En el día de hoy, Vanguardia no quiso pasar por alto la fecha del Día de los Padres. Les ofrecemos las declaraciones de cuatro padres que han dedicado toda su vida a la consagración de su labor.
Antonio Cárdenas Rodríguez, despachador provincial de la Empresa Eléctrica de Villa Clara, 39 años laborando.
«Desde que terminé el Servicio (Servicio Militar) entré a la empresa y no he tenido otro trabajo. Lo más hermoso que he experimentado es trabajar con los compañeros que he tenido, en ocasiones dejando atrás a la familia para estar donde nos digan y en condiciones a veces extremas. Lo más difícil para mí fue ver a mi hijo a los 15 meses de haber nacido, por encontrarme en una misión fuera del país. También esos tramos largos de tiempo en que se abandona a la familia por un deber y una convicción de que en un país como el nuestro se han hecho y se hacen grandes sacrificios para poder avanzar ».
Eneido Escobar, jefe de brigada de Quemado de Gí¼ines, 39 años en la Empresa.
«Todos mis hijos se han criado en el entorno de la Empresa Eléctrica. En este trabajo uno se va por la mañana y regresa por la noche, de madrugada o al otro día. Muchas veces los hijos se quedan dormidos esperándolo a uno. La Empresa Eléctrica también demanda que se rompan muchos planes, es una labor en la que no tienes momento ni lugar fijo, no sabes nunca dónde vas a estar. Es cierto que me he perdido momentos importantes con mi familia, pero este es un trabajo que te amarra, todo el que está aquí es porque lo siente, siente ese compromiso y esa idea de que tu trabajo es necesario y de él depende la felicidad de muchas personas ».
Carlos Alberto García Pérez, jefe de brigada de Energizado e instructor de la Escuela Provincial de Formación de Linieros del municipio de Santa Clara, 38 años dedicado a la Empresa Eléctrica.
«Mi familia vive orgullosa de mi trabajo, de que sea liniero. Principalmente mi hija no me concibe de otra forma, ella desde chiquita siempre me dice que nosotros resolvemos problemas de la población, que somos quienes damos el paso al frente en las situaciones más difíciles, siempre quiere estar en el carro y ver lo que hacemos. Ella me dice: "Papi, ustedes hacen lo que no hace nadie, tienen el valor que no tiene nadie". Ella entendió siempre que la corriente es algo peligroso, que hay que cuidarse, y que todo el mundo no tiene la capacidad de enfrentarse a diario a ese peligro. Cuando no esté aquí, quisiera que mis hijos me recordaran como un hombre de bien, de palabra sobre todo, porque es un concepto muy fuerte y que valoro mucho, que me recuerden como alguien que trató de ayudar en todo lo que pudo a su gente, y nada más, un simple hombre ».
Felipe Gallardo López, 37 años en la Empresa Eléctrica, jefe de brigada de Construcción y Mantenimiento de Líneas.
«Yo debo agradecerle siempre a mi familia por la comprensión por todo el tiempo que estuve ausente, que fueron unos cuantos años, tanto como internacionalista como en tareas dentro de Cuba. Reconocer y agradecer a mi esposa, que asumió el rol de madre y padre. Yo pude cumplir mis compromisos de trabajo gracias a su dedicación constante. Tengo dos hijos hermosos, uno es médico y el otro heredó mi gusto por la electricidad, es liniero. Mi familia es mi mayor orgullo. Sí tengo que reconocer que siento nostalgia, porque no conviví con ellos en momentos muy importantes de sus vidas. Pero me siento muy orgulloso por entender y respetar mi labor, así como por la formación y las decisiones que han tomado en sus vidas ».