Después de varios meses de costosas inversiones, el central José María Pérez, de Camajuaní, se incorporó a la zafra, por lo que Villa Clara completó la nómina de las nueve industrias planificadas para la contienda 2016-2017.

Lázaro Kevin Silva, jefe de Mantenimiento del central, informó a Vanguardia que este año estuvieron inmersos en varias inversiones: «Se montaron dos básculas digitales, una de camión y otra de ferrocarril. En el área de molinos, instalamos cuatro conductores de arrastre y terminamos de cambiar cinco masas de molinos, un nivel de chumacera y coronas. La inversión mayor fue en el área de generación de vapor, donde montamos una caldera de 60 toneladas para mejorar el potencial energético de la industria.
Agregó, además, que por causa de esta inversión, el «José María Pérez » inició el calendario de zafra con cerca de un mes de atraso. «No hemos tenido el mejor desempeño en la arrancada, pero esperamos mejorar a medida que se realicen los ajustes necesarios ».
Si estabiliza su molienda, el central camajuanense debe fabricar cerca de 10 000 toneladas de crudo, y así disminuir la deuda productiva de la provincia.
Otra situación no resuelta aún en el central camajuanense se relaciona con la permanencia de su fuerza de trabajo. Aunque la dirección continúa recurriendo a paliativos para enfrentar la fluctuación laboral, el problema tiene una acción directa en la operación fabril.