
Este jueves 5 de agosto, la más central de las provincias cubanas amaneció con 437 casos positivos; de los cuales, 436 son autóctonos y solo 1 con fuente de infección en el extranjero, un viajero de Placetas, procedente de México.
Continúa Santa Clara acumulando la mayor cantidad de casos diarios, hoy con 247.
El resto de los territorios se comportan de la siguiente manera: 30 de Caibarién, 26 de Placetas, 26 de Manicaragua, 24 de Sagua la Grande, 22 de Ranchuelo, 20 de Camajuaní, 13 de Cifuentes, 11 de Santo Domingo, 6 de Corralillo, 6 de Quemado de Gí¼ines, 3 de Encrucijada y 2 de Remedios.
De acuerdo a la información brindada por la doctora Gretza Sánchez Padrón, directora provincial de Salud, la cantidad de contagios en edades pediátricas (menores de 18 años) continúa siendo elevada, con 208; de ellos, 20 lactantes, y se suman 21 gestantes.
Hubo que lamentar el fallecimiento de siete villaclareños: 4 del municipio de Santa Clara, 2 de Manicaragua y 1 de Cifuentes.
La mayoría de los diagnosticados con la COVID-19 presentaron síntomas, tendencia predominante en las nuevas cepas del virus.
En la provincia hay 20 pacientes portadores de la enfermedad ingresados en las salas de terapia intensiva: 6 en estado crítico y 14 graves.
La tasa de incidencia es de 911.10 por cada 100 000 habitantes. Por municipios en los últimos 15 días se manifiesta así: Santa Clara (1567.74), Sagua la Grande (1327.06), Manicaragua (742.26), Placetas (708.18), Corralillo (679.95), Ranchuelo (649.95), Santo Domingo (619.95), Quemado de Gí¼ines (557.77), Cifuentes (425.36), Caibarién (393.38), Camajuaní (363.03), Encrucijada (215.74) y Remedios (193.80).
En las precisiones dadas en el Grupo Temporal, el gobernador Alberto López Díaz insistió en que la complejidad de la situación de la provincia no puede llevar a agotar las iniciativas para enfrentar la COVID, ni a conformarnos con las cifras que cada día golpean al territorio.
Además, la autoridad gubernamental reclamó dar respuestas a las inquietudes y reclamos de la población: «No deben quedar reclamos del pueblo sin respuesta, pero tampoco que sean formales. La sensibilidad debe primar ».
López Díaz enfatizó en el rigor de las evaluaciones diarias y que cada cual cumpla con la parte del deber que le corresponde: «Debemos llamar a todos a este combate. Dar misiones y tareas, pero también controlarlas »