
El salón estaba impregnado de respeto y gratitud. Era un acto más que protocolar, una celebración de la permanencia, de la entrega silenciosa, de esos trabajadores que han visto pasar los años entre balances, cálculos y el compromiso de servir a la familia cubana.
La jornada por el Día del Trabajador Bancario y el aniversario 42 del Banco Popular de Ahorro fue el marco perfecto para reconocer a quienes han dedicado décadas al sector. La organización del evento, encabezada por la comunicadora institucional Yusimi Guardado Sánchez, permitió no solo la entrega de distinciones, sino también un espacio para la emoción y el reconocimiento mutuo.
«Nos complace mucho porque esto habla de la permanencia de esas personas, que son como enciclopedias vivas», expresó Guardado, resaltando la importancia de honrar a quienes han tejido la historia de la institución con su labor diaria.
Entre los homenajeados, Delvis Manuel Guzmán Pérez recibió el sello por 25 años de servicio. Con orgullo, compartió la trascendencia de este reconocimiento: «Es un gran honor. Nuestro banco es el de la familia cubana, y trabajamos cada día para prestar un mejor servicio a nuestro pueblo, que es quien se lo merece todo».
También fue reconocida Odalis Gómez Martínez, quien ha dedicado 35 años de su vida laboral a la entidad financiera. Su historia es la de alguien que, desde su graduación en la universidad en 1989, ha hecho del banco su hogar profesional. «Recibir un sello cada cinco años por mantenerme en el mismo lugar dice mucho sobre el sentido de pertenencia que debe tener el trabajador bancario, sobre todo en estos tiempos de tanta fluctuación laboral», expresó con convicción.
Cada distinción entregada no fue solo un reconocimiento por el tiempo transcurrido, sino por la huella dejada. El acto no solo cerró una jornada conmemorativa, sino que reafirmó el compromiso de quienes, entre cifras y expedientes, han construido un pilar de estabilidad para la economía del país.