines con el camión familiar, y solicitó tierra para el fomento de tabaco. Dispuso de la ayuda de un experimentado vecino, y todo le iba de maravillas hasta que un incendio en la casa de curación provocó que se perdiera la primera de las cosechas.
Al muchacho le entró ¡tremenda apatía!, y hasta pensó abandonar el campo. No obstante, decidió ponerse más vigilante en el cuidado de las vegas para evitar siniestros y pérdidas. En la campaña que concluyó hizo su cuarta cosecha. De las 7 hectáreas de superficie total, dedicó ahora unas 3 ½ a tabaco tapado, y otro 0.5 al cultivo de sol en palo. Los resultados de la pasada cosecha «fueron excelentes, con unas 5 toneladas, volumen que ahora creo superar », declaró.
En la campaña entrante, ya en fase de contratación, aumentará la superficie de siembra, principalmente para tapado, con el propósito de incluirse entre los vegueros villaclareños que serán beneficiados con el proyecto de desarrollo agrícola que planifica la entidad.

En total «tendré unas 12 hectáreas, y el tabaco tapado será la esencia de las siembras, aunque no resto importancia al cultivo de frutales, viandas y granos (arroz y frijol), considerados como garantías para la alimentación de la fuerza laboral contratada en períodos de siembra y cosecha », apuntó.
De las variedades que emplea, dice Cabello Silverio, prefiere la Criollo 2010. A partir de la pasada campaña optó por producir su propia postura en un túnel de cultivo que le permite extraer las simientes, según su calidad, en la época óptima de plantación. Eso, por otra parte, es obvio, disminuye los costos de producción y pérdidas de tiempo en el fomento del veguerío.
Después de montar aquí los sistemas de riego de agua por goteo en las plantaciones de tabaco bajo cobertores, y ubicar una casa de curación controlada para las hojas acopiadas, acotó Barrios Carballo, el especialista empresarial en labores de beneficio, se acortará el proceso de tratamiento de la rama verde y su paso a seca, un momento definitorio en el cual adquiere la capa entre un 23 y un 60 % de calidad.
La finca de Cabello Silverio, rodeada de plantaciones de coco, está acreditada por suelos idóneos para el cultivo de tabaco, y tiene suficiente disposición de agua almacenada con el propósito de efectuar el acoplamiento de sistemas de riego. Allí la fuerza laboral que se emplea en el fomento de vegas con empaque resulta conocedora de la tradición. De ahí la confianza que se deposita en un cosechero que se empina hacia otros horizontes agrícolas.