
El miércoles 30 de abril de 2025, el Olímpico de Montjuïc fue testigo de una obra maestra del fútbol. Barcelona e Inter de Milán protagonizaron un duelo que quedará en la memoria de la Champions League, un partido que tuvo de todo: goles espectaculares, remontadas, estrategias al límite y, lamentablemente, lesiones que podrían cambiar el rumbo de la eliminatoria.
Los fanáticos de este deporte, que vivimos el encuentro desde el minuto cero, somos totalmente conscientes de que fue una auténtica locura, iniciada con un golpe de realidad para el Barça, que, como todo un grande que es, no se achicó. Apenas 30 segundos después del pitido inicial, Marcus Thuram sorprendió a todos con un gol de taco que dejó helada a la defensa blaugrana. El Inter no tardó en ampliar la ventaja: Denzel Dumfries, con una media chilena impecable, puso el 2-0 y parecía que los italianos tenían el control absoluto.
Pero entonces apareció Lamine Yamal, el joven prodigio del Barcelona, quien con un zurdazo espectacular que paró a muchos de sus asientos, recortó distancias al minuto 24. Su actuación fue descomunal, y no solo por el gol; su movilidad, su capacidad para desequilibrar al contrario y su visión de juego representaron un problema constante para la defensa italiana, que nunca supo cómo parar ni dominar al de Mataros. Ferran Torres, con su instinto goleador, igualó el marcador antes del descanso, para devolver la esperanza a los culés.
El segundo tiempo fue un intercambio de golpes. Dumfries volvió a adelantar al Inter con otro cabezazo letal, pero Raphinha, con un disparo potente que Sommer no pudo controlar, selló el 3-3 definitivo.
Las estrategias de Hansi Flick y Simone Inzaghi fueron clave en el desarrollo del partido. Flick apostó por una presión alta y una salida rápida con Pedri y Dani Olmo como generadores de juego, pero la defensa adelantada del Barça sufrió ante la velocidad de los atacantes del Inter. Thuram y Dumfries explotaron los espacios con transiciones rápidas, una táctica que Inzaghi perfeccionó en el segundo tiempo.
El partido dejó secuelas importantes. Lautaro Martínez, el capitán del Inter, sufrió una lesión muscular que lo obligó a abandonar el partido en el entretiempo. Su ausencia en la vuelta será un golpe durísimo para los italianos, que pierden a su referente ofensivo en un momento clave.
Por el lado blaugrana, Jules Koundé también encendió las alarmas. Su lesión muscular lo dejará fuera no solo de la vuelta en Milán, sino también del Clásico de Liga. Flick deberá reorganizar su defensa, y la ausencia de Koundé podría ser un problema ante la potencia ofensiva del Inter.
Las reacciones tras el partido reflejaron la intensidad del duelo. Dumfries, MVP del encuentro, destacó el esfuerzo de su equipo: «Jugamos con el corazón y estoy orgulloso de ello. Todo sigue abierto, ya veremos qué pasa». Bastoni, por su parte, elogió al rival: «Este Barça es el equipo más fuerte ofensivamente de Europa».
En el lado blaugrana, Lamine Yamal, quien disputó su partido número 100 con el Barcelona, dejó claro que el equipo irá con todo a Milán: «Nos quedan 90 minutos para demostrar quién merece estar en la final».
El empate dejó todo en el aire. El Barcelona mostró su capacidad de reacción, pero el Inter demostró que sabe golpear en los momentos clave. La batalla decisiva será en San Siro, el martes 6 de mayo de 2025, a las 3:00 p. m. (hora de Cuba), donde solo uno avanzará a la gran final de la Champions League.