En la primera edición del 2021 publicaremos los mensajes que nos enviaron dos santaclareños motivados por un objetivo común: el intento de asegurar el bienestar de sus madres ancianas.
«Desde el punto de vista constructivo, a la vivienda solo le falta el fino exterior, y por adquirir, el herraje del baño y el del fregadero, que no se encontraban en existencia en el patio de materiales cuando venció el plazo».
Una respuesta de la Asamblea Municipa del Poder Popular de Camajuaní para el caso de la vivienda afectada en Vega Alta por un derrumbe , y una denuncia sobre irregularidades en el funcionamiento de un cajero automático y las demoras institucionales para revertir el «error».
Continúan acumulándose las denuncias de personas, casi todas con condiciones económicas y sociales bastante precarias, que enfrentan serias dificultades con sus viviendas.
El derrumbe de un edificio estatal afectó (sin solución hasta ahora), la vivienda de un anciano enfermo, y una cliente de la Empresa Eléctrica reclama una respuesta ante su ya demasiado prolongada espera para que le instalen el servicio de 220V.
La respuesta sobre el organopónico destruido en Caibarién ya cumple su primer mes «en capilla ardiente», y en cuanto a algún anuncio que arroje luces para los desesperados habitantes del edificio 13 del reparto José Martí, continuamos a oscuras.
En algunos casos, como este, las esperas se traducen en pérdida y destrucción. ¿Quién resarcirá los perjuicios económicos a las familias residentes en un edificio que naufraga?
Responde el Gobierno de Santa Clara sobre alternativa de solución para las familias que no tienen libreta de abastecimiento y se han visto impedidas de adquirir productos de primera necesidad en las cadenas de tiendas Caribe y Cimex.
No sé cuándo aprenderemos en este país que, quienes se deciden a elevar públicamente una reclamación, no lo hacen por simple inconformidad. No asumamos más que la información es un bien estatal que se libera a cuentagotas. ¿Cuándo terminarán por aceptarlo?
«Lo que fue una manzana organizada, bella y útil, se convirtió en un solar yermo cundido de basureros y criaderos de vectores. Todo ello porque, según dijeron, allí se construirían viviendas».
«Verificamos que el cable de 440 V en cuestión, contratado a la EELVC por la UEB Cañera Ifraín Alfonso, pertenece a un servicio interno del Centro de Acopio Revolución. La Empresa Eléctrica no cuenta con redes con ese nivel de voltaje, empleado únicamente en los sistemas industriales».
«El 25 de agosto ocurrió en el batey una gran desgracia, al fallecer por electrocución un muchachito de apenas 16 años de edad. La causa del siniestro fue un cable caído de 440 volt, el cual alimenta la turbina que abastece de agua a la comunidad».
«Exigimos una solución inmediata por lo dilatado y angustioso del proceso, que le ha costado la salud a un hombre bueno, ya que no quiero pensar que en un país con leyes no se nos haga justicia».