
Acerca de la situación epidemiológica de Villa Clara, ante el incremento de casos positivos con la COVID-19, el Dr. José Luis Aparicio Suárez, funcionario del (Ministerio de Salud Pública (Minsap) y asesor del Grupo Temporal de Trabajo para el Enfrentamiento a la COVID-19 en la provincia, ofreció declaraciones a Telecubanacán en su comparecencia en el programa La hora de todos.
El especialista precisó que Cuba enfrenta una virosis muy contagiosa y peligrosa, asociada a la variante Delta del nuevo coronavirus, que aprovecha cualquier descuido para invadir a las personas y convertir otras células en fábricas reproductoras de más virus, que ocasionan mucho daño y lamentablemente hasta la muerte en no pocos casos.
En estos 18 meses de batallar contra la epidemia expresó, esta se ha mantenido al acecho, porque necesita mutar para infectar a más individuos y mantenerse viva. Por ello, resulta necesario asumir una actitud consecuente, sin descuidar las medidas de protección.
El funcionario manifestó que Villa Clara presenta una alta propagación de la enfermedad, con predominio de la trasmisión comunitaria extradomiciliaria y también intradomiciliaria, lo que ha traído consigo el contagio de familias enteras, y alertó sobre el peligro que representa la permanencia de las personas en las calles, sobre todo en el horario de la mañana, y las aglomeraciones, las cuales representan mayor riesgo.
Asimismo, destacó que la variante Delta de la COVID-19 resulta mucho más contagiosa que las anteriores. De ahí que una persona enferma pueda contagiar a otros siete sujetos en una primera ronda de trasmisión, y estos, a su vez, a siete más, lo que equivale a 49 en dos bloques de trasmisión; mientras que, en una tercera ronda, la cifra de contagiados asciende a 343 como mínimo.
Sobre los criterios de exclusión e inclusión para recibir los inmunógenos cubanos, Aparicio Suárez señaló que las personas que hayan tenido un test de antígeno (TA) positivo y las manifestaciones clínicas de la enfermedad, no van a recibir el esquema completo de las tres dosis.
Sobre la conducta a seguir al respecto, expresó que constantemente la comunidad científica internacional y cubana hace estudios para analizar, valorar y profundizar acerca de estos criterios, y aunque el TA tiene menor sensibilidad que la prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real), su especificidad es alta.
De ahí que el TA se considere como valor diagnóstico en un contexto clínico de la COVID-19, y se excluya de recibir el esquema completo de vacunación de las tres dosis todo aquel que, teniendo manifestaciones clínicas del virus, haya tenido un TA positivo. Estas personas, en su momento, recibirán la dosis de refuerzo de la vacuna que se determine.
En el programa La hora de todos, de Telecubanacán, se puso el ejemplo de un vecino del consejo popular Virginia, de Santa Clara, positivo al TA; sin embargo, ese mismo día, al hacerle un PCR, este resultó negativo.
Sobre este caso, el especialista señaló que es suficiente el TA como para no proceder a la inmunización con las tres dosis, pues en ese contexto la positividad de la prueba de PCR pudo haber dependido de cómo se realizó la toma de la muestra, entre otros factores, y que ambas pruebas tienen valor diagnóstico para determinar que el paciente tuvo la COVID-19.
Subrayó que en las personas contagiadas, el organismo sigue generando anticuerpos como respuesta inmune, al prepararse para enfrentar el virus, lo cual crea cierta inmunidad. En estos casos, el sujeto recibirá una dosis de refuerzo pasados dos meses como mínimo de haber padecido la enfermedad, para que el sistema inmune esté en mejores condiciones de enfrentar el virus, teniendo en cuenta las variantes que circulan.
El asesor del Grupo Temporal de Trabajo en Villa Clara, explicó, además, que en cada área de Salud el sistema sanitario cuenta con el registro de los TA positivos realizados. No obstante, si una persona no aparece en el listado y está consciente de que dio positivo, antes de vacunarse, el médico de la familia tendrá en cuenta estos elementos, e insistió en que lo importante es trasmitir seguridad a quienes van a recibir las dosis de Abdala o Soberana Plus, según corresponda, pues la inmunización llegará a todos los villaclareños.
En cuanto a las personas que no pudieron acceder a un TA y PCR, pero tuvieron síntomas de la epidemia previo a la vacunación, se tendrá en cuenta la valoración del médico de la familia para su inclusión o no en el proceso.
«De no existir en ese momento un padecimiento agudo o crónico descompensado, o hipersensibilidad a algunos de los componentes de la vacuna, así como una enfermedad oncológica activa con tratamiento de citostáticos y radiaciones, y si la persona tiene buen estado de salud, se elimina el criterio de exclusión, pues los estudios han demostrado que las vacunas cubanas, de las cuales han sido administradas hasta la fecha más de 10 millones de dosis, tienen pocas reacciones adversas ».
También se refirió al criterio erróneo de atribuir la enfermedad a las vacunas.
«Las vacunas están hechas con subunidades proteicas, y no son capaces de generar el virus. Lo que ha coexistido es una asociación temporal, pues al mismo tiempo que se vacuna existe un contexto epidemiológico de alta trasmisión. Hay pacientes que recibieron la primera dosis de Abdala, pero contrajeron el virus que atribuyen a las vacunas ».
Y puso el ejemplo de la vacunación masiva en La Habana, meses atrás, donde más de 2 millones de habitantes fueron inmunizados; sin embargo, no ocurrió lo mismo que en Villa Clara, actualmente con un predominio de la variante Delta, mucho más contagiosa y letal.