
A propósito del 10 de agosto, Día del Trabajador Hidráulico, fecha instituida en Cuba en 1962, con la fundación del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos a propuesta de Fidel —entidad encargada de crear la infraestructura necesaria para asegurar el desarrollo económico y social del país, evitar grandes inundaciones y embalsar agua ante intensas sequías—, cuya sede del acto nacional por la fecha mereció Villa Clara, Vanguardia entrevistó a dos mujeres que por su entrega y dedicación, continúan sus aportes a la actividad para dar continuidad a los programas de la voluntad hidráulica.

Juana Cortés Almeida, directora técnica de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos —actualmente jubilada y recontratada—, dio a conocer sus pasos en un oficio tradicionalmente ocupado por hombres.
Relata que con apenas 19 años comenzó su vida laboral como auxiliar proyectista en el Departamento de Alcantarillado, al concluir el Técnico Medio en Hidráulica.
«Por aquel entonces, con el apoyo de compañeros con una vasta experiencia, aprendí a proyectar y diseñar alcantarillados y registros.
«Participé, además, en los proyectos de los principales colectores de Santa Clara, y diseñé registros de grandes dimensiones con las técnicas usadas en aquella época. Desde un principio me encantó la profesión, y matriculé la carrera de Ingeniería Civil en el curso dirigido en la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, sin abandonar el trabajo. Al graduarme, ocupé una plaza de proyectista.
«Cuando pasamos a formar parte de la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, me ubicaron en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Santa Clara. Aquí confeccioné los planos del Acueducto y Alcantarillado de la capital provincial, pues prácticamente no existían, y por más de diez años dirigí la Sala de Despacho.
«En Recursos Hidráulicos, ocupé la secretaría del Consejo Provincial de Cuencas Hidráulicas, donde tuve que prepararme en materias vinculadas con el medio ambiente, contaminación, suelos y biodiversidad.
«Por ahora no pienso retirarme por completo. Siento que todavía puedo compartir mis conocimientos con las nuevas generaciones de hidráulicos».
La afamada mujer ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que se destacan, el Premio Provincial Vida y Obra de Ingeniería, otorgado por la Unión de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba UNAICC, y la medalla Armando Mestre.

También, Maritza Moreno Mata, especialista en Manejo y Desarrollo de los Recursos Hídricos —jubilada y recontratada—, resulta otra de las mujeres del ramo con una destacada trayectoria.
En 1976 hizo su entrada en la actividad en el Laboratorio de Agua, al concluir el técnico medio en el Instituto Politécnico de Química Mártires de Girón, de La Habana.
La natural de Fomento se graduó como ingeniera química en 1983 en la Universidad villaclareña, y concluyó aquí la maestría en Gestión Ambiental.
«En Recursos Hidráulicos tuve la oportunidad de aprender de especialistas duchos en temas vinculados con la calidad del agua y la contaminación», expresó Maritza.
«Viajé a Suecia y me capacité en un Instituto Tecnológico. La experiencia me facilitó, a través de un proyecto, montar técnicas en nuestro Laboratorio para el estudio limnológico de la presa Hanabanilla —área de investigación de los ecosistemas acuáticos—, el que resultó de vital importancia, al determinar los cambios de calidad del embalse y sus causas, además de permitir investigar otros embalses.
«Actualmente atiendo la calidad del agua y las fuentes contaminantes, como línea fundamental de trabajo del Departamento Técnico».
La nominada al Premio de vida y obra de ingeniería otorgado por la UNAICC que imparte docencia en la carrera de Ingeniería Hidráulica en la UCLV, tuvo oportunidad de trabajar en otras entidades de mayores ingresos, pero nunca se pudo desprender del colectivo que ha dejado una huella en su vida.
Ambas trabajadoras recibirán por estos días el Sello Faustino Pérez Hernández, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción a trabajadores con un relevante desempeño en el sector.