
Manos expertas aplican en el hombro de los adolescentes de Villa Clara la primera dosis de la vacuna anti-COVID Soberana 02, en un universo que incluye a 40 013 estudiantes.
Son los comprendidos entre 11 y 18 años que, este martes, iniciaron su proceso en los puntos vacunales habilitados en la provincia.

Está el niño que llega junto a sus padres, pero un poco temeroso ante la impresión que pudiera causarle la aguja; también, el «campechano » que olvida todo tipo de miedo y a lo mejor desea impresionar a las muchachas del aula, y casos como el de Cristian Daniel Díaz ílvarez, del seminternado de primaria 13 de Marzo, en la capital provincial, ansioso por recibir su vacuna.
Muy desenfadado expresa sus criterios con una gran fluidez y no oculta que estaba «loco por vacunarse » para volver a la escuela.
«Es que llevamos mucho tiempo encerrados en la casa y extraño a los amigos míos, a la profe y a mi aula », agrega mientras espera su turno de vacunación.
¿Y ese primer día de escuela crees que pueda olvidarse el nasobuco y otras medidas de protección?
No, hay que seguir con él y cumplir el resto de lo orientado.

Acompañado de su mamá, Yamilka ílvarez Valdés, Cristian desconoce el miedo escénico, mientras su progenitora dice lo deseosa que estaba de que llegara esta etapa en niños y adolescentes.
«Él es asmático y tiene mayor riesgo. Como madre considero excelente que este grupo de edad se vacune. Yo tuve la COVID-19 y pasé mucho trabajo para que mis hijos no se contagiaran, y en particular en el caso de Cristian por las condicionantes médicas que tiene ».
¿Es su único hijo?
No, son cinco hermanos.
Al valorar la organización de toda la vacunación, Yamilka pondera cada detalle. «Los profesores llegaron a la casa y avisaron el día y la hora en que iba a iniciarse, llamaron también por teléfono, y hubo bastante información al respecto, por lo que felicito al sector de la Educación ».
No es la primera vez que la escuela 13 de Marzo funciona como vacunatorio, durante la inmunización poblacional asumió tal encomienda; mas en esta oportunidad la Dra. María del Carmen Puimiró Alemán tiene la responsabilidad general en el sitio que tiene asignadas, además, las escuelas Orestes de la Torre, Olga Alonso, José Antonio Echeverría y Leoncio Vidal, aunque mantienen la disposición de apoyar, en caso necesario, a otros vacunatorios con mayor matrícula.
«Esta campaña debe realizarse en tres días; sin embargo, habrá después un período de recuperación para quienes no han podido hacerlo en la fecha fijada. Hasta el momento son muy pocos los excluidos debido a situaciones agudas provocadas por alguna dermatitis, manifestaciones catarrales y aquellos que han pasado el dengue y aún no ha transcurrido el tiempo reglamentado después de la enfermedad para poder vacunarse.

Para un mejor control de las posibles reacciones adversas que pudieran presentarse, el seminternado habilitó una cuarta sala de observación que se suma a las tres planificadas.
A la Dra. María del Carmen la acompaña un equipo integrado por dos médicos, igual cifra de enfermeras, estomatólogas, siete estudiantes de Medicina, cuatro trabajadores de la sala de Rehabilitación del policlínico José R. León Acosta (Nazareno), y el resto del personal de Educación, que han accionado en verdadera alianza con el sector de la Salud.