
El 1ro de mayo de 1952, Abel Santamaría le dijo a su hermana Haydée: “Yeyé, conocí al hombre que va a cambiar los destinos de Cuba, se llama Fidel, y es Martí en personaâ€. El 26 de julio del año siguiente, moría en su primera acción combativa.
Años más tarde, el 7 de noviembre de 1966, el Che anotaría en su Diario de Campaña: “Hoy comienza una nueva etapaâ€. Once meses después, el 9 de octubre de 1967, era asesinado en La Higuera.
En este 2017, Abel Santamaría Cuadrado cumpliría 90 años. Mientras de Ernesto Guevara de la Serna, Che, se conmemorará medio siglo de su asesinato y dos décadas de la llegada de sus restos a Santa Clara.
Son acontecimientos trascendentes para Cuba y, en particular, para los villaclareños. En Encrucijada está la cuna de Abel, y en el Complejo Escultórico Comandante Ernesto Che Guevara, reposan los restos del Guerrillero de América.
La provincia ha promocionado una campaña comunicacional bajo el nombre Villa Clara con todos, inclusiva y abarcadora. Tanto la figura de Abel, el segundo jefe del Movimiento que bajo la dirección de Fidel asaltara los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, como la del Che, se erigen puntales ideológicos para el cumplimiento de las disimiles acciones que dicha campaña propone.
Con Abel hay deudas de estudio. No basta con que se haya rescatado su casa natal, convertida hoy en un excelente museo, ni que lleguemos al 20 de octubre, día de su aniversario 90, con la casona del central Constancia en mejores condiciones constructivas.
Realmente no basta. Hay que estudiar su pensamiento. Profundizar en su breve y corta vida, pero dinámica y profunda.
Al respecto, Fidel en su cumpleaños 90 le hizo un pedido al director de la Colmenita, Juan Carlos Cremata, que debiera hacerse extensivo a todos los cubanos y en especial a los villaclareños. Fidel le pidió a Tin que montara un espectáculo por Abel Santamaría, pues sentía que se hablaba poco de él. Ese reclamo del líder histórico no debe caer en saco roto.
Con el Che los compromisos deberán ser de mayor entrega y sacrificio. Hacer valer cada día el legado de un hombre que predicó con el ejemplo y antepuso siempre el nosotros al yo.
También se le debe ser fiel honrando a los que junto a él cayeron en Bolivia: los miembros de su Destacamento de Refuerzo. No debiera pasarse por alto los días en que se conmemoran aniversarios de la muerte de cada uno de ellos. Precisamente este 10 de abril se cumplen 50 años de la caída en combate de Jesús Suárez Gayol, el Rubio, primer cubano muerto en la epopeya boliviana.
Escribió el Che en su Diario: “A las 6.30 reuní a todos los combatientes menos a los 4 de la resaca para hacer una pequeña recordación del Rubio y significar que la primera sangre derramada fue cubanaâ€.
Un amplio plan de actividades tiene el Complejo Escultórico para conmemorar estos acontecimientos. Involucrar a nuestros niños y jóvenes, además de una necesidad constituye un reto a sortear con inteligencia.
Por delante quedan meses de intenso trabajo. Emplearlos bien nos dará un acercamiento más profundo a estas dos figuras insignes de nuestra historia. Constituirá la mejor manera de homenajearlos.
La campaña Villa Clara con todos que recién comienza debe contribuir a ese esfuerzo común.