
Resulta comprensible la preocupación de muchas personas por su estado de salud ante la adversa situación a causa del repunte epidemiológico de la COVID-19, pero ello no justifica la tendencia a exigir de manera indiscriminada a que se les aplique test de antígeno o pruebas de PCR, productos muy costosos para el país.
En ese sentido, Alberto López Díaz, gobernador de Villa Clara, manifestó en el encuentro por videoconferencia de este jueves del Grupo Temporal de Trabajo que resulta importante atender las preocupaciones provenientes de la población y orientarlas correctamente en los centros de salud ante cualquier duda.
«Hay que esclarecer al pueblo, pues hay personas que experimentan ciertos síntomas y solo buscan que se les haga el test de antígeno o el PCR como si fuera la solución a los problemas de salud que están sintiendo. Ahora tenemos test y pruebas de PCR, pero son limitadas. La provincia tiene capacidad para realizar 1200 diarias, por lo que si nos proponemos examinar a más pacientes no nos permite el laboratorio (de Biología Molecular) », aclaró.

López Díaz llamó la atención acerca de ciudadanos que en reiteradas ocasiones han acudido a los policlínicos a hacerse exámenes, incluso sin tener síntomas, lo cual constituye un gasto innecesario de materiales. Añadió que tales comportamientos provocan un agotamiento de los recursos y del sistema de salud, así como una saturación de las consultas.
«Es importante entender que quien no tenga síntomas asociados a la COVID-19 no debe hacerse pruebas, porque el resultado no es significativo ni se relaciona con la enfermedad. Las personas no pueden acudir al sistema (de Salud) a hacerse un examen por complacencia o para tener seguridad », acotó.
En ese sentido, Yudí Rodríguez Hernández, primera secretaria del PCC en la provincia, orientó seguir creando condiciones en los policlínicos para multiplicar las consultas de IRA (Infecciones Respiratorias Agudas) y no se aglomeren personas ni se violen las medidas de bioseguridad.
Igualmente, señaló la necesidad de crear consultas de ese tipo en las áreas más alejadas para evitar el traslado de público, menos aún cuando unas de las medidas en la actual fase de transmisión comunitaria.
Al cierre de la jornada del miércoles 21 de julio se reportaron 326 320 autóctonos y 6 importados positivos luego de examinarse 2764 muestras de PCR.
Los casos autóctonos pertenecen a: Santa Clara (164), Sagua la Grande (79), Manicaragua (26), Placetas (15), Quemado de Gí¼ines (15), Caibarién (7), Ranchuelo (5), Cifuentes (4), Corralillo (2), Camajuaní (1), Encrucijada (1) y Remedios (1). De los infestados en el extranjero 5 son de la capital provincial y uno de Placetas, provenientes de España y Rusia.
Se lamenta el fallecimiento de dos personas, de Sagua la Grande, de 80 años de edad, y Santa Clara, de 45. En terapia intensiva se encuentran nueve personas con COVID-19, de ellas 1 crítico y 8 graves.
Ingresaron 629 personas, egresaron 1015 y hubo 403 recuperados. Hay un total de 2840 ingresados, de ellos 239 menores de 18 años de edad y 20 con menos de un año.
La tasa de incidencia de la provincia es de 636.00 x 100 000 habitantes. Los municipios con mayores indicadores: Sagua (1562.41), Quemado de Gí¼ines (1062.65), Santa Clara (886.65), Corralillo (679.95), Placetas (501.76), Ranchuelo (493.63), Santo Domingo (480.10) y Manicaragua con 439.62.