«Camilitos », así se les conoce en nuestra sociedad a los jóvenes del nivel preuniversitario, con cualidades e inclinación por la profesión militar, que se forman en las escuelas militares Camilo Cienfuegos (EMCC) de todo el país como futuros oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Varias generaciones han transitado por estas instituciones, y muchas personas confirman su disciplina y organización, o sienten curiosidad por la peculiar enseñanza de esas muchachas y muchachos.
¿Cómo transcurren los días de estos estudiantes? ¿Qué prefieren hacer en sus ratos libres? ¿Qué características tiene la escuela? En busca de respuestas a tus interrogantes llegamos hasta la EMCC de Santa Clara para conversar con los «Camilitos » villaclareños.
Escuela adentro
Aún no son las 8:00 a.m. y la plaza central ya está pintada de verde olivo. Todas las voces parecen solo una al entonar las notas del himno nacional. Los jóvenes uniformados permanecen atentos a las principales orientaciones del día y comienzan el proceso docente-educativo. Marchan hacia su salón de clases.

El firme saludo y los «buenos días » a un oficial, la educación y cortesía en el trato hacia los profesores y los demás compañeros, y la disciplina predominante emocionan a cualquier visitante. Admirable también la limpieza y organización del lugar, para muchos ya una costumbre.

Inician la sesión… Todos los estudiantes están en las aulas. Al recorrer varias de ellas, sin previo aviso, solo escuchamos las voces de maestros o de los alumnos que participan en las actividades. Nos animamos a conversar con los integrantes del pelotón 9 de onceno grado, en diálogo franco, entre jóvenes.
«Siempre me gustó mucho la vida militar y había escuchado sobre la preparación que se recibía en esta escuela. Mi familia apoyó mi decisión de convertirme en “Camilita†y logré cumplir mi sueño. Hoy estoy orgullosa de mi elección », relata la santaclareña Claudia Ramírez Rodríguez.
Por su parte, Brandis López Moreira y José Alfredo Rodríguez están seguros de estudiar en la mejor EMCC del país: «Tenemos excelentes profesores, de gran preparación a la hora de impartir cada asignatura. No solo nos enseñan las materias propias del año, sino que nos preparan para la vida. Nuestros turnos de clase son de 45 minutos y la escuela posee las condiciones necesarias para nuestra formación con la mayor calidad. Además, los resultados alcanzados por esta institución en sus más de 50 años nos satisfacen enormemente ».
Los planes y programas de estudio de los «Camilitos » son similares a los del Ministerio de Educación para la enseñanza media superior, adecuados a los intereses específicos y vocacionales de la especialidad. Además, los estudiantes participan en actividades de carácter patriótico y militar.
«En este centro también he podido hacer grandes amigos, tanto en el aula como a nivel de compañía. Como somos de diferentes municipios, me ha permitido conocer personas de otros lugares de la provincia », señala Amanda de la Caridad Pérez Carvajal.
Pregunto por el estudiante que más disfruta la recreación y todos responden que ese es José Antonio González Torres, de Manicaragua. «Disfruto toda la música, pero lo mío es el reggaetón », me dice con picardía y conquista una espontánea sonrisa de sus compañeros de clase.

«Aquí tenemos recreación los miércoles después de las 8 de la noche, con música variada. El día 14 de febrero se realizó una feria especial por el Día del Amor con diferentes propuestas y también con competencias de baile, especialmente de casino entre pelotones de onceno grado. Los martes practicamos diferentes deportes y también contamos con juegos de mesa », destaca José Antonio, un muchacho que nos recuerda la jovialidad del Señor de la Vanguardia.
Antes y después de convertirme en «Camilito »
Otro pelotón realizaba su turno de preparación física en uno de los campos de entrenamiento. Varios jóvenes compartieron sus historias de cuánto crecimiento personal han experimentado desde su ingreso a esta institución.


«En la Secundaria Básica la preparación física era muy pobre. Muchas veces los alumnos permanecían sentados. Después de entrar a este centro, el cambio fue radical. He evolucionado como persona: antes estaba más gordo, y ahora me siento más saludable, me gustan los ejercicios y el entrenamiento. También me ayuda a estar más preparado para la defensa del país », comenta Sandro Naranjo Robert.
Su compañero Frank Monteagudo García refiere que él también ha ganado mayor disciplina, organización y responsabilidad. «Es cierto que uno en la casa se acomoda y vives con la dependencia de tus padres. Antes no tendía ni la cama y ahora sí, me siento más organizado e independiente. Hoy estoy más preparado para la vida, tengo más fuerza y voluntad. Esta escuela me ha formado como alumno, como persona y como hombre ».
Estas instituciones docentes llevan con honor el nombre del Comandante Camilo Cienfuegos. Por esta razón, sus estudiantes tienen un gran compromiso como cubanos. Así lo resume la alumna Brenda Valdés Sánchez: «Tenemos que ser un ejemplo a seguir para la sociedad. Aquí aprendemos valores que nos enseñan los oficiales y profesores para ser mejores seres humanos. Fuera de la escuela, las personas siempre nos miran con respeto y con orgullo, porque somos la continuidad de la Revolución y los jóvenes que vamos a impulsarla ».