Un «torbellino» llamado Mirtha

Mirtha Díaz Upierre, una multifacética mujer que recibe el aniversario 65 de la FMC como dirigente de base de la organización y delegada del Poder Popular.

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Mirtha Díaz Upierre, federada destacada de Santa Clara.
No es que exhiba su sortija, simplemente un gesto característico de Mirtha Díaz Upierre. (Foto: Ricardo R. González)
Ricardo R. González
Ricardo R. González
@riciber91
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22 Agosto 2025

No tiene efectos devastadores como un fenómeno natural, mas a Mirtha Díaz Upierre le acompaña la fuerza en las palabras y en sus acciones desde que se empinaba, allá por la finca El Plátano, a ocho kilómetros del poblado de Mataguá, en el municipio de Manicaragua.

Allí inició su acercamiento a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) como dirigente de base cuando arribó a los 14 años. Por entonces ejercía el activismo en tareas organizativas, y al trasladarse a la cabecera de Manicaragua ya emprendió su camino como secretaria general del bloque 36, responsabilidad compartida con las funciones de miembro del Comité Municipal e integrante no profesional de su Secretariado y del Consejo de Colaboración.

La capital provincial aguardaba iniciando la década de los 80. Se constituyó la delegación # 8 Haydée Santamaría, del bloque 135 en el reparto del Pedagógico, en la que ejerció la secretaría general hasta que en 1984 asumió la máxima dirección del bloque, en la que prosigue en la actualidad.

—¿Qué te ha aportado la organización de las mujeres?

—A mí y a las cubanas. Ante todo, ser independientes y ocupar nuestro lugar en la sociedad, aunque persisten ciertos rezagos del pasado; ha posibilitado el mejoramiento humano de nuestras propias compañeras y las familias.

Mirtha Díaz Upierre, merecedora del sello 65 Aniversario de la FMC.
Recientemente estuvo entre las galardonadas con el Sello 65 Aniversario de la FMC. (Foto: Ricardo R. González)

—¿Pero eres más que de la FMC?

—Soy delegada del Poder Popular desde el 2000 en que fui electa por mis vecinos, y en el próximo abril cumplo 26 años de ejercicio. Integro, además, la comisión de Servicios de la Asamblea Municipal, y fui la presidencia del consejo popular Camacho-Libertad. En estos momentos estoy jubilada, pero sigo vinculada al Gobierno y a la FMC

—Durante la etapa de la COVID-19 se te vio inmersa en acciones, incluso, desafiando peligros…

— Era la presidenta del consejo popular en esa etapa y existía un Puesto de Mando representado por todos los organismos. Allí visitábamos y atendíamos a las familias, incluidas las que tenían seres queridos hospitalizados, y también dimos atención priorizada a aquellas con algún integrante fallecido debido a la enfermedad. Se coordinaba cada caso con el policlínico Capitán Roberto Fleites (Malezas) en lo que fue una etapa difícil y dura. Repartíamos meriendas, almuerzos, comidas, y creo que las familias quedaron complacidas con la dedicación recibida.

—Un día saliste de la rutina de la ciudad y te fuiste a Ranchuelo, ¿una nueva faceta?

—Tarea especial en 1997. A propuesta de Lázaro Expósito Canto y Caridad Díaz Camacho, entonces primer secretario del Partido en Santa Clara y secretaria general de la FMC en el municipio, respectivamente, me designaron al frente de una brigada cañera para laborar en el central 10 de Octubre de ese municipio.

«Salíamos de Santa Clara a las seis de la mañana y regresábamos pasadas las cinco de la tarde. Éramos 63 mujeres que tuvimos una experiencia bonita, pero a la vez muy fuerte durante tres años, y en ese tiempo nos reconfortó la visita de Vilma, nuestra eterna Presidenta de la FMC.

—Al parecer las faenas agrícolas te acompañaban, porque después hubo otra experiencia en el organopónico Las Marianas…

—Ante uno de los huracanes que afectó a la provincia se constituyó otra brigada para resarcir los daños ocasionados al organopónico. Por aquel tiempo era la recepcionista cajera de la peluquería y barbería Salón Verde, y me hablaron de la propuesta de encabezar el colectivo No lo pensé dos veces, y asumimos las tareas de reconstrucción durante un año. Al terminar las faenas lo dejamos sembrado y produciendo.

—Como mujer y delegada, ¿has tenido problemas en la búsqueda de las necesarias soluciones?

Algunas distinciones recibidas

— Sello de 5, 10 y 15 años como dirigente de base de la FMC
— Distinción 23 de Agosto
— Orden Ana Betancourt
— Sello 65 Aniversario de la FMC
— Distinción Por la Colaboración Cultural de la Ciudad que otorga el   Gobierno de Santa Clara
— Reconocimiento por los diferentes aniversarios de la ciudad de Santa Clara
— Delegada al V y VIII Congresos de la FMC

—En las comunidades existen múltiples dificultades y cada día crecen más, ya sea por falta de recursos o porque quienes tienen que ver con las soluciones no le dan la debida atención, y el problema se agudiza. Por citar algunas, está el abasto de agua, el sistema de alcantarillado de los edificios multifamiliares, la impermeabilización, y cuando las soluciones se dilatan, por  las causas que sean, los problemas se convierten en un rompecabezas para los delegados, quienes deben responder a los electores que representan.

—¿Encontronazos?

—Muchos directivos van dejando el problema, y la preocupación e insistencia del delegado es constante. Cierto que hay déficit de recursos, no lo dudamos, pero otros tienen mucha pasividad, o un nivel de prioridades que no siempre convence.

«A veces la insistencia ha durado un año y en una mañana queda resuelto. Entonces, ¿tenía o no solución? Los vecinos colaboran, pero a veces no disponen de los medios y los recursos para ejecutar.

«Por otra parte, a mi modo de ver, los gobiernos tienen que ser más exigentes con sus consejos de administración y los funcionarios, en el caso de esos directores de organismos que no emiten respuestas en el tiempo establecido. Cuando un delegado está detrás de un director en busca de soluciones, este representa al pueblo, y detrás del delegado hay miles de electores que esperan».

—¿Si te hicieras un autorretrato?

—Hiperquinetica, soy una mujer que nunca he antepuesto otros intereses a los principios revolucionarios. Mi familia y la Revolución son los pilares que llevo dentro.

—Entonces, ¿eres una especia de torbellino humano?

—Creo que sí. Aun enferma me dan una tarea y me levanto y salgo. Para mí no existen impedimentos en el mundo del Poder Popular, la FMC y los CDR.

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